De vuelta

386 40 8
                                    

La rubia miraba en silencio a su esposa, aún mantenía una sonrisa, la extrañaba y mucho.

- te ves hermosa como siempre- la rubia se levantó de la cama y se acercó con cautela a la pelinegra -te extrañé mucho- taeyeon solo la miraba, en su interior estaba sorprendida, pero le calmaba pensar que su esposa no le temía.

-tu te ves más hermosa. No pude permanecer más tiempo lejos, quería verte aunque fuese un momento- la rubia se sintió feliz al saber que taeyeon la extrañaba, que la quería ver y que por eso estaba ahí, ella no iba a desaprovecharlo.

-no te vayas nunca más lejos de mi lado- la rubia extendió la mano para tocar el rostro de su esposa suavemente.

Un silencio se formó de parte de la pelinegra, ella pensaba en irse, no quería quedarse estando así aún, su vida ya no era la misma, cuando golpeaba a alguien se sentía bien, el dolor de los demás le complacía y eso no era normal.

-te ayudaré a solucionarlo si puedo y me dejas. Quiero apoyarte todo el tiempo, solo dime que quieres que haga?- la rubia posó su palma en la mejilla de su esposa y la miró fijo buscando alguna señal de esa mujer que dijo amarla.

-no vine para pedirte algo, vine a verte y solo a eso- la pelinegra posó su mano encima de la ajena y la quitó con cuidado -no puedo quedarme, podría hacerte daño y eso jamás me lo perdonaría-

-entonces lo aceptaré, no importa lo que hagas, te amare siempre- la rubia se acercó ya sin aguantar y le beso los labios a su esposa con suavidad.

Al principio el beso no fue correspondido pero luego y con suavidad la pelinegra comenzó a mover sus labios, no solo eso si no también sus manos, las llevó hasta la cintura ajena y las mantuvo ahí, la tomaba con delicadeza, sentía que si lo hacía muy fuerte podría lastimarla.

Mientras que la rubia rodeó los brazos por el cuello ajeno y siguió el beso con más intensidad, no tenía ninguna intensión de dejar ir a su esposa, esta noche iba a tenerla para ella, porque si se iba después no quería arrepentirse.

-ti..tiff espera- la pelinegra trato de apartarse despacio, su esposa la tenía sujeta y bien firme.

-que pasa tae?- la rubia le sonrió suavemente y luego hizo un puchero, eso hacía que taeyeon se sintiera perturbada, trataba de luchar contra sus instintos y esa otra persona.

-No.. no podemos. No ahora- la pelinegra hablaba entre cortado, era como si hubiese vuelto esa antigua taeyeon, la que era tímida e introvertida.

-porque no? Si soy tu esposa y no nos hemos visto en un mes. Te extraño, tus besos, tus caricias, tu cariño- la rubia se volvió a acercar a la pelinegra besandola otra vez, taeyeon correspondió suavemente, no podía no hacerlo si se sentía de la misma forma, pero no quería tener que luchar todo el tiempo con esa persona para que dejara a Tiffany en paz.

La pelinegra comenzó a dejarse llevar por sus instintos, bajó sus manos suavemente posandolas en el trasero de su esposa, un gemido salió enseguida de los labios de Tiffany. El no ver, ni ser tocada por taeyeon en 1 mes la ponía sensible al tacto, en unos minutos ambas ya estaban en la cama acariciandose y besándose, solo era eso y no iban más allá.

-tiff, estoy cansada- la pelinegra se apartó de apoco de su esposa quedando tendida en la cama mirando al techo.

-entonces deberíamos descansar?- la rubia se acomodó con una pierna encima de una de la de su esposa, y con su cuerpo de lado apoyo la cabeza en su hombro.

Matrimonio arreglado (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora