Capitulo 9

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-NO!

Me levanté de un salto, estaba en una cama muy cómoda la verdad, las sábanas eran color blanco, era muy grande y se notaba que era muy lujosa, en realidad, todo el lugar era súper lujoso

- Agh, ¿Por qué eres tan ruidoso?

Dijo una voz que salía de una puerta que estaba cerrada. De repente se abre la puerta y sale Damián acomodándose una corbata azul oscuro, se veía muy elegante, después de acomodar su corbata volteó su cara para verme, cada vez se iba acercando más a mi cara hasta que nuestras caras quedaron a centímetros.

- Que - me susurró al oído con la voz un poco ronca - bien la pasamos anoche. ¿Qué, no te acuerdas de cómo te excitabas con tan solo ver mis abdominales, cuando me pedías que te diera cada vez más y más duro? Se separó de mi cara.

Nervioso empecé a levantar la sábanas para ver si mi torso estaba descubierto, suspiré aliviado, menos mal estaba al menos solo en boxers.

-¿ Por qué me asustas de esa manera?

-Jajajajaj es de cierto modo divertido molestarte, además, te ves muy adorable cuando te sonrrojas.

Voltee mi cabeza para el lado contrario en el que estaba y con voz tímida le dije:

- ¿Q-que paso anoche?

- Pues...

- ¡Dime que hice!

- Al principio no te dejaron pasar al bar, te ví peleando con el guardia, así que fui y dije que tú venías conmigo y además no le convenía negarme algo a mi, si lo hiciera hubiera perdido su trabajo, el caso, entraste, tomaste como si no hubiera un final...

- ¿Algo más?

-  Ah! Y también cuando te iba a dejar en tu casa dijiste -empezó a hablar con una voz un poco chillona-  "¿Por qué no vamos mejor a la tuya y me castigas como lo ibas a hacer si no iba a ese estúpido bar?". Agradece que me contuve y pues como no sabía tu dirección te traje a mi casa y una vez te recostaste en la cama no te despertaste hasta ahorita.

- Agh, soy un desastre, espera, eso significa que...

- Si, te quite la ropa, pero tranquilo, como dije, me contuve, además yo no me aprovechó de borrachos.

- No, no, no, no, no; eres un estúpido, un total  estúpido -me decía mientras me golpeaba la cabeza con las manos- estúpi....

- ¡Ay! Ya cállate -me interrumpió-  si no quieres que en serio me aproveche de ti y te de el castigo que no te di ayer.

Decidí callarme, me vestí y me fui primero a la oficina para que nadie sospechara.












Mi Estúpido Jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora