Esposa por conveniencia

Capítulo 1

Capítulo 1:

El despertador comenzó a sonar, me revolví en las sabanas y estire mi brazo hasta lograr apagarlo.

—Maldita sea—Dije levantándome. Caminé como un zombi hasta el baño del corredor, tire de la puerta pero esta no cedió— ¡Nessie!

— ¡Ya estoy casi lista! —Chilló una voz al otro lado de la puerta. Apoye mi frente contra la puerta. Las mañanas eran matadoras para mí.

— ¡Mueve tu trasero! —Dijo tocando la puerta. La puerta se abrió  y una Nessie un poco molesta apareció.

—Si quieres ser la primera en tener el baño, levántate temprano.

—No me des lecciones de vida—Tome su brazo y la saque del baño cerrando la puerta en sus narices.

Me desnude y entre a la ducha, esperaba que el agua caliente relajara mis músculos. Pero un escalofrió me recorrió la espalda. ¡Maldita sea!

— ¡Te acabaste el agua caliente!—Dije entrando en cólera.

— ¡No hay agua caliente! —Dijo ella en respuesta. Seguramente a Sarah se le olvido pagarla. No sería extraño.

Cuando logre acostumbrarme al frío y terminar de ducharme salí como un rayo a mi habitación.

— ¿Estas lista? —Dijo Nessie tocando mi puerta. Estaba colocándome mi ropa interior, corrí hacia el armario para tomar mi uniforme.

—Casi—Mascullé, con una liga para atar mi cabello. Me apresuré a colocarme el horroroso vestido amarillo, luego ate mi cabello en una cola de caballo y me coloque mis zapatillas negras.

Fui hacia la puerta y la abrí de un tirón.

—Ya era hora—Murmuro Nessie mirándome.

Baje las escaleras, y fui hacia la cocina.

—Ya preparé tu café, e hice mi almuerzo—Dijo Nessie tomando su bolso.

—Eres la mejor—Dije sonriéndole.

—Ya vámonos, antes de que te pongas cursi—Tome mi café y la seguí hacia mi trasto.

Ambas entramos en el vehículo sin decir nada. Nos pusimos en marcha y en menos de unos minutos estábamos frente a la secundaria.

—Recuerda que la señora Gonzales vendrá a recogerte—Dije mirándola.

—Lo sé—Dijo ella besando mi mejilla y bajándose— ¡Te quiero!

— ¡Y yo a ti! —Dije poniéndome en marcha. El tráfico a esta hora no era tan estresante. Estacioné frente a la cafetería y corrí hacia esta.

—Tarde de nuevo Swan—Dijo Mark, era un bastardo. Pero para mi suerte, era el jefe.

—Deja de molestarla Mark—Dijo Alice caminando a su lado. Esta me guiño un ojo y yo le sonreí en agradecimiento.

—Hola Bella—Me acerque al mostrador, y salude a Ángela con un asentimiento de cabeza.

—Hola muñeca—Dijo Garrett besando mi mejilla y caminando hacia la cocina.

—Hey—Dije sin mucha emoción.

— ¿Mal día?—Alice se sentó justo enfrente de mí.

—Odio las mañanas—Alice soltó una carcajada y me miro de reojo.

—No has cambiado nada Bells—La castaña seguía riéndose—Eras idéntica en la secundaria.

—Tu tampoco—Asegure sonriendo—Tu positivismo era el que nos sacaba de problemas.