Juro que me las pagarán

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P.O.V Magnus

¿Como sabe lo de papá? ¿Que más habrá encontrado en mi libreta? Mi mente comenzó a divagar, pero luego volví en mi y vi a Raphael con odio, necesitaba saber que tanto se había entrometido.

-Muy bien mi querido Raphael- Comence a hablar sentandome en su escritorio, tome una pluma que se hallaba en este y comprobé si era puntiaguda dándome un pinchazo en el dedo -No tendré que hacerte nada, solo necesito información ¿Cierto?-

Intente replicar la vista y expresión que tenía mi padre al interrogar personas, para mi era intimidante y autoritaria. Al parecer había funcionado ya que comenzó a hablar.

-¿Que... que me harías? Te conozco... de mucho tiempo... no matas ni una mosca- Su voz temblaba, lo que causó una sonrisa en mi.

-Creeme cariño, no conoces nada de mi-  me acerque a el pasando la pluma por su pecho, luego me senté sobre su regazo y lo miré, aún estaba amarrado, me encantaba verlo con esa expresión de miedo.

Por estas cosas me alejé de ese mundo, podía llegar a ser maquiavélico cuando me lo proponía, incluso sanguinario, me encantaba la sensación de tener el poder, pero era malo para mí salud mental y física.

-Magnus... ¿Que haces?- Senti como su cuerpo temblaba debajo de mi, supe que la tortura no serviría con el, así que decidí usar seducción, era más fácil y no tendría que manchar mi manos. "Perdóname querido Alexander"  pensé dejando caer la pluma al suelo.

-¿No quieres recordar los viejos tiempos? Cuando me tuyo- Le susurre al oído mientras desabotonaba su camisa con una mano, sentí como el bulto que estaba debajo de mi comenzaba a endurecerse.

-¡Oh Mag! No sabes cuánto he estado esperando esto- Sonaba más seguro que antes.

-Pues si quieres llegar hasta el final necesito saber que leíste- Volvi a susurrar, al terminar le lami el cuello causando un estremecimiento en el, continue con eso intercalando entre mordidas y lamidas.

-Solo hablé con Camille... y tu padre- Al escuchar eso me tense, pero lo disimule tomando su cinturón con ambas manos.

-¿Y que les dijiste?- Pregunte con una mirada lasciva mientras le quitaba lentamente el cinturón.

-Le di tu numero e información a Camille y rompí el teléfono para que tu padre no lo rastrease, una vez sabia que pertenecías a la mafia- Al quitar el pantalón de este vi como su erección palpitaba bajo su ropa interior, no quería tocar su cuerpo, no podía, solo pensaba en Alec.

-¿Que clase de información?- Me senté devuelta en su regazo y pose mis manos en su pecho, dejando debajo de mi su erección que ansiaba salir de la prisión de tela.

-La mayoría era tu relación con Lightwood y datos de el- Senti un escalofrío recorrer mi espalda, sabia que Camille podía hacer lo que quiera a mi novio, quería advertirle pero me faltaba información, maldije  en mi mente y movi mis caderas lentamente, haciendo que gemidos se escaparán de la boca de el interrogado.

-Si quieres más de esto solo debes decirme los planes de Camille- Susurre, los movimientos de mis caderas iban subiendo su velocidad paulatinamente.

-Ella vendrá y te arrancara de los brazos de ese "chico perfecto"... y ¡Oh! Por Dios Magnus extrañaba esto. Y quiere volver contigo a Dubai- Al obtener respuestas me bajé de su regazo y lo vi allí, se veía gracioso, mirándome confundido, semidesnudo y con una erección.

-Gracias Raphael, no sabes cuánto me ayudaste, ahora sonríe- Saque mi teléfono de mi bolsillo y le tomé una foto.

-Maldito Bane- Dijo pero yo solo salí de esa habitación, dejándolo atado y humillado.

Guarde mi móvil en el bolsillo de mi pantalón y camine a mi habitación, recordando lo que dijo Raphael   acelere el paso, Alexander podía estar en peligro. Al llegar vi la puerta abierta y entre rápidamente.

-¿Alexander?- Al no oír respuesta mire la habitación, los latidos de mi corazón se aceleraron al ver las camas deshechas y el cuarto como si hubiera pasado un huracán.

-¡Alexander!- Grite, escuche mi nombre en un susurro y fui al baño, al ver lo que había allí cai de rodillas -¿Quien te hizo esto?-

Alexander estaba en el piso del baño con las mejillas magulladas, tenía moratones y en su playera había una mancha de sangre que se extendía cada vez más.

-Fueron tres sujetos...- Su voz era casi como un susurro -Luche con los tres, estaba con ventaja pero uno de ellos me apuñaló, al ver que caí al piso se fueron, me dejaron para morir aqui-

Luego de hablar mi novio se desmayó, me acerqué rápidamente y levante su playera vienso como tenía una herida en el abdomen, sabia que hacer en este caso, no podía dejarlo morir... no ahora. Me levante y del tiesto de ropa sucia saque una playera, hice presión en esta para evitar que la sangre siga fluyendo, era una puñalada profunda justo debajo de las costillas.

Saque mi teléfono y marque a una ambulancia, al dar la dirección de ma universidad y habitación   esta vez marque a Jace, al escuchar que atendió la llamada no espere respuesta y hable.

-Jace rápido, apuñalaron a Alexander, necesito ayuda, la ambulancia no llega pronto y necesita el hospital lo más pronto posible- hubo silencio en la línea, escucha un ruido metálico y un portazo.

Eso indicaba que Jace venía en camino, intentando agarrar a Alec con todas mis fuerzas por los hombros, lo arrastre hasta la puerta antes de que llegara su hermano.

-¿¡Que paso?!- El grito del rubio fue inconfundible.

-¡Larga historia! Ahora tómalo, yo conduzco-

Le quité las llaves al hermano de mi novio  mientras el tomaba a Alec entre sus brazos, mi corazón iba a mil por hora bombeando no solo sangre sino rabia y adrenalina por mis venas. Corrimos al auto lo más rápido que pudimos y al llegar no dudé en encenderlo, esperar a que Jace se suba junto al cuerpo inconsciente de Alexander y acelere.

El hospital no estaba tan lejos, podíamos llegar, debíamos llegar, trataba de convencerme que todo iba a estar bien, pero la herida se veía profunda y muy mal.

-Jace trata de despertarlo- Anuncie mirando el espejo retrovisor, este asintió y comenzó a golpear su mejilla levemente, cada vez aumentaba un poco la fuerza del golpe.

-Hermano perdóname, debes despertar- Escuche como una bofetada sonaba, al parecer lo golpeó fuerte.

-¿Que... que carajo haces?- Alexander había despertado, estaba feliz, pero aún no acababa esto debíamos llegar al hospital, así que acelere aún más y salte semáforos en rojo.

-Te desmayarse y estás herido, solo háblame, no cierres los ojos- Le dije el rubio a su hermanos, pero este volvió a cerrar los ojos -Mag... volvía a...-

-Despiertalo otra vez, no lo dejes morir- Dije mientras lágrimas recorrían mis mejillas, no podía dejar que Alexander muriese, no lo quería dejar ir, era una de las mejores cosas que me han pasado.

"Juro que me las pagaran"

Mi obsesión (Malec)  //En Edición//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora