capitulo 11: nacimiento y abandono

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Ya había pasado el tiempo encerrado en aquella habitación, lo único que podía hacer era esperar, pues dentro de estos meses, su vientre creció, ya no le dejaba moverse con comodidad, ahora debía necesitar ayuda para poder llegar a una simple mesa, Ji Yu le recordaba que lo mejor sería descansar en la cama, así que, si tenía que tomar alguna comida ella estaría a su lado. Desde hace un mes Ji Yu se había mudado junto a Lan Qiren, pero como médica, también tenía pacientes a los que atender, más si era el líder, este último seguía en cama, varias veces se le dijo que debía salir a tomar el sol, pero se negaba a salir, por lo que su salud solo pudo empeorar más. Para el noveno mes, el líder ya estaba demasiado enfermo, Qing Hen-Jun tuvo que dejar la secta para poder buscar por si mismo las hierbas que se necesitaba para el cuidado de su padre, dejando a cargo de su hermano a Ji Yu, ya sabia que en unos días o semanas vendría el nacimiento de su sobrino, que naturalmente este al dejar el vientre de su verdadera madre, ya no sería más su sobrino sino su hijo.

Lan Qiren ya sentía todo lo que podía pasar más a adelante, dos bebés en si vientre ya en unos días llegarían a este mundo.

Y así, como si todo fuera predicho por él, en aquel fresco otoño, que era presente en ese mes, mientras la luna estaba en su máximo esplendor, Lan Qiren luchaba en su habitación para poder traer al mundo a sus dos hijos, Ji Yu lo ayudaba en esta situación. No tardó mucho, solo unas cuantas horas para que los llantos de dos niños salieran entre la silenciosa habitación, sino fuera porque Qing Hen-Jun ya había dejado un talismán para silenciar su cuarto, todos en la secta se habrían enterado de todo. El joven Lan que estaba acostado en la cama, lucía totalmente agotado, su cabello pegado a parte se su frente y cuello, también esparcido por la cama, el sudor de su frente había sido quitado por Ji Yu, quien en ese momento tenía en sus brazos a dos bebés, uno parecía un poco calmado, el otro totalmente inquieto y su llanto era el que resonaba por la habitación. Ella se acercó y dejo ambos bebés, uno en cada lado de Qiren, en sus brazos. Este último solo pudo suspirar, cerrando los ojos, sabiendo que ya esto había terminado, abrazo a los dos pequeños, dando un beso en sus frentes, aquel bebé llorón se callo luego de sentir el corazón de su madre, mientras que el otro niño se aferraba más y más a Lan Qiren, ninguno de ellos había abierto los ojos aún, pero parecían detectar muy bien quien era la persona que les dió la vida. Ji Yu después de recojer todo lo que uso, se dirigió a Lan Qiren.

Deberías de descansar primero, vendré más tarde para hablar sobre lo siguiente…— no hablo muy fuerte, pues a su vista, aquellos niños ya se habían dormido. Aquella visión de una familia era muy linda, solo sabía que, no debía encariñar se, lo mismo fue para Lan Qiren.

Este último no podía hablar, su voz fue forzada durante unas dos horas, su cuerpo estaba totalmente cansado, por lo que solo pudo mover débilmente su cabeza en aprobación, él sabía lo que vendría después, la desaparición de uno de sus hijos, esto ya había sido hablado con Ji Yu. Para que no haya problemas más adelante, el dijo que uno de esos dos bebé, debería ser dado a Wen Rouhan, esto sería sencillo, pues Ji Yu conocía a alguien que estaba en la secta Wen, que tenía una relación muy cercana con el próximo líder, así que no sería difícil persuadir al joven Wen para que cuidara de ese niño. Pero ahora, podía ver qué sería difícil elegir a uno de su s hijos, eran idénticos en todo el sentido de la palabra, mientras movía su cabeza para averiguar alguna diferencia, realmente noto algo, el pequeño inquieto tenía una marca de nacimiento, era la misma que Wen Rouhan tenía, un pequeño punto rojo en su hombro, casi invisible a la vista, mientras que el otro, era tranquilo y esté se parecía más a Lan Qiren, sus rasgos, a pesar de ser idénticos, ese pequeño silencioso no tenía aquella marca, por lo que decidió en un instante quien se quedaría en Gusu, mientras que el otro se iría a Qishan.

Sin darse cuenta él ya había caído dormido, la hora actual era más o menos a la mitad de la noche, dos bebés enrollados en una manta color azul cielo, abrazados por su madre, cualquiera diría que esa descripción seria de una hermosa familia que sería prospera, pero quién diría que aquel joven se convirtió en madre demasiado rápido, no podía cuidar se ambos bebé, por lo que había tomado decisiones difíciles, tan solo en pensar que uno de sus hijos se iría, era un poco doloroso, pero como siempre, lo que le daba lo bueno a eso, era que por lo menos su clan no estaría perdiendo cara. Aquí, las apariencias era lo único del que debían de preocuparse, más si todo lo que hacía era visto y criticado por los demás, un ejemplo a seguir por muchos, manchar su nombre equivalía a lo mismo que manchar el nombre sus antepasados, más ahora que estaba en lo alto de la cima, todos adula van a su padre, quien era líder de una secta, todas las desgracias que el pudo haber provocado si no hubiera elegido "abandonar" a uno de sus hijos, serían incontables, por lo que en lo profundo de su corazón se reconforta con eso, aún así no llenaría todo el vacío que sentiría después.

La Farsa De La Familia LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora