capitulo 10 : ruptura y traición

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Lan Qiren tuvo que esperar a que el sol cayera para poder ir a buscar a Wen Rouhan, se enteró por ahí que este había bajado de la montaña con unos amigos suyos, así que supuso que se estaba divirtiendo y el sería el aguafiestas que rompería su felicidad, pero no tenía de otra más que hacer éso, así este bajo tranquilamente de la montaña, llevaba puesta la misma máscara que en la fiesta del joven maestro Wen, solo para que nadie en la ciudad lo reconozca.

Wen Rouhan por su parte, invito a sus amigos para tomar en las orillas de la montaña, dónde un pequeño puesto de licor y comida se asentaba, al principio ellos pensaron que no tenían un pretexto para bajar de la montaña, no fue hasta que Wen Rouhan les prometió decirles ya cuando estuvieran ahí, támbien que si lo acompañaban el pagaría los gastos de todos, así fue como los convenció de ir junto a él. Ya tomando unos tragos por la tarde, aquellos que lo acompañaron por fin le preguntaron el porque, su respuesta fue más rápido de lo que pensaban. El joven maestro Wen les contó la triste historia de como su padre lo está obligándose a casar con una mujer que no siquiera conoce, eso fue porque el líder Wen quería ver qué su hijo tuviera a alguien a quien pueda heredar su puesto mas adelante, y conociendo lo, si solo lo decía este deseo no sería cumplido, por lo que hace unos días consigo a una bella mujer Omega, un estatus no tan alto como el de ellos pero aún así era suficiente como para arreglar un matrimonio entre esas sectas, Wen Rouhan fue informado después de que su padre y el líder le la otra secta se pusieron de acuerdo para el día de la boda, en pocas palabras el no tuvo la oportunidad de decir su opinión, solo fue arrastrado a algo que no quería, en muchas partes decepcionado porque esto se alguna u otra manera se enteraría Lan Qiren, quien sabría que este fue el primero en enterarse, incluso mucho antes de que Wen Rouhan, pues el líder anuncio esto a todas las sectas más grandes, principalmente, para después de que su hijo estuviera nuevamente en Qishan, daría a conocer esta información a todas las sectas.

Así que por esta razón fue por la que Wen Rouhan quería haogar sus penas, las personas a su lado sabían que el tenia a una persona quería y especial, solo que nunca supieron si nombre y tampoco habían preguntado, así que lo acompañaron hasta altas horas de la noche, cuando unas bellas damas habían llegado invitándolos a tomar junto con ellas, las cuatro personas, incluyendo a Wen Rouhan, ya estaban un poco sonrojados por el vino y hace rato habían perdido sus cables, asi que solo les dijieron que si, aún sin importarles lo que habrían dicho.

Aquellas damas estaban vestidas con ropas rojas apretadas, dejando al descubierto parte de su pecho, muy apretados y grandes, ambas eran betas y parecía que tenían un nivel básico de artes marciales, por lo que no eran niñas indefensas, estás tomaron junto a los demás,  pegando se más a Wen Rouhan, quien realmente no le daba atención, estás le hablaban y el no respondía, solo fue hasta que se harto cuando por fin miro a la joven parada delante de él.

Necesitan algo?— este parecía aún tener un poco de capacidad mental de si mismo, no como sus compañeros que ya habían caído o ido a vomitar por algún lado.

Solo le decía a mi hermana menor que, parece que el hermano mayor necesita refrescarse un poco, que tal si vamos a algún lugar y nos divertimos en privado?— su vos era con un tono seductor, sus brazos largos se enrrollaron en el cuello de Wen Rouhan, acercándose más a éste, al punto de tener solo unos cuantos centímetros de distancia, teniéndo lo cerca logro estar al alcanze del licor que el mayor tomaba, vertiendo algo en éste, luego dándose lo para que lo beba, así este solo lo tomo entre sus manos lo bebió, aún tenía una muy buena cantidad de licor en su sangré, no sabía que hacer y al tomar un trago quedó totalmente mareado, aquella sustancia no era nadamás que un polvo que las mujeres de los burdeles usaban para atontar a sus clientes y sacarles mas plata.

Yo...— Wen Rouhan fue callado por el delgado dedo que había puesto la otra dama que estaba a aún lado, ella sonrió y después vio que la que sostenía el cuello del mayor le había dado una mirada despresiativa, así está se retiró dejando solos a las dos personas a abrazadas.

La Farsa De La Familia LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora