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La rubia muchacha reconoció casi al instante a la persona que se paraba con ímpetu en frente de su escritorio. Nadie además de Hyunjin podía llegar a su casa, hacer resonar el suelo con cada pisada y tirar un recorte periodístico en frente de los apuntes de Solar con tanta dramatización.

—Bae Joohyun —fue lo único que dijo con los brazos cruzados sobre su pecho.

—¿Disculpá? —cuestionó Solar la actitud del menor.

—Perdón, quizá la conozcas como Irene —respondió Hyunjin, y algo dentro de la cabeza de Solar pareció hacer clic —. Fue ella la que hizo el artículo, mirá.

Hyunjin señaló con su dedo índice el papel que de mala forma había tirado encima del escritorio. Quizá se arrepentía un poco de haber llegado tan bruscamente, pero Solar no parecía tener ganas de reclamárselo. En cambio, leía el recorte con toda su atención, frunciendo levemente las cejas y abriendo los ojos cuando llegó al final.

—¿De dónde sacaste esto?

—Es la primera plana de un diario nacional —se sentó en frente de Solar, quien aún mantenía su expresión confundida —. Esta mujer es la tarotista más conocida del país y este artículo es viejísimo, como del 2014. ¿No te hace ruido que una teoría tan absurda sea propuesta por una bruja del nivel de Irene y llegue hasta la portada de diarios nacionales?

Solar quedó muda. Aún después de procesar la información que Hyunjin le había dicho, había algo que no entendía.

—¿Entonces, si el artículo es viejo... cómo llegó a nuestro diario, y con tu nombre?

—Lo encontré en el estudio, seguramente se le traspapeló a alguien y lo terminó poniendo en primera plana y con mi nombre, porque es la sección que me pertenece. Pero eso es lo de menos —habló rápido y le quitó importancia con su mano. A continuación, se acercó más a la mujer, como si quisiera contarle un secreto, y con una mirada determinada, exclamó: —. Del uno al diez, ¿qué tan imposible es la teoría de las almas gemelas ahora?

La muchacha apoyó la frente en su mano. Respiró profundamente e hizo el intento de poner su mejor sonrisa.

—Sos obstinado, Hyunjin —le dijo. Definitivamente no era la respuesta que el chico esperaba obtener —. No importa que esa suposición la haya hecho la bruja del más alto nivel, porque sigue siendo tan solo eso: una suposición. No tiene hechos en los que basarse.

—¡No, no! ¡Esperá! —exclamó apurado cuando vio que Solar tomaba su lapicera para volver a centrarse en sus apuntes. Esta lo miró de mala manera pero lo incitó a continuar —¿Qué pasa si sí tiene hechos? Para empezar, ¿cómo asoció, en principio, una cosa con la otra? ¡Algo tiene que saber, Solar!

—Mirá, pibe —comenzó a hablar Solar soltando bruscamente la lapicera sobre el cuaderno. Señalaba el rostro de Hyunjin con su uña color rojo pasión a medida que pronunciaba sus palabras —. A Irene la conozco desde que estábamos en secundaria, y te puedo asegurar que no le podés creer nada de lo que te dice. Siempre le gustó engañar a las personas y hacerles creer cualquier boludez, pero si vos querés ir a meterte con ella y preguntarle cosas, mambo tuyo. No soy tu niñera.

Hyunjin nuevamente se sentía en su lugar de niño pequeño siendo regañado. Más bien, siendo advertido: Solar tenía ese rostro y ese tono en la voz que básicamente le decía "te lo dije" incluso antes de que pasara algo malo. Sin embargo, Solar tenía razón en otra cosa: Hyunjin era un obstinado. Así que apenas ella terminó de dar su discurso, se levantó de su asiento sin decir ninguna palabra, caminó hasta la puerta e incluso cuando la mujer detrás suya le gritó "¡Mercurio retrógrado! ¡No hagas boludeces!", siguió caminando bajo las luces que recién se prendían en el vecindario y el gélido viento característico de mitades de verano.

moles 》hyunsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora