#14

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Tan pronto como Hyunjin estuvo completamente desnudo se adentró en la bañera, mirando para el lado donde estaba la canilla y con la flor metálica sobre su cabeza, mientras que Jisung, quien tenía sus muslos ya haciendo contacto con el agua tibia, se removía un poco hacia adelante para que la gran contextura del mayor terminase de caber en el espacio reducido. Si Hyunjin no hubiese cumplido aquel favor, para Jisung solo sería muy grande.

El más alto había elegido el lado izquierdo de la bañera debido a que era el único de los dos que conocía de memoria la forma en la que la canilla de agua caliente funcionaba, después de todo, había vivido allí toda su vida. Abrir la llave de agua era casi un reflejo para él, estaba tan acostumbrado a emplear mucha más fuerza de la que debería en una sola de las dos canillas que hasta lo hacía sin pensarlo, a diferencia de Jisung, que no quería darse la vuelta, pero que sentía como los músculos de Hyunjin se tensaban a través de su espalda.

Las rodillas de ambos estaban flexionadas lo más que sus cuerpos les permitían pero aún así habían breves e involuntarios choques de pieles que a Hyunjin lo hacían estremecer, mientras que Jisung luchaba por no alargar demasiado el contacto y así quedar en evidencia ante lo necesitado de calidez que se encontraba. Hyunjin ya estaba haciendo suficiente por él, lo menos que quería era ponerlo incómodo.

Sin embargo, Hyunjin parecía de todo menos aquello. No hablaba, pero respiraba tranquilamente. Cada tanto apoyaba su mentón en la punta de su rodilla, provocando que un par de olas pequeñas chocaran contra sus piernas. Jisung realmente agradecía que no hiciese ninguna pregunta, porque no sabría qué responder.

El joven de cabello castaño se dedicó a examinar los envases de shampoo y acondicionadores como si fueran lo más interesante del lugar. Aquella situación le hacía recordar a cuando, en sus días de niñez, solía ir al baño y sentarse a leer las instrucciones del primer producto que encontrara, porque la hora de la siesta siempre era durante la cual más se aburría. Aunque, de vuelta al presente, se dio cuenta de que no hacía aquello porque no tuviese nada mejor que hacer, sino porque prefería concentrarse en las interminables descripciones en tres idiomas en vez de en Hyunjin, a quien tenía como Dios lo trajo al mundo a tan solo unos centímetros.

No es que estuviese incómodo. De hecho, le contentaba estar metido en una tan apretujada bañera porque la otra persona que respiraba más cerca de a lo que acostumbraba le impedía que sus pensamientos tomaran caminos que no estaba seguro de poder recorrer. Y más en esta situación concreta, donde el sueño que lo había despertado lo hubiese terminado de volver loco si pasaba un solo segundo más en la penumbra solitaria del cuarto. Inhaló con fuerza y ambos ojos cerrados, por nada en especial, sino porque aquella era una forma de disfrutar más a fondo el aura de tranquilidad que irradiaba la medianoche. Sintió a Hyunjin inflar su pecho también.

—¿Te acordás el otro día, cuando salí corriendo de tu casa? —su boca iba a mayor velocidad que su razonamiento. Tuvo, durante unos segundos de sepulcral silencio, la esperanza de que Hyunjin haya estado tan ensimismado en las gotas de agua que se deslizaban cada tanto a través de la canilla como para prestarle atención. Pero para su mala suerte (o buena, aún no lo tenía demasiado claro), el muchacho exclamó un sonido desde el fondo de su garganta para hacerle saber que lo estaba escuchando. Jisung no tenía otra opción que seguir —Irene, la bruja que te ayudó, es mi hermana. No me fui por eso, realmente no me importa lo que haga con su vida... el problema es cuando algo que hace me incumbe a mí también.

Hyunjin no produjo ningún sonido. Por lo pesado que se había vuelto de repente la mudez en el ambiente, Jisung dio a entender que su compañero no sabía a qué se refería. Y como no era su intención hacer alguna pregunta fuera de lugar que provocase el derrumbe de lo que venía siendo el momento más pacífico de Jisung, se quedó estático, a la expectativa.

moles 》hyunsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora