Presiono mis labios juntos, mi papá no ha tenido la delicadeza de aceptar la mano que Kyle le ofrece, y este último no pierde la sonrisa, ni baja la mano, podemos decir que es un optimista o un idiota. Bueno, yo sé que es algo idiota, pero no sabía que no lo afectaba en absoluto ser rechazado.
—¿Quién eres?— pregunta mi papá una vez más mientras observa la mano de Kyle, es la tercera vez que hace lo mismo, yo solo pongo los ojos en blanco, se me acaba la paciencia, ¿se puede ser más infantil?
—Soy Kyle Adkins, señor, un gusto en conocerlo— él sigue con su mano estirada, con su postura recta y con su sonrisa imborrable, mi mamá lo mira con una sonrisa, parece encantada por ello.
—¿Quién eres?— resoplo ante las palabras de mi padre, el comportamiento de Robert White me está hartando.
—Su nombre es Kyle Adkins— digo ocasionando que todas las miradas se posen en mí.
—No te lo pregunte a ti— mi padre me mira mal.
—Bueno, pues parece que a mi sí me entendiste— puedo sentir mis cachetes arder y calor en la nuca.
Sé que tengo rabia, sé que no quiero que sean desconsiderados con él, sé que solo quiero ser yo quien lo moleste y sé que le estoy hablando con mano firme a mi papá y no me molesta, lo tomo como si lo corrigiera por su mal comportamiento, que obviamente está teniendo.
Mi padre alza una ceja y resopla, luego se voltea hacia Kyle y finalmente toma su mano, hace lo mismo que John, la aprieta con más fuerza de la necesaria, pero Adkins ni si inmuta, sigue con su sonrisa. A eso le llamo voluntad de hierro.
—Un gusto señor White— Kyle sacude su mano y la empieza a alejar de la de mi padre.
—No puedo decir lo mismo— es la respuesta.
—¡Robert!— mi mamá lo mira mal e incluso da un paso atrás cuando mi padre intenta tocarla.
Definitivamente Kyle tiene a su favor a una aliada muy poderosa, no puedo evitar sonreír, mi mamá nunca me decepciona, ella es quien manda en esta casa.
Nos sentamos todos a la mesa, mi papá toma su asiento en uno de los extremos, justo al lado de John. Tomo aire, definitivamente estaba actuando como un niño pequeño, en vez de sentarse donde usualmente lo hace, lo hizo en el lado contrarío, todos volteamos a verlo, se hizo en el único lugar de la mesa donde no hay un plato.
—No sé si tengo un esposo o un hijo más— murmura mi mamá en mi oído, yo diría que tiene un esposo infantil, es la mejor forma de definir su comportamiento.
No recuerdo que haya hecho tanto show cuando Leslie nos presento a Sandy, incluso admiro su altura y deporte, era como si ese hubiera sido su yerno perfecto entonces ¿qué tiene de diferente Kyle cuando ni siquiera somos una pareja formal? Solo coqueteamos, y mi mamá fue quien sugirió que él conociera a la familia.
Mi querida madre, en vez de sentarse junto a mi padre como siempre lo hace, se sienta en la cabecera contraria, frente a mi padre, como un par de titanes que se preparan para la pelea final.
—Sientate aquí, Ellie— mi mamá me señala la silla junto a su lado.
No dudo en hacerlo, en el proceso tomo el brazo de Kyle y lo arrastro tras de mi para que se siente en la que antes era mi silla. Para mi sorpresa, y la de todos, John se pone de pie y se sienta junto a Kyle.
¡Gracias Jean, has creado a un dúo destinado al desastre! No me quejo, al menos será divertido verlos interactuar.
Por un momento todos permanecemos en silencio, no muy seguros de que hacer. Mamá, como siempre, es quién rompe la atmósfera tomando un bol lleno de ensalada, agregando un poco a su plato antes de pasármelo a mi.
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Citrus
RomanceKyle Adkins no es el típico chico malo y él lo sabe, es más amable que molesto, más intenso que sutil y definitivamente más atractivo de lo que debería; Elleri White lo sabe muy bien y tal vez por eso siente odio a primera vista, o tal vez solo sea...