Capítulo 23

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Frunzo el ceño, la verdad es que no entiendo muy bien lo que quiere decir con "así eres tú", pero supongo que en su mente ello tiene sentido, así que lo dejo pasar.

Jay solo nos mira recostado al lado de la puerta mientras toma su bebida de limón, a él no lo oigo quejarse de la acidez de la bebida, supongo que le gusta o simplemente no tiene tiempo para quejarse sobre las cosas de la vida que no puede cambiar, no podemos decir lo mismo de Kyle Adkins.

—Solo que tú puedes ser así, como un limón, pero no hay nada que un poco de endulzante no pueda solucionar— aunque los ojos de Kyle gritan "recién levantado", su sonrisa parece muy despierta e incluso luce tranquilo.

—Nunca me habían comparado con comida, pero gracias, supongo que el limón es una buena forma de definirme— me encojo de hombros y sigo comiendo, no tengo ganas de ponerme a discutir, y Adkins no parece en un estado racional para hacerlo.

Seguimos comiendo un rato más en silencio, pero yo no dejo de mirarlo, no tengo claro si es por sus ojos hinchados, por las lagañas en sus lagrimales, por su pelo despeinado, por su camisa arrugada o por el hecho de que me ha comparado con un limón, pero simplemente mis ojos no se despegan de él, ni siquiera para mirar mi plato y ver que estoy comiendo.

Es extraño, cuando estoy con él mis pensamientos solo giran en torno a él y todas las formas de molestarlo que puedan existir ¿es ello algo malo? ¿Significa que hay algo que no está funcionando bien conmigo? A su alrededor dejo de pensar en mis problemas y por un breve momento no soy alguien con un pasado que no la deja ser completamente normal, por un momento soy una adolescente más con un enamoramiento en un chico lindo con pinta de chico malo, pero que en realidad es dulce, me pregunto si lo suya también es una máscara que se pone para protegerse del mundo.

Me gusta su cara, es linda, cuando sonríe sus ojos brillan como si él fuera el único que supiera el secreto, sus cejas gruesas y oscuras enmarcan sus ojos que a veces quisiera mirar más de la cuenta, pero por mi orgullo prefiero apartar la mirada, luego está su mandíbula cubierta levemente por el nacimiento de algo de barba, su nariz recta y sus labios de un rosa pálido son una buena mezcla, supieron que ingredientes mezclar para crearlo, no como yo que siempre resulto matando al bartender del juego de mezclar cocteles.

—Te perdimos— parpadeo rápidamente y enfoco la cara de Kyle como consecuencia a su llamado.

—No, solo estaba pensando— tomo un sorbo de mi bebida.

—¿Pensando en lo hermoso que es mi rostro?— dice él en tono juguetón.

—Sí— respondo.

Se queda en silencio y me mira como si no comprendiera lo que acaba de pasar, o como si no comprendiera que acabo de admitir que estaba pensando en que tiene un rostro atractivo, no me arrepiento, no es como que él me gustara, solo pienso que tiene un rostro atractivo.

—¿He escuchado bien, Jay?— Kyle le pregunta a mi guardaespaldas, como si eso fuera a cambiar las palabras que salieron de mi boca.

—Sí, ha escuchado bien— un trago más a su bebida, a veces quisiera ser como Jay y mantener la compostura mientras luzco bien y tomo algo.

Kyle deja la comida a un lado y se pasa las manos por la cara, se pega un par de palmadas en las mejillas, como si ello lo fuera a despertar de algún tipo de sueño extraño que está teniendo mentalmente en este momento.

Yo solo me encojo de hombro y termino de comer mientras él sigue buscando despertar de su sueño, le deseo suerte en ello. No se puede despertar de la realidad, ya lo he intentado varias veces y no resulta.

—¿Soy atractivo para ti?— Kyle Adkins sigue en negación y eso que solo dije algo simple.

—Si no lo fueras, no hubiera hecho ningún tipo de trato contigo— me pongo de pie con los platos en mis manos.

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