Capítulo 21

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Zee:

Pasé todo un fin de semana buscando excusas para llamar a Saint, para saber qué hacía y si me necesitaba para algo, despejé mi mente solo yendo al gimnasio, era la única manera de sacar al hermoso hombre de mis pensamientos.

No resultaba de la forma en que quería y la fiesta a la que fui obligado a asistir anoche, estuve toda la noche con un genio de mil demonios, ni siquiera intenté tratar bien a la perra de mi prometida, simplemente no estaba de ánimo para fingir, no esa noche.

Pero al fin se había acabado ese tormento, hoy me levanté con todas las ganas que me faltaron este fin de semana, me vestí lo mejor que pude, sin parecer recargado y cuando arreglaba mi cabello frente al espejo, tenía tanta ganas de decirme que dejara de actuar como un completo imbécil, arreglándome como si fuera a ver a una novia en la escuela, cuando no estaba más lejos de la verdad.

Me arreglaba para el hombre más hermoso del mundo, que digo mundo, del planeta, ese que es el único que puede captar mi atención por completo en cuanto entra a una habitación, pero también es el hombre que es novio de uno de mis amigos y eso si que era algo jodido.

Aunque algo vino a mi mente, soy Zee Pruk y no tenía que importarme nada de eso, no tenía a Saint interesado en mí porque actuaba como alguien débil e inseguro, nunca fui así, así que no lo sería e este momento.

Así que con esa confianza salí de mi apartamento con el maletín en mi mano, en el ascensor respondí correos importantes como era mi rutina antes y después caminé con toda la arrogancia que me causa saber que soy el mejor en mi trabajo en dirección a mi increíble carro.

Todo el camino a la firma me sentía mejor de lo que lo había hecho en mucho tiempo, más seguro de mí mismo, más lleno de confianza, como si algo cambiara en mi mente, no soy el hombre débil que ha estado usando mi cuerpo, nunca lo fui, no iba a empezar ahora a actuar de esa forma.

Para cuando llegué a la firma tenía un mensaje que decía que debíamos ir a la sala de juntas, así que cuando llegué al piso donde está mi oficina, solo entregué mi maletín a mi secretaria y después fui donde se me había llamado.

Cuando entro me doy cuenta que los tres diamantes estaban ahí, de pie susurrando cosas y eso ciertamente creó la duda de si ellos de verdad duermen en este lugar, pareciera que siempre se les puede ver aquí, serán grandes abogados cuando tengan sus títulos.

-buenos días- digo con tono seguro y los tres se giran a mirar en mi dirección.

-buenos días señor Pruk-

Comenta el chico hada, Gulf por su parte solo gira su vista de mí, sé que el tipo me sigue odiando, pero Saint me regala una sonrisa gigante y brillante, en serio, Saint tiene la sonrisa más hermosa que haya visto antes.

-hola Li Hai, ¿sabes para qué nos citaron aquí?-

El solo hecho de que me llame Li Hai otra vez se siente como si fuegos artificiales explotaran en mi pecho, lo ha estado haciendo desde que ganamos el caso Scott, pero aún se siente como la primera vez.

-la verdad no lo sé Saint, también recibí un mensaje que decía que debía venir aquí- respondo con honestidad y él asiente.

Me muevo hasta una de las sillas y tomo asiento antes de sacar mi celular para seguir revisando mis correos, ellos vuelven a sus susurros, pero no puedo escuchar de que va todo, cuando la puerta se vuelve a abrir no levanto mi cabeza, solo espero la reacción de los pasantes para saber de cual de mis amigos se trata.

Amando lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora