cuarenta y dos

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Manuel durmió hasta el otro día, Mateo se quedo despierto y se durmió de nuevo en la madrugada, arrancaron el día a las diez de la mañana;con el mate y tostadas.

— ¿nos tatuamos? — pregunto Vainstein mordiendo una tostada, Mateo lo miro confundido — podríamos tatuarnos "M&M" —

— ¿m y m? —

— Mateo y Manuel — rió por la explicación, Palacios asintió y empezó a pensar un lugar donde hacerlo — ahora estoy pensando si es una buena idea —

— yo creo que si — sonrió — me lo voy a hacer en el tobillo —

— re lindo, yo en la nuca —

Los dos se quedaron hablando cosas de el tatuaje e hicieron un diseño tipo grafitti, que representaba también la primera obra que le leyó Manuel a Mateo. El día estaba nublado, caminaron hacia la casa de tatuajes conocida por Mateo, el primero fue él, si bien los dos tenían miedo, se mandaron de una, les quedo flama.

— que manera de hacer locuras — dijo Vainstein al salir de el lugar, le gusto como le había quedado, estaba contento — Mateo...—

— ¿que? nos quedo flama — rió

— nada, deja — sonrió y entraron al restaurante que tenían pensado ir — somos dos crotos — dijo viéndose la ropa — ¿vamos a ugi's? — los dos se levantaron y fueron hacia la pizzeria, comieron para después ir a dormir la siesta; de nuevo.


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