CAPÍTULO 2: Bajo tierra
Su mente era un agujero negro en el que los recuerdos se iban mezclando junto a las sensaciones. Felicidad, alegría, cansancio, dolor, tristeza... todas se sucedían tan rápido que creía que la cabeza le iba a estallar en cualquier momento. Su cerebro enviaba constantemente señales a su cuerpo para que reaccionara, pero el peso que sentía sobre él era demasiado grande. No era capaz tan siquiera de abrir los ojos.
¿Qué había ocurrido? ¿Dónde estaba? ¿Por qué todo era tan confuso? No eran más que las cientos de preguntas que se sucedían sin cesar por su cabeza. Necesitaba respuestas, no obstante, le era imposible moverse para conseguirlas; le resultaba frustrante. "Cálmate Aster, piensa en lo último que recuerdes" se dijo a sí mismo para no caer en la desesperación. Respiró hondo y soltó el aire de golpe, centrando por completo su mente en un solo recuerdo: la ceremonia de traspaso de poderes.
Caminaba por el pasillo de Shadowheart, podía oler el dulce aroma de Jessica que le observaba entre la fila de sirvientes del gremio. En unos minutos podría anunciar su relación con ella, era feliz, pero por otro lado estaba nervioso. Su padre le examinaba de arriba a abajo con disgusto, como si esperara más de él. A su lado, Kate sonreía como siempre. Era la única luz que había en el gremio, ese pequeño rayo de esperanza que en muchas ocasiones le había ayudado a seguir adelante. No era más que una cría, pero su hermana era tan justa y leal que hasta su padre temía lo fuerte que podría volverse.
No, no debía seguir por ese camino, tenía que recordar qué había ocurrido. Volvió al transcurso de su pasado: se encontraba ya de cara a todos los miembros del gremio que le observaban con devota admiración. Sentía una mezcla de placer e incomodidad. Alguien le dio un tirón a sus ropas: Kate. Se agachó a su lado y e intercambiaron unas palabras que no era capaz de recordar. Hizo un gran esfuerzo, pero había un vacío en su mente que no podía rellenar. Y luego todo estalló. Eso era, algo detonó la sala en la que estaba a punto de tomar el poder de Shadowheart
Una repentina sensación de pánico le invadió: las personas a las que más amaba se encontraban allí, necesitaba levantarse y ver que estaban a salvo. Sus párpados se fueron abriendo lentamente, le parecía que pesaban el doble de lo normal. Quería cerrar los ojos de nuevo y dormirse, estaba muy cansado. Sin embargo no iba a rendirse, no hasta que viera el rostro de su amada y su hermana. Sus pupilas escrutaron la oscuridad reinante y pronto se acostumbraron a ella. El gremio permanecía prácticamente a oscuras por lo que no le era difícil ver entre la penumbra. Movió la mano hasta su rostro y entrelazó los dedos un par de veces; por lo menos sentía la extremidad derecha. Arrugó la nariz y un rancio e intenso olor a sangre hizo que se revolviese a punto de devolver. Era un olor demasiado agudo, como si se encontrara sumergido entre litros y litros de dicho líquido rojo. Aquello no hacía más que acrecentar su ansiedad y una opresión se apoderó de él al ver que sobre él no había más que rocas; había sido sepultado bajo las paredes del gremio.
Intentó mover la pierna derecha y el dolor que recibió fue tan intenso que el chillido que profirió hizo que las rocas que le soterraban temblasen. Un par de lágrimas se le escaparon a causa del daño que sufría y se preguntó entonces si aquel olor a sangre no provendría de él. Permaneció allí tirado durante tanto tiempo que perdió la cuenta. Temblaba de dolor y estaba seguro de que, si hubiese habido más luz, su visión habría sido completamente borrosa.
Cuando por fin se recuperó, comprendió que tendría que encontrar la forma de salir de allí sin mover la pierna o moriría por falta de oxígeno. Estaba atrapado y necesitaba salir de allí ya. Palpó con las manos el suelo y el frio le recorrió los brazos. Aun así, hizo un gran esfuerzo por arrastrarse a través del mármol. Afortunadamente, los brazos no habían sufrido más que un par de rasguños y pudo reptar a través de la oscuridad que le abrazaba. Ignoraba por completo hacia dónde se dirigía e intentó deshacerse de la idea de que tal vez se estuviese dirigiendo hacia un destino peor que el que encontraría quedándose allí.
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Dragonwings
FantasyImagina por un momento un mundo donde todo es posible, un lugar en el que la magia es el motor y sus habitantes conviven pacíficamente junto a ella: el reino de Eireen. Años después de la Caída de Aster el Tirano, los diferentes gremios de magos se...