La puerta se cerró a sus espaldas y en la habitación tan solo entraron los rayos lunares, la única luz que le permitía ver en la oscuridad perenne de la enfermería. Heather se acercó a la mesilla que había junto a su amigo y encendió la vela que había dejado el director horas antes. No aportaba gran claridad, pero era mejor que nada. El fuego hizo que el rostro de Alex se viera más pálido que de costumbre y las sombras que bailaban sobre su piel al son de la llama casi adormilaron a la maga. Había sido uno de los días más agitados de su vida y tenía un sueño que le pesaba sobre los párpados, pero aun así necesitaba ver un poco a su amigo. Él desconocía quien era de verdad, el poder que guardaba dentro: Alex tan solo conocía a la Heather Storm de Deretheon, débil e impulsiva. Se preguntó si esa era ella realmente, no Heather Storm el recipiente de Asther.
La reunión con los miembros del Consejo duró varias horas más, aunque Heather desconectó después de descubrir la realidad sobre su identidad, por qué Diana y Shadowheart tenían tanto interés en ella. Tan solo escuchó palabras y oraciones sueltas, además de lo que Luke le resumió cuando salieron. Se acercaba una guerra contra Shadowheart y ambos bandos lo sabían. Ningún miembro lo dijo, pero Heather no era tonta y lo sabía: lucharían por ver quién conseguía a Asther. De formas distintas y para motivaciones totalmente opuestas, mas era lo mismo. Dragonwings quería seguir manteniendo a Asther sometido y Shadowheart todo lo contrario.
Sin embargo, ¿por qué el Maestro no había hablado de sus compañeros? ¿Acaso pensaba dejarles tirados? Implícitamente eran la razón por la que se comenzaría todo, pero nadie los había nombrado en ningún momento y Heather había concluido que se habían convertido en la última prioridad para Dragonwings. Un gremio no debía abandonar a sus compañeros, y menos Dragonwings.
-¿Pelirroja?
Heather volvió a la realidad al oír la voz de su amigo y vio que se había despertado a causa del fuego.
-Ah, perdona, no quería despertarte -se disculpó y se dispuso a apagar la llama, pero el brazo de Alex la detuvo.
-Déjalo, está bien así -dijo él y se incorporó.
Le resultó más difícil de lo que esperaba, aún no se había recuperado del todo y la movilidad no era la misma de antes. A pesar de ello, los médicos que le habían atendido aseguraban que su recuperación estaba siendo mucho más favorable de lo que se esperaban.
-Solo había venido a ver cómo estabas, he tenido una reunión con...
-Sí, los del Consejo, lo sé -interrumpió Alex-. En cuanto acabó Adam se pasó por aquí y me lo contó.
-¿Entonces sabes lo de...?
Las palabras se quedaron ahogadas en la garganta y esperó que el mago comprendiera a qué se refería. Alex suspiró y asintió como si hubiese estado horas y horas tratando de asimilarlo. Heather pensó que tal vez así habría sido.
-Eso no cambia nada, por mucho que quieras seguir pensando que sí -soltó Alex de golpe-. Te conozco lo suficiente como para saber qué crees que esto cambiará quien eres o cómo te trataran los demás. Y, si piensas que lo hará, es que entonces eres tú la que no nos conoces. Sigues siendo la misma idiota impredecible que conocí en aquel callejón huyendo de dos tíos el doble de grandes que ella: eres exactamente la misma Heather Storm a la que invité a Dragonwings hace dos semanas.
Heather sonrió y colocó su mano sobre la de Alex. El chico no la apartó, simplemente le dedicó una mirada estupefacta, sin comprender a qué venía eso. Los ojos esmeralda de la joven pelirroja se habían posado sobre él y le observaban con un afecto que no había visto hasta ese momento.
-No quiero que nada cambie entre nosotros. Nunca.
No era una pregunta ni una afirmación, era una petición entre dos amigos que sabían las futuras batallas que se aproximaban. Las cosas no volverían a ser las mismas después de aquello y Heather necesitaba saber que por lo menos tendría una persona, un simple hecho, al que aferrarse. Era todo su apoyo en ese instante.
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Dragonwings
FantasíaImagina por un momento un mundo donde todo es posible, un lugar en el que la magia es el motor y sus habitantes conviven pacíficamente junto a ella: el reino de Eireen. Años después de la Caída de Aster el Tirano, los diferentes gremios de magos se...