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Los jóvenes lograron llegar a un pequeño local en un edificio pequeño a unos metros del puente. Entraron apresuradamente y bloquearon la entrada con una estantería que estaba vacía.

El mayor inspeccionó la tienda en busca de algún infectado pero para su suerte esta se encontraba vacía.

El otro joven se dejó caer en el suelo y se cubrió el rostro con las manos. No podía creer lo que había hecho. Había abandonado a su hermano.

Soobin se sentó en el suelo de un golpe.

—Estoy comenzando a arrepentirme de fingir estar enfermo cuando corríamos en educación física—se quejó tratando de recuperar el aliento.

El pelinegro no disfrutaba la cantidad de actividad física que debía hacer, no se consideraba alguien muy activo y si alguna vez movió un dedo en un gimnasio se debía a su mejor amiga.

Huening mantenía la mirada plantada en el suelo. Su compañero se fijó en la expresión del menor y se percató de que tenía las mejillas húmedas.

Él tampoco se encontraba bien. De hecho estaba aterrado, su mejor amiga solía mantenerlo al margen, era su pilar, se ayudaban mutuamente.

Soobin era un chico tímido e inseguro, Victoria y él tenían esas cosas en común, ella tenía sus propios demonios, pero era una luchadora y le enseñó al chico de Ansan que sin importar el miedo que te dé, tienes que hacerte valer.

El chico se encontraba extremadamente preocupado por lo que haría a continuación. La chica había sido el cerebro de la operación durante esos dos días, estaba comenzando a anochecer y debían precisar su siguiente movimiento.

Debía pensar algo rápido, él era el mayor ahora y sabía que tenía que ser fuerte por Kai. El maknae se sentía perdido sin su hermano mayor y también se estaba dejando llevar por el miedo.

No conocía al chico de Seúl, pero algo dentro de él le decía que debía protegerlo y él no iría contra su intuición nunca más.

El más alto decidió hablar y calmar el ambiente. No era de los que iniciaban conversaciones pero se encontraba al borde de un ataque de ansiedad y algo le decía que Huening también, entonces trató de romper el hielo.

—Kai—llamó—Estarán bien, ambos son inteligentes.

—¿Tratas de convencerte a tí o a mí, hyung?—preguntó el menor secándose las lágrimas con el dorso de la mano.

Sinceramente Soobin no tenía idea de que contestar, así que decidió hablarle con completa honestidad a su nuevo compañero.

—La verdad, a los dos—Kai lo miró sorprendido. No esperaba esa respuesta por parte del joven—No conozco bien a tu hermano pero por lo que he visto es un chico muy valiente así que no dudo que hará lo imposible por reunirse contigo.

La expresión del maknae se suavizó.

—También sé que Victoria es muy inteligente y fuerte también—continuó—Hacen un gran equipo y ya viste como se protegieron en el puente—se acercó más hacia Huening—El hecho de que nos hayamos separado me preocupa como no tienes idea. Pero sé que ellos darán todo para seguir con vida entonces nosotros también debemos intentarlo.

El maknae tragó saliva. Sus respiraciones aún eran cortas y muy rápidas no sólo por el llanto sino también por lo lejos que habían corrido.

—¿Crees que podemos llegar a Busan sin ellos?

Soobin suspiró.

—Kai, hasta hace un día creía que mi vida era aburrida y ahora estoy golpeando zombies con un bate de béisbol. Lo que yo crea no importa ahora—confesó—Lo que realmente importa es lo que haga. Lo que hagamos juntos, para sobrevivir.

𝗔𝗣𝗢𝗖𝗔𝗟𝗜𝗣𝗦𝗜𝗦  | T᙭TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora