𝗔𝗣𝗢𝗖𝗔𝗟𝗜𝗣𝗦𝗜𝗦 | T᙭T

16

El área del comedor se hallaba en completo silencio. Todos sabían porqué estaban allí, es más se habían tardado en reunirse.

La mesa tenía exactamente seis sillas. A los lados se sentaban Kai y Soobin y Beomgyu y Taehyun, mientras que en los cabezales quienes ocupaban los puestos eran Victoria y Yeonjun.

Luego del inconveniente de hacia varios minutos el mayor del grupo los citó a todos a reunirse allí, con el fin de conversar cosas necesarias que habían ignorado hasta el momento.

Se habían olvidado por completo de la situación en la que se encontraban y pudieron comprobarlo con el susto que habían pasado. Debían recordarse a sí mismos en dónde estaban parados...o sentados en este caso.

Yeonjun suspiró, tenía los brazos apoyados en la mesa con los dedos entrelazados. Aparentemente estaba esperando una especie de aprobación para comenzar, pero ya habían pasado unos minutos y nadie había dicho nada, ni siquiera su hermano quién era conocido por siempre tener algo que decir, o Beomgyu cuyos comentarios inoportunos los habían hecho reír y a él enojar varias veces, así que se autorizó él mismo.

—Deben saber ya qué es lo que vamos a discutir, supongo—comenzó.

Los demás asintieron lentamente y en silencio.

—Nuestra supervivencia—continuó. Pasó una mano por su cabello alejándolo un poco de su rostro—Se acabó el tiempo fuera, tenemos que volver a la realidad y  entablar una estrategia para sobrevivir, ¿si?

De nuevo todos asintieron, algunos dejando un pequeño 'si' salir de sus labios en tono bajo.

—Bien—reconoció el peliazul—Comencemos por las reglas de la casa. ¿Alguien tiene un comentario?

Kai levantó la mano entusiasta y con la cabeza su hermano le otorgó la palabra.

—Deberíamos contar la comida que tenemos—sugirió—Sé que ustedes...—miró rápidamente a Victoria y Soobin, luego volvió a mirar al mayor—han hecho lo mejor para distribuir las comidas, pero sería un poco más fácil si supiéramos cuánto tenemos.

Los demás mostraron estar de acuerdo lo que hizo que el menor sonriera orgulloso. Le hacía feliz sentir que era de ayuda.

—Me parece bien—coincidió su hermano mayor—¿A quién le gustaría encargarse de hacer inventario?

—Yo no—dijo Beomgyu rápidamente—Las matemáticas no son lo mío.

—Bueno ¿alguien más?

—Creo que Soobin podría hacerlo—propuso la joven.

El mencionado la miró extrañado señalándose a sí mismo. Ella asintió varias veces, confirmando que sí se refería a él.

—Yo tampoco soy bueno con las matemáticas...—dijo bajito.

—No, pero eres organizado y paciente—Victoria le sonrió—Si yo tuviera que contar toda esa comida me volvería loca a la mitad y soy relativamente buena en matemáticas.

El pelinegro pareció considerarlo moviendo sus labios cerrados a los lados de manera que sus hoyuelos se hacían visibles.

Después de unos segundos asintió mirando a Yeonjun.

—Está bien, yo lo hago.

—¡Yo le ayudo!—dijo Kai emocionado—Yo lo propuse de todas formas.

—Perfecto—Yeonjun asintió mientras Kai le dedicaba una gran sonrisa al pelinegro—Ahora me gustaría que dejemos ciertas cosas claras sobre la casa. Vamos a vivir juntos un tiempo indefinido así que más reglas de la casa—los rostros de todos cambiaron un poco, pensando qué podían proponer—Los almacenes y las despensas están prohibidas a menos de que notifiquen que van a tomar algo para descontarlo del inventario.