—Hey, hey, Toshi.
—¿Qué?
—¿Seguiste el consejo de Sougo?
Kondou obtuvo su respuesta en forma de un tenue sonrojo, suspiró mientras se cruzaba de brazos, no tenía derecho alguno a criticar los "métodos de conquista" de su amigo. Hijikata no había querido decirles quien era la persona que le gustaba, tan solo les había dado la razón, ni siquiera les especifico género o de donde la conocía pero eso era mejor que nada. Hablaron durante horas de eso, dando consejos y al final Sougo le había dicho algo sobre hacerse el difícil, diciendo un montón de barbaridades sádicas y extrañas. No creyó que su amigo terminará haciéndole caso a ese chico, aunque considerando lo triste que lucia definitivamente era mejor luchar, en eso sí era experto.
Salían del club de Kendo, pues Kondou era el líder desde el año pasado, siendo la espada (aunque falsa) lo que más le gustaba. Sougo había salido temprano, Yamazaki estaba en su propio club y tan solo había ido a acompañar a Kondou, pues el mayor le había pedido ayuda en el club con una demostración para los novatos. Hijikata no quería unirse a ningún club, lo había dejado claro desde el principio pero nunca le negaría la ayuda a un amigo, más un amigo como él.
—No voy a decir nada al respecto, pero espero que no te hagas más daño.
—Estaré bien. Sabes que no soy tan débil, además he pasado por cosas peores.
—Es por eso, Toshi. No quiero que sufras más, has sufrido suficiente.
Hijikata miró el suelo mientras seguía avanzando, luego suspiró y lo miró con una sonrisa, agradeciéndole su preocupación en silencio pero prometiendole estar bien. Kondou le devolvió el gesto y caminó a su lado hasta llegar a la calle donde se separaban, le dió un abrazo y salió corriendo antes de escuchar como lo maldecía, sabía que su amigo no era de contacto. Se quedó unos segundos ahí, mirando la espalda de su amigo cada vez más lejos hasta ya no verlo más.
Giró sobre sus talones y comenzó a caminar hacia casa, tenía que idear más planes, además de olvidarse de sus sentimientos y corazón roto para evitar más daños. Se tocó el mentón mientras miraba el cielo, había oscurecido realmente rápido, llegaría a casa a cenar y luego dormir para levantarse e ir a clases. Toda una rutina. Se sintió extraño por unos segundos, como una mirada sobre su cuerpo, se sentía observado y escuchaba pasos tras él. Miró alrededor con disimulo, nada. ¿Estaría paranoico?
Cuando se adentró al callejón cerca a su casa y sintió un golpe en su cabeza, supo que no era así, al final no pudo escapar de la oscuridad que lo cubrió.
La familia Hijikata nunca fue perfecta.
Habían muchos rumores rondando a su alrededor, comenzando con el primer hijo; algunos decían que había sido vendido a una familia rica, otros que había sido abandonado en un orfanato o un basurero cercano, otros especulaban que lo habían matado tras escucharlo llorar tan seguido pero algo era seguro, sí habían tenido un primer hijo, pues los vecinos aseguraban haber visto a la mujer embarazada y haber escuchado el llanto de bebé durante algunos días después de que la panza de embarazo desapareció, después ya no más llanto ni bebé a la vista.
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¡Sakata-sensei! [Ginhiji]
RomanceÉl es un maestro flojo. Él es un alumno rebelde. ¿Cómo terminará su historia? >Ni los personajes ni las imágenes me pertenecen. Solo la historia. >Es Gintama, así que no le busquen mucho sentido.