Mi Omega V: Mi inocente omega «KrisTao»

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YiFan entró silenciosamente a su casa, siendo las dos de la mañana, habiendo tardado más de la hora promedio en el viaje, debido a una que otra parada, en algún restaurante de comida rápida, en el camino a casa; la gran mansión estaba a oscuras, sus padres muy seguramente dormidos, y su hermana mayor posiblemente ni siquiera estaba allí, con suerte, la mayor aún estaría en casa de Zhang, trabajando.

Ella era una verdadera molestia cuando quería; ellos no eran necesariamente cercanos, pero tampoco eran desconocidos, aun así, su relación de hermanos era muy extraña. Wu Qian era la hija primogénita del líder Wu, una omega, y la hermana mayor de YiFan por una diferencia de dos años, aunque al igual que YiXing y Tao, Qian era la cría de la anterior señora Wu, una omega que murió hacía ya mucho tiempo, antes de que el líder encontrara a su pareja destinada, la madre de YiFan.

—¿Dónde estabas? –cuestionó la mayor, atrapándole mientras robaba una cerveza del refrigerador, a lo que suspiró derrotado, rodando los ojos antes de cerrar la puerta del refrigerador, y abrir la lata.– Padre estuvo preguntando por ti durante horas, y tu madre no dejaba de regañarme por no saber dónde estabas.

—Ese no es mi problema, Qian; donde estoy, y lo que hago, dejó de ser su problema desde hace mucho. –bufó, pasando junto a ella, tomando un largo sorbo a su lata, hasta que su brazo fue sujetado por su mayor.

Él, a diferencia de muchos otros alfas, no golpeaba a lo omegas, o les trataba como la mismísima mierda; su mejor amigo era un omega, e incluso, su pareja lo era, además de que, tenía una hermana, y una madre que también lo eran. Ellos equilibran el mundo de los alfas, son la parte más sensible, dulce, y pacífica de todos los cambia formas, un omega lo era todo, y algunos alfas no querían ver eso; los omegas eran más valiosos de lo que cualquier alfa podría llegar a ser, y él realmente los admiraba muchísimo.

Aun así, era un poco brusco a veces, como cualquier alfa, con un temperamento volátil, siendo así que, a pesar de haberse detenido, fulminó con la mirada a su hermana, quien retiró rápidamente su mano.

—Mira, no me importa que culo de turno te tuvo hasta tan tarde, no sería la primera vez, pero ellos creen que es Lay, y yo sé que no es así. –gruñó, el miedo apareciendo brevemente en sus ojos, sabiendo que su hermano no le haría daño.

YiFan era muy alto, aún más para la edad que tenía, y su expresión siempre seria daba a entender que era un tipo peligroso, caminando por una línea muy estrecha en lo que sería, un asesino serial, o alguna especie de agente secreto.

—Solo diles que salí, y es todo. –escupió, girándose nuevamente en lo que iba a su habitación; él tenía un humor de mierda, y había sido así desde siempre, tratando mal a todos quiénes estuvieran a su alrededor, más o menos, a excepción de YiXing, y ahora, Tao.

Qian tan solo suspiró pesadamente, tras verle irse, temblando ligeramente, aun sintiendo la fría mirada de su menor; a pesar de que eran hermanos, ellos eran completamente diferentes, y no solo hablaba del físico, sino que, tenían pensamientos muy diferentes respecto a ciertas cosas a veces, y eso llegaba a ser frustrante.

Kris, por su parte, gruñó bajo una vez estuvo solo en su habitación, viendo como su obstinada erección parecía volverse más, y más grande, haciendo que su parte humana se sintiera culpable, pero que su parte animal tomara el control de la situación. Antes de darse cuenta, estaba recostado en su cama, su cerveza reposando en su mesa de noche, mientras él bombeaba duramente su eje; si lo pensaba seriamente, tener fantasías sexuales con su compañero, técnicamente no era un crimen, ¿cierto?

«No, eres un maldito enfermo.», le dijo su subconsciente, y él realmente no pudo negar aquello, más aún, no detuvo el movimiento de su mano, estando demasiado cerca de su liberación; había estado duro por más de dos horas, ¿cómo es que lo soportaría durante doce años más?