• O9 •

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—Muy bien, joven Wu, creo que tiene varias cosas que explicar. –dijo el oficial, sentándose frente al alfa, quien estaba esposado en una mesa, siendo interrogado, alejado de su cachorro.

Bueno, mierda, estaba jodido, realmente jodido; había estado cuatro años cuidando de ZiTao, aguardando hasta llegar a casa para poder besarlo, y en un segundo todo se fue a la mismísima mierda misma.

Estaba arruinado; los últimos meses habían sido una completa locura, empezando por el hecho de que YiXing había estado embarazado nuevamente, después de cuatro años, y junto a JunMyeon comenzaron a verse más como un matrimonio, hasta que todo volvió a arruinarse, debido a que el líder Zhang había regresado, tomando a YiXing de rehén esta vez.

Im YoonAh, o bueno, Yoona, era una omega lobo, una modelo que les había causado más problemas que otra cosa durante meses; había sido una obsesión, tal vez, o un simple plan para atrapar a JunMyeon, pero ella había logrado que Zhang llegara a ellos, llevándose a YiXing para torturarlo, y hacerle perder al cachorro.

Fueron tiempos duros para el líder de Exo, y su pareja, al igual que para dos pequeños cachorros en particular; Kim JongDae era un huérfano ahora, un alfa, sus padres habían sido miembros de la manada, e intentaron proteger a YiXing del viejo Zhang, sin poder lograrlo, y Kim MinSeok, un omega, y sobrino de Yoona, había tenido la horrible suerte de estar en el lugar equivocado, en el tiempo equivocado, quedando también huérfano, una vez más, por culpa de Zhang.

JunMyeon, y YiXing los adoptaron, ahora teniendo a tres hijos de cuatro años, a la espera de un nuevo cachorro que nacería para enero, su segundo hijo biológico; ahora bien, ¿cómo todo aquello terminó, con él a punto de ser puesto tras las rejas?, bien, eso es fácil. ZiTao tenía doce años, y fueron atrapados besándose en la calle pública, más o menos, si un callejón oscuro, en donde nadie estaba pasando, cuenta como un lugar público realmente.

Desde hacía, más o menos, cinco años que él sufría por Tao, teniendo sus noches de luna, llenas de dolor, porque no podía encontrar satisfacción alguna, terminando con él paseando por la ciudad en busca de alguien con quien pasar sus lunas; habían pasado varias semanas en las que Tao se negaba a hablarle, claramente enojado con él, todo gracias a un olor ajeno impregnado en su piel.

Tao había pasado por su primer celo, siendo aquella la peor semana de toda su vida; el menor no sabía lo que pasaba con su cuerpo, comenzando con un extraño dolor muy dentro de su cuerpo, y que sus zonas íntimas estuvieran húmedas, ahora sabiendo lo que era una erección.

YiFan no había tenido oportunidad de defenderse cuando, ni bien el menor sintió otro aroma en él, prácticamente escuchó el joven corazón romperse; Tao le había gritado como nunca antes, y vio la traición en sus ojos, haciéndole sentirse culpable, hundiéndose en un enorme agujero ante sus “Mentiroso; te odio.”, y lo peor era que, no podía hablar con su mejor amigo de ello.

La verdad era que, desde que conoció a su omega, no había tenido sexo; no podía soportar el tacto de otra persona, no en algo sexual al menos, y durante las noches de luna llena, a pesar de tener una obvia erección, se la pasaba en algún bar, matando el tiempo en juegos de cartas inofensivos, o en el billar, con algunos humanos, porque ¿que cambia formas, mayor, o con la edad suficiente, pasaría su celo sin sexo?

Solo él, por proteger a su pareja, pero, aun así, cometió el terrible error de acercarse a algunas humanas en sus juegos, logrando capturar sus aromas, y dejándole en un terreno desconocido con su pareja; ZiTao nunca había estado enojado con él, no de aquella manera, y estaba aterrado ante la idea de que el omega ya no lo quisiera.

Mi Omega V: Mi inocente omega «KrisTao»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora