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Sana de cierta manera comenzaba a sorprenderse de encontrar pequeños lugares donde no hubiera un gran flujo de personas pero de buen aspecto y que decir de las delicias que brindaban, sin duda, Sana debía explorar más.
—Lo siento Jihyo, ¿Esperaste mucho? La oficina era un desastre y no podía irme hasta arreglar todo.—Tomó asiento frente a la chica, era poco decir que el look de oficina le favorecía con creces.

—Tranquila Sana, no llevo mucho, también tuve algunos inconvenientes en mi trabajo.—Dos americanos con hielo y el tema de hizo presente.—¿Qué necesita está vez mi novia para pedir ayuda?.

Tal vez el café se había tardado más en ser preparado y llevado a la mesa que en ser bebido y escuchar la historia que tenía la castaña.—En pocas palabras, por eso te llamé.

—Si eso es en pocas palabras no quiero saber cómo es en las palabras exactas, vaya que tenías un cuento de hadas con esa chica, hasta yo quiero golpearla ahora.— comenzaba a dudar en que esa chica no tuviera poderes para aligerar el ambiente y hacerla sentir increíblemente cómoda haciéndole reír.

— ¿Crees poder ayudarme mañana en la noche? Adoro al señor Kim, pero si no lo hago cambiar de idea, la cena se tornará muy incómoda por verlo querer "ayudar".

— Tranquila, mañana en la noche estaré allí, no sabrán que los golpeó.

Podrían haber seguido hablando por más tiempo, pero tal parecía había otros planes, confirmados cuando el teléfono de la rubia comenzó a sonar.— Lo siento debo contestar.—Cuando estuvo por levantarse la japonesa lo impidió diciéndole no era necesario, haciéndola acceder.—¿Qué ocurre Seulgi, Minyoung está bien?.

Varios minutos pasaron, sin contar con la cantidad de expresiones que la menor hacía hasta finalizar la llamada.
— ¿Está todo en orden?.—Se atrevió a preguntar esperando no sonar entrometida.

—Si, es de la escuela de...mi hija, dijeron que se siente mal.— Se atrevió a confesar en espera de un millón de miradas, las cuales nunca llegaron.— Debo irme Sana, ¿Te veo mañana?

— ¿Quieres que te acompañe? Si es grave no quiero que llegue a más.— A pesar de las dudas que tenía, no podía evitar sentir respeto ante la joven, sin duda un hijo no era sencillo en los tiempos modernos.— Insisto, te llevo y no acepto un no como respuesta, cielo.

— Tu...¿Harías eso por mi?.

— Lo que sea por mi novia, andando.

Subieron al auto rumbo a una de las zonas escolares más tranquilas, una intentando no preguntar nada inapropiado y la otra esperando nada le hubiera pasado a su bebé.

Fake Girlfriend - SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora