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Uno pensaría que el camino fue silencioso, no lo fue para nada.

Minyoung como había descrito su madre, y a juzgar como estaba hablando, parecía no estar cansada en lo absoluto.
— Entonces Minho hizo un gran castillo y a la maestra le gustó, yo dibujé un gran bosque y la maestra me preguntó si era un bosque aterrador.

— ¿Y lo era?.— Preguntó Sana enternecida por la actitud de la pequeña.

— Para los que son malos lo es, para los buenos no.— La niña siguió viendo por la ventana con el mayor cuidado posible, en ese momento Sana agradeció el haber cedido en comprar un asiento para bebes por la hija de su prima Solar.

— En serio no era necesario que nos lleves Sana, ya has hecho mucho.— Insistió la madre siendo ignorada por la pedida de la dirección de la japonesa, a la cual cedió.— Gracias, en serio.

— No me agradezcas, tu has hecho mucho por mi con Dahyun, es lo menos que puedo hacer...¿Giro en este lado?

— Si, entra en el estacionamiento, ya avisé al portero de nuestra llegada.—
Una vez el auto se apagó, ambas adultas dirigieron la vista a la pequeña en la silla, quién tranquilamente dormía sin intención de despertar en un rato.— Gracias Sana, sólo despertaré a Minyoung y nos vemos mañana.

— Déjala dormir, se nota cansada, yo la llevo y tu me guías, vamos.

Octavo piso, departamento nueve en uno de los más exclusivos edificios de Seúl.
No tomó más de cinco minutos el llegar y entregar a la pequeña a su madre para llevarla a descansar, aprovechando un poco de ese tiempo para observar el acogedor hogar.

Ese lugar denotaba la vivienda de una niña, libros para colorear, crayones, algunos envoltorios de dulces en la mesa de la sala junto a lápices y pequeños libros.
En las paredes había algunos stickers de animales y personajes como pororo, totoro, bazzy, entre otros, notas pegadas en la pizarra al lado del librero.— clase de natación de Minyoung sábado a las nueve AM, cambiar dulces por fruta cuatro veces a la semana.

En algunos marcos, se mostraban varias fotos de el par en distintas épocas, más dos resaltaban entre todas, la primera, parecía ser la primera navidad de Minyoung a juzgar por la edad, con cuatro mujeres que podrían ser amigas de Jihyo y probablemente los padres de la misma y la segunda, sin duda dejó un sabor amargo en su boca al leer la pequeña nota, Bienvenida al mundo mi pequeña princesa, mamá te cuidará y amará con todo su corazón.

—Pesó tres kilos doscientos gramos, 46.8 centímetros de altura, sin complicaciones y amada desde el primer día.— Escuchó la voz detrás suyo.— Ese día estaba con una amiga en casa, decidiendo si comprarle un pingüino, un conejo, un gato o un oso de felpa, cuando entré en labor, fueron horas que parecían eternas.

— Es preciosa, tanto aquí, como lo es ahora, eres una gran madre.

— De no ser por mi padre y mis amigas, no sé que sería de nosotras.— Alzó un poco el pequeño desastre de la noche anterior, escribiendo en otra nota el no permitir a su pequeña no comer los posibles objetos de alergia hasta ver a su médico.— ¿Quieres café? Asumo tienes preguntas.
 

Fake Girlfriend - SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora