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Un nuevo día se levantaba en la ciudad costera, el sol recién hacia su aparición con sus primeros rayos mañaneros. Fargan y Dulce se encontraban durmiendo plácidamente, hasta que el teléfono del mayor comenzó a sonar. David frunció el ceño al escuchar el molesto sonido de su alarma, estiró su brazo y la apagó, seguido se sentó en la cama y se estiró. Se levantó de la cama con pereza y se dirigió al baño para comenzar su rutina diaria.

°~🦉~°

Salió del edificio y comenzó a caminar hacia la estación de policía. David vestía una polera negra, un polerón gris claro y unos blue jeans. Se le hacía bastante extraño no salir de su casa con el uniforme ya puesto, pero así lo solicitaba su trabajo.

Caminó por las calles tranquilamente, estaba bien de tiempo, así que podía relajarse. Tenía la opción de tomar el transporte público, pero decidió caminar para hacer ejercicio. Él sentía que iba a ser un buen día.

"¿Cómo será la vida debajo del mar?" se preguntó recordando el día en el cual el menor le reveló su verdadera naturaleza y sonrió inconscientemente, ya había pasado una semana y aún no lo asimilaba completamente. Sin embargo, se sentía feliz por la confianza que tuvo el contrario para revelarle su secreto.

Se sumergió tanto en sus pensamientos para intentar encontrar una respuesta, que no se dio cuenta cuando llegó a su trabajo. Pasó la puerta del lugar, registró su llegada y se dirigió al vestidor para ponerse su uniforme.

En el lugar no había nadie, así que se dirigió a donde estaba su casillero y se comenzó a sacar su ropa para cambiarse. Cuando estuvo en ropa interior, abrió su locker y sacó su uniforme, lo dejó en la banca que había, revisó si no quedaba nada dentro y guardó su ropa, seguido lo cerró y se dispuso a vestirse.

Primero se puso la camisa, la cual era azul rey, luego se colocó la corbata negra. Tan solo le faltaban los pantalones y los zapatos, pero, cuando se iba a poner lo primero, se percató que no estaban. En su lugar había una falda blanca.

Al no tener otra opción, se colocó la falda, sorpresivamente era de su talla y le llegaba un poco más abajo de la mitad del muslo. David suspiró, sus compañeros lo estaban molestando. De mala gana se puso los zapatos y salió para dirigirse a su escritorio y comenzar con su trabajo. Sin embargo, fue interrumpido en la mitad de su recorrido

-Buenos días, Fargan- saludó alguien con un tono de diversión desde el lado derecho del castaño.

El nombrado volteó y miró quien lo había llamado. Era un hombre alto, de piel clara, su cabello era castaño y sus ojos eran de la misma tonalidad que su pelo. Vestía el mismo uniforme que él, exceptuando que él no tenía la corbata.

-Buenos días, Adam- dijo algo serio.

-Alguien despertó con el pie izquierdo- se burló con una sonrisa.

-No me digas- dijo con sarcasmo, el contrario tan solo guardó silencio y desvió su mirada a su trabajo.

Seguido, David fue a su escritorio y comenzó a trabajar. Al parecer ese día tan solo le tocaba hacer papeleo y lo agradecía. Él no quería salir a la calle con la falda puesta, eso sí que no.

Sin más dilación, comenzó a trabajar en su papeleo. El tiempo comenzó a correr más rápido mientras más trabajo hacía. En un momento, se levantó de su asiento y fue a por un café, ya que sentía que necesitaba un pequeño receso. Se dirigió a la máquina expendedora que había en la comisaría e introdujo el dinero que necesitaba.

-Hey Fargan- lo llamó otro compañero de él desde su lado izquierdo -Te queda bien la falda- dijo para molestarlo con una sonrisa maliciosa.

-Si uso falda no es para provocarte- introdujo el número que necesitaba y la lata cayó, se agachó para recogerla, seguido se levantó y miró a su compañero -es porque hace calor y quiero que se me ventilen los huevos- finalizó y comenzó a caminar hacia su escritorio nuevamente sin esperar alguna respuesta por parte de su compañero.

°~Mar y Arena~° (Fargexby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora