CAPÍTULO || 06

9.8K 560 56
                                    

ALICE POV'S

Salgo del auto y busco entre mi cartera dejándole un billete de diez dólares al chico.

—Quédate con el cambio.

Entro al edificio, subo al ascensor y llego a mi departamento. Al entrar veo a Bridget y Ryan. Ambos me miran preocupados, y yo solo miro fijamente a mi novio.

Lo necesito...

Él se da cuenta de esto y al instante lo tengo rodeándome con sus brazos. Descanso mi cabeza en su pecho mientras lágrimas caen por mi rostro, dejando su camisa mojada.

—Ya está, estás aquí conmigo, mi amor— lo abrazo con fuerza, mientras siento mi cuerpo temblar.

Me hace dar unos pasos hasta sentarme en el sofá, Bridget me tiende una taza con té, no sé en qué momento fue en busca de ello.

—¿Dónde están mis bebés?— es lo primero que pregunto.

—Están dormidos, la maestra me llamó al ver que no llegabas y fui por ellos— contesta Ryan y asenté.

—Él está aquí por mí, vino a joderme otra vez— susurro luego de unos minutos de silencio.

Ryan levanta mi rostro y su ceño se frunce, supongo que por las marcas.

—¿Él te hizo esto?— pregunta con los dientes apretados y un evidente enojo.

No digo nada confirmándoselo, se levanta de golpe y agarro sus manos.

—Voy a acabar con él, dime dónde está ese infeliz— pronuncia para luego agacharse frente a mi acariciando mi mejilla lastimada en el proceso.

—No, no lo busques, te puede hacer daño, sé por qué lo digo y no quiero perderte por favor.

Deja un beso en mis labios y limpia mis lágrimas.

—Hablaremos de esto con tu papá.

—No.

—Sí, Alice, sí lo haremos, las cosas pueden empeorar y ese tipo está completamente loco.

Tiene razón.

—Está bien, solo dile que él está aquí, no le digas lo de hoy.

—Pero...

—Pero nada, solo eso te pido— suspira derrotado y asiente.

—Está bien, pero si él vuelve a intentarlo, yo mismo me encargaré, descansa amor, ve dúchate y luego duerme un poco, yo llevaré a Bridget a su casa.

Dejo un beso en la mejilla de mi mejor amiga, prometiéndole que luego hablaremos de lo que pasó.

Cuando ellos se marchan entro a la habitación de los mellizos, están profundamente dormidos.

Dejo un beso en la cabeza de Astrid y uno en la regordeta mejilla de Aimon.

Cuando estaba por salir, la voz de este último me detiene.

—¿Mami?— se levanta sentándose en la cama.

—Mi amor, duérmete.

—Mami ¿Dónde estabas? No pasaste por nosotros al colegio— dice y me acerco hincándome a su lado.

—Estaba resolviendo unas cosas, perdón, mañana prometo que los buscaré al colegio y tal vez los lleve a comer helado mi amor— una sonrisa se dibuja en su rostro haciendo que mi corazón se acelere.

Ellos son la razón de mi vida, ahora y siempre.

Sus bracitos me rodean y yo hago lo mismo, dejando muchos besos en su rostro.

—Te amo mami, que duermas bien.

—Tu igual mi bebé— lo cubro bien con su sábana, para luego dirigirme a la puerta.

Cuando estoy en esta, me detengo y lo miro, él hace lo mismo, le lanzo un beso al aire y sonríe para después cerrar sus ojitos.

Cierro la puerta nuevamente y doy unos pasos hasta llegar a mi habitación, cuando estoy en esta empujo la puerta, voy al baño y me deshago de mi ropa, veo mi reflejo en el espejo y lágrimas se me escapan al ver las marcas en mi cuello, mejilla y brazos.

Esto es como revivir el pasado, ese que tanto quise enterrar, pero que al parecer no quiere dejarme ser feliz.

Me meto a la ducha y dejo que el agua me cubra por completo, está un poco fría, me servirá para bajar la tensión de mi cuerpo, estoy segura de ello.

Unos quince minutos después escucho unos toques en la puerta del baño.

—¿Te falta mucho amor?— es Ryan.

—No, ya casi salgo— respondo y hecho un poco de champú en mi cabello, es de flores tropicales.

Momentos después, salgo del baño, con mi pijama puesta, y mi cabello un poco húmedo. Él está recostado en la cama, me meto en esta y lo abrazo, mi novio hace lo mismo haciéndome sentir todo su calor.

—Estoy aquí, siempre para ti mi vida— me acurruco más, pegada a su cuerpo y siento sus caricias en mi cabello.

—Te amo Ryan, gracias por estar en mi vida.

—Gracias tú por llegar a la mía.

Levanto un poco la cabeza y junto nuestros labios en un beso lento, de esos que te hacen sentir como nunca antes, de esos que te llegan a los más profundo de tu alma, dejando marcas imborrables.

Secuelas de una obsesión © |#2| [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora