CAPÍTULO || 14

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Doy dos toques en la puerta y esta se abre de inmediato, dejándome ver a una de las chicas de limpieza, de la casa de papá.

—Buenos días, señorita— me saluda la mujer, de unos treinta y tantos años.

—Hola Esther, ¿Se encuentra mi padre?

—Si claro, pase, él está en su oficina, le avisaré que usted está aquí— le sonrío tomando asiento, a la espera de papá.

Dos minutos después, lo veo bajar las escaleras con una enorme sonrisa en el rostro; mira a mis lados en busca de algo.

—Pensé que vendrías con mis nietos— menciona y pongo mis ojos en blanco.

—Sí, papá, yo también estoy muy feliz de verte— menciono con sarcasmo.

—Ay, no pienses así, sabes que me pongo muy feliz de verte cariño.

Sonrío y se sienta a mi lado.

—Te tengo que decir algo papá— bajo la mirada al suelo, jugando con mis dedos y él me inspecciona mi rostro con atención.

—¿Qué pasa Alice?

—Es qué... papá, Adams, está aquí y sabe que los mellizos son sus hijos.

Digo todo de manera rápida y sin ni siquiera mirarlo a la cara, porque no puedo, no tengo el valor para eso.

No responde nada y eso solo hace que mis nervios estén a flor de piel, ¿Qué estará pensando en estos momentos?

—Di algo por favor...

—¿Cómo se dio cuenta? ¿Cómo supo dónde estabas?— pregunta y niego.

—No lo sé, la primera vez estaba en una fiesta de socios, a la que asistimos, Ryan, Bridget, los mellizos, y yo...

«Bridget estaba nerviosa, estábamos bailando y me dijo que no girara, que el papá de los niños estaba aquí y me estaba mirando. Parecía enojado y sabía que era yo, lo único que hicimos al momento fue buscar a Ryan, decirle una mentira a los niños e irnos a casa, pero luego él fue a buscarme a la empresa, me hizo ir con él a lo que supongo el departamento donde se queda, entonces se enteró de que ellos son sus hijos, tiene semanas viéndolos papá y me exigió el querer que ellos tengan su apellido».

Le explico todo y su rostro muestra enojo total, yo también lo estoy, pero mi miedo a lo que podría pasar es más grande.

—Borre todo registro, para que no te encontrará, no sé qué pasó— menciona con los ojos cerrados y me acerco a él.

—No es tu culpa, papá, sabes el poder que tienen él y su padre, desgraciadamente.

Sonríe un poco y me abraza.

—Todo va a estar bien, pequeña, no adelantemos los hechos, solo deja que vea a los nenes de vez en cuando, quizás sea solo eso lo que quiera.

Callo todo lo que Adams, me ha mencionado, papá se ve débil, el solo mencionarle su llegada le hizo mal, me da miedo el solo imaginarme cómo se pondría si le digo lo de las constantes amenazas.

—Tienes razón— medio sonrío y pasa una mano por mi mejilla.

—La próxima vez que vengas, trae a esos pequeños demonios.

—Pensé, no sé, qué tal vez quisieras estar con ellos un par de días y te iba a preguntar, si quieres que te los traiga— sus ojos se iluminan y asiente al instante.

—Eso no se pregunta, Alice.

Me encanta ver cómo sonríe cuando hablamos de sus nietos, la manera en que los adora, diría que, más que a mí, la verdad.

Papá es un hombre un poco gruñón, sí, y que por veces no acepta las cosas, pero lo amo, siempre me ha protegido y dado la mejor educación, mamá también, pero la verdad, me inclino más hacia él.

Secuelas de una obsesión © |#2| [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora