Secuelas de una obsesión © |#2| [+18]

CAPÍTULO || 09

ALICE POV'S

Tocan la puerta y luego veo a Ryan entrar por esta. Mis manos tiemblan mientras Bridget me dice no sé que tantas cosas.

Él se percata de mi estado y al instante cuelga la llamada que estaba atendiendo para acercarse a mí.

—¿Qué sucede? ¿Qué tienes?— pregunta serio para luego agarrar mis manos.

—Él vino aquí, reclamando que quiere que mis hijos sepan que él es su papá, Ryan, él los quiere alejar de mí— digo al borde del llanto y niega.

—No, eso no va a pasar, no dejaremos que eso pase— me toma entre sus brazos, llenándome de su calor, su olor y la tranquilidad que solo él sabe darme.

—Te quiero, nunca me dejes sola...— musito y deja un beso corto en mis labios.

—Alice descansa, yo iré a buscar a los mellizos y los llevaré a dormir a mi casa— pronuncia Bridget y niego.

—Ve por ellos y tráelos aquí, le prometí a Aimon que lo llevaría a comer helado, después te los puedes llevar— asiente y se levanta.

—Te espero en la recepción.

Sale dejándome a solas con Ryan, él me da su mano y me ayuda a ponerme de pie, sonrió y lo beso.

Nunca antes había tenido algo tan bonito como esto, y se siente igual, él llegó en un momento perfecto, regalándome la paz y la luz que necesitaba y aún necesito.

Una lágrima se me escapa y pasa su dedo por mi mejilla quitando todo rastro de esta.

—No llores, te prometo que haré hasta lo imposible para que nada malo les suceda.

—Por favor, no me dejes sola, no... — su dedo en mis labios me hacen callar mientras hipo por el llanto que me ha golpeado.

Sus ojos se cristalizan y me abraza con fuerza.

—Ahora tu dolor también es mío, no llores que me partes el alma, Alice te juro con mi vida, que nunca te dejaré sola, pase lo que pase, siempre estaré para ti.

Unos minutos pasan y limpia mi rostro nuevamente, le sonrío y con las manos me echo aire en el rostro mientras suelto un suspiro. Ambos bajamos a la recepción donde encontramos a Bridget hablando con la chica de esta sección.

—¡Mami, mami!— chilla Astrid cuando me ve.

Viene corriendo y me agacho para tomarla en brazos.

—Hola bebé, ¿Cómo estás?— pregunto y miro a mi hombrecito.

Quien viene con la mochila de su hermana mientras camina sin prisa.

—Bien, me porté bien hoy— menciona orgullosa, sacándome una risita.

—Debes de hacerlo todos los días, ¿Okay?— asiente y la bajo de mis brazos.

Sale corriendo hacia Bridget y siento como Aimon agarra una de mis manos llamando mi atención.

—¿Por qué tus ojos están rojos?— pregunta y camino con él a mi lado.

—Una alergia, no te preocupes.

—Las mamás no hablan mentiras, llorabas, pero ya no voy a preguntar—su respuesta me deja sin palabras y él solo no me suelta para nada.

Al subir al auto se da un saludo de puños con Ryan, para luego sentarse conmigo en la parte de atrás del auto.

Al llegar a nuestro puesto de helados favoritos, pude olvidarme por ese tiempo de todos mis problemas, de ese problema.