| El Demonio Que Vive Dentro De Ti (ο δαίμονας που ζει μέσα σου) | SeHo•HunHo

Promise Me

Sentía los músculos abarrotados, el oxígeno apenas le alcanzaba por lo que respiraba desesperadamente, causándole un agudo dolor en el lado izquierdo del torso.

El vapor salía de sus labios y el frío de la noche comenzaba a calarle en los huesos, pero nada de eso importaba...

No tenía una dirección, no sabía que camino estaba tomando. Solo tenía en mente alejarse todo lo que fuera posible de esa persona que había asesinado a una mujer sin dubitar.

Tenía su mirada gacha clavada en el suelo, viendo un pie adelantándose al otro mientras las lágrimas se enfriaban en sus mejillas. Aún oía las hirientes palabras, el grito de dolor y las risotadas enfermizas rebotando en su cabeza.

Jamás olvidaría aquella noche...

Se distrajo de la inquietud por sentirse desorientado cuando chocó su frente con el pecho de un desconocido, tenía miedo de levantar la mirada. Le aterraba ver de quién se trataba, pero una ronca voz llegó a sus oídos trayendo a su mente una increíble tranquilidad que no esperaba necesitar de aquella manera tan urgente.

—¿Te encuentras bien hyung? —Sonaba calmo, preguntando algo tan simple que le hizo negar llorando desconsoladamente una vez más—. Vamos... Volvamos al instituto

El jóven le ofreció la mano y volviendo su mirada hacia ella se aferró a él, sintiendo la calidez de Chanyeol llevándose sus temores por un mínimo instante.

Caminaron en completo silencio con un millón de preguntas para el otro pero ninguno de los dos las formuló, para JunMyeon su compañía había sido un salvavidas y su amigo entendía que no era momento para cuestionar absolutamente nada.

SuHo se veía completamente perturbado y aunque no sabía el motivo con exactitud, deducía que algo como aquello sucedería al instante en que los vió desde la azotea, escapando de la escuela.

Nada bueno podría salir de eso...

Ya era demasiado tarde, faltaban pocas horas para que amaneciera y ambos se escabulleron por el corredor de la institución sigilosamente, evitando que alguien les descubriera llegando del exterior a esas alturas de la madrugada.

Al entrar en la habitación y acomodarse en sus respectivas camas JunMyeon daba vueltas inquieto, sin poder siquiera intentar conciliar el sueño.

Chanyeol preocupado oía el intermitente crujir de las sábanas y decidió romper el silencio sepulcral que los envolvía.

—¿No puedes dormir? —El aludido se volteó para negar con la cabeza observandole en la oscuridad, viendo apenas la silueta del más alto.

—Puede sonar ridículo pero... ¿Me dejarías dormir a tu lado?

Su amigo sonrió ante su petición, pensando en que el mayor parecía un niño que había visto una película de terror a escondidas de sus padres.

Encendió la luz del velador y asistiendo le dejo un espacio a JunMyeon quien de inmediato se acurrucó bajo el acolchado.

Era un tanto incómodo compartir ese pequeño espacio siendo uno más grande que el otro, pero no podía importarle menos ahora que sentía su espalda protegida por el cuerpo del menor.

La necesidad de saberlo todo estaba matando a Chanyeol pero aún así prefirió cerrar los ojos y esperar a que su amigo estuviera más tranquilo para indagar en lo que sea que haya ocurrido.

—Descansa Myeon...

—Gracias Yeol, tu también

Y fue entonces que ambos comenzaron a suspirar pesadamente entrando al fin en un sueño profundo...