City Baby Wolf (Bebé lobo de ciudad*) (Kookmin) (TaeGi) (Omegaverse)

7~No es un cachorro

Mientras JungKook seguía inmerso en la escena de la que sus ojos y oídos podían deleitarse Jennie lo miraba a él confuso. Su aroma había cambiado ligeramente, no era tan potente y quemaba tanto al respirarlo, el anís ahora lucía dulce para sus sentidos. Eso, sumado, a que el cuerpo de Jeon estaba estático y su corazón bombeaba rápido estaba dejando nublado los sentidos del Alfa segundo al mando de la manada del bosque.

El canto de detuvo abrupto y la cabeza del pelirrosa se elevó mientras olfateaba el ambiente. Acto seguido, tras retirar con cuidado la cabeza del gran lobo de su regazo, se giró animado y feliz hacia los intrusos en su cuarto.

-¡Papi! -El Omega corrió hacia su padre para abrazarlo y dejarse arrullar por su gran figura protectora. -Has tardado mucho. -Se quejó con un puchero notable en su voz, el cuerpo de JungKook al fin reaccionó pero fue tan solo para dar un par de pasos y así tener mejor visión del chico pelirrosa.

-Lo siento cachorro. -Park besó su cabello y lo separó para postrarlo de frente a los Alfas que lo acompañaban. -Mira pequeño, ellos son amigos de papá y nos van a ayudar. Vienen de la manada del bosque.

El pelirrosa observó primero a la chica de cabellos grises y mirada dura filosa, le intimidó e hizo agachar la cabeza. Después con un gran esfuerzo siguió el olor que emanaba el hombre a su lado para encontrarse con una gran figura masculina. La altura de ese lobo, a pesar de ser más bajo que su padre, le imponía junto a su obvio fuerte cuerpo musculoso. El cabello de ese Alfa era negro como la noche más oscura y sin estrellas, su mirada estaba dilatada en sus pupilas o tendría lo ojos muy grandes, Jimin no lo sabía, pero le hizo sentir un apretón en su pecho algo extraño e incómodo.

-Van a llevarte con ellos junto al Alfa Kim, ella es su hermana y él es su mano derecha. -Habló su mami acariciando sus cabellos. La tensión y a su vez nervios llegó al pequeño cuerpo del Omega.

-Pero mami...-Trató de quejarse olvidando su sonrojo por la fuerte presencia y mirada del Alfa pelinegro.

-Es solo un tiempo y por tu protección Jiminnie. -Le avisó, en tono de regalo, su padre.

-Lo entiendo papi, pero no quiero dejar a Hyung solo. -Ese puchero derritió el corazón de Jennie, ese chico era una ternura. -Está muy triste y malito. -Añadió siguiendo con sus pucheros de labios abultados, sus ojitos brillantes pestañeando y sus manos juntas a modo de súplica.

Era obvio, ese chico no era un cachorro como tal, los lobos alcanzaban su mayoría de edad a los 16 y ese chico no lucía menor de 16, pero dios; esos gestos y modo dulce de hablar lo hacían lucir como un niño de 6 años. Jeon se encontró a si mismo teniendo sentimientos encontrados, odiaba las actitudes infantiles pero adoraba verlas en ese chico pelirrosa.

-Podría venir con nosotros. -Jennie fue impulsiva pero sincera y llamó la atención de todos los presentes. Jimin la miró con su boca abierta y sus ojos brillando por la ilusión.

-¿En serio Noona? -Jennie sonrió enternecida, ese niño la iba a matar, asintió. Jimin aplaudió dando saldos emocionado y cambió rápido su imagen sobre la Alfa Kim, era ruda pero de buen corazón. -¡Gracias! -Abrazó rápido a la peligris y se giró yendo rápido hacia su cama para abrazar y besar las orejas del lobo. -Yoonie Hyung nos vamos juntitos al bosque, voy a prepararte ropita.