City Baby Wolf (Bebé lobo de ciudad*) (Kookmin) (TaeGi) (Omegaverse)

52 ~ Perro sarnoso (segunda parte)

-YoonGi haz algo. -Pide corriendo hasta él y sujetando sus ambas manos.

-No puedo oponerme a mi Alfa.  -Responde el rubio mostrando su inconformidad ante el hecho con sus gestos faciales.

-TaeHyung. -Suplica juntando sus manos y agachando su cabeza hacia el pecho fuerte del Alfa pelinegro.

-Por mucho que esté en mi terreno está defendiendo a su familia Jimin, no puedo interferir.

Jimin se sintió solo y vulnerable, ridículo si pensaba con la mente fría y el hecho de que su padre pretendía defenderlo a él y su honor. Pero es que había causado todo lo contrario, el aire era difícil de respirar y su sangre hervía mientras su piel se erizaba. Miró de nuevo a ambos Alfas, JungKook no estaba luchando por defenderse, solo se dejaba golpear, tanto hasta el punto en que cuando un nuevo puñetazo fue dado en su rostro y su pecho soltado cayó de golpe al suelo verde lima.

Rápido gotas de sangre carmín dejaron sus manchas en el brillante césped, Jimin pudo respirar, ese amargo olor con tonos metálicos que llegaban a sus pupilas. La sangre de su Alfa estaba siendo derramada, su Omega no lo soportó más, pidió ocupar su lugar.

Y Jimin cedió, notando los colmillos comenzar a romper sus encías y hacerse hueco en su boca, con ahora la sangre propia chorreando por sus labios y las garras picando por destrozar sus propias manos y uñas

-¿Minnie qué vas a hacer? -SeHun se interpone en su camino decidido, el único camino.

-Mamá, quítate de en medio. -Habla con un tono neutro y ligeramente bajo para ser su dulce voz, SeHun niega pero su hijo lo hace a un lado sin esfuerzo alguno. -Para. -Dice claro y alto colocándose entre el cuerpo derrumbado en el césped de JungKook y el imponente furioso de su padre que pretendía volver a arremeter contra el pelinegro.

-Jimin, apártate. -Le contradice tranquilo su padre, su cachorro no podría contra él.

-No. -Chanyeol levanta una de sus cejas incrédulo, ¿por qué su hijo no le obedecía? -Deja en paz a Kookie. -Park resopla.

-No sabes lo que estás diciendo...

-No lo sabes tú. -Lo interrumpe notablemente molesto, sus puños estaban cerrados a cada lado de su cuerpo y la sangre caían a cuenta gotas al suelo por las garras nacientes que él mismo clavaba en sus palmas. El mismo líquido borgoña caía por su mandíbula mientras hablaba mostrando sus comillas fieros y sus penetrantes ojos azules como diamantes de Omega eran fríos y gélidos como el mismo hielo.- No toques a mi Alfa.

-Hijo respira, lo entiendo, ya he parado.  -La rabia en el señor Park se había disipado en cuanto vio el estado de su hijo.

-Minnie tus colmillos, no llames a tu lobo. -Pide su madre llegando junto a su padre, si un cambia-formas no estaba acostumbrado a transformarse podrían ocurrir estas cosas, pero debían dejalei ser pues el dolor pasaría y se regeneraría solo. Sin embargo la tensión y miedo en los miembros principales de la manada del bosque angustió también a Jeon.

¿Qué sus padres no quisieran que se transformara tenía que ver con que a Jimin no le gustara su lobo?

Eso no importaba, sino que su Omega estuviera a salvo y sano. Que volviera en sí y no atacara a sus padres como parecía que quería hacer. Debía relajarlo, así como Jimin lo hizo con él cuando su Alfa quiso atacar a YoonGi por causarle miedo.

-Amor, Jimin, bebé... -Lo llamó varias veces entre quejidos mientras trataba de ponerse en pie a pesar del dolor en su cuerpo hasta que captó su atención de soslayo. -Ya está, mírame, estoy bien. -Declara al fin el pie, el pelirrosa de gira ante él ladeando su cabeza como un perrito curioso, JungKook sonríe con sus dientes manchados de sangre. -Dame un abrazo y respira ondo, ¿vale? -El Omega corre a sus brazos abiertos y se aferra a su tronco respirando el fuerte y embriagador aroma a anís. - Muy bien mi Omega, haces sentir orgulloso a Alfa por cuidarme, lo has hecho muy bien, pero deja que Jimin vuelva ¿sí? -Susurraba dulce, dando caricias a su espalda, su cabello y besando su frente.

-Oppa... -Gime adolorido Jimin levantando su vista para unirla con la de su Alfa, de nuevos su ojos inocentes y bellos color almendra.

-No llores amor, no ha pasado nada. -Asegura sujetando sus ambas mejillas sonrojadas viendo como sus ojitos se nublaban en lágrimas.

-Pero, tienes sangre. -Lloriquea al fin copiando el gesto de su Alfa para acunar su rostro golpeado con delicadeza y ver sangre en su ceja, labios, dientes, mejilla...

-Me recuperaré en seguida, no te preocupes. -Niega besando su nariz de botón y retirando las lágrimas con sus pulgares.

-Vamos a curarte. -Dice seguro tratando de separarse.

-Habla con tus padres primero...

-No, primero tú. -Lo interrumpe, lormgrando alejarse para tomar su mano y caminar hacia su casa, hacia su cuarto, hacia su hogar junto a su Alfa ignorando a sus progenitores a su espalda. -Ahora estoy enfadado con ellos.