City Baby Wolf (Bebé lobo de ciudad*) (Kookmin) (TaeGi) (Omegaverse)

17 ~ Oppa Kookie

Jimin a penas podía ver bajo la capa de lágrimas que brotaban de sus ojos y surcaban por sus mejillas. Aún así pudo distinguir como Jennie Noona, la chica pelirroja que había llegado junto a SooBin y el mismo nombrado se alejaban dando pasos hacia atrás del lobo negro frente a él. También vio como su Hyung era cargado y llevado en brazos por el Alfa Kim que a su vez era seguido por SeongHwa.

El gran lobo de pelaje negro azabache llamó su atención gruñendo a los otros dos Alfas presentes aún, la pelirroja Omega ocultándose tras ellos. Jimin trató de reprimir otro sollozo inútilmente, de ese modo la atención del lobo se marcó sobre él.

En el instante en que sus ojos conectaron Jimin sintió el enfado y rabia de aquel Alfa a través de sus orbes pigmentadas en rojo, con un parpadeo lento cambió los suyos a un azul esférico más claro que el mismo cielo y tan brillante como una estrella.

Todos tenían al lobo de JungKook; fuerte, imponente y cabreado sin motivo aparente. Pero el Omega dio los pasos necesarios para llegar frente a él y abrazarse con todas las ganas al cuello de este.

La gran cabeza de lobo hacia movimientos que se llevaban el pequeño cuerpo del pelirrosa cuando en realidad sólo quería devolverle las caricias que este le ofrecía tags sus orejas o con una de sus regordetas mejillas rozando entre sus ojos.

Al cabo de unos minutos, en que ambos se tranquilizaron, uno dejando de llorar y él otro quejando de querer matar a todo mundo, se dieron cuenta que estaban a solas pero aquello quedó en segundo plano. Los ojos del lobo eran negros ahora, era JungKook, y los del Omega color caramelo, era Jimin.

-Gracias por defenderme Oppa Kookie. -Susurró con la voz melosa y algo desgastada por los llantos. Frente al pelirrosa, y parcialmente en sus brazos, el lobo cambio de nuevo al alto y atractivo pelinegro.

-Gracias por tranquilizar a mi lobo bebé. -La sonrisa de Jimin abría sido más amplia, por ese tierno apodo que lo hizo tiritar, si no fuera porque se dió cuenta de la desnudez del Alfa y aquello lo hizo sonrojar y cubrir sus ojos con sus pequeñas manos. -Tienes una manos chiquititas, de bebé. -De nuevo un escalofrío y la risa de Jeon retumbando en el pequeño claro.

-¡Oppa! -Se queja todavía cubriendo sus ojos y con la voz dañada. Escucha movimiento frente a él y de golpe es cargado, con una facilidad admirable, como un niño que enreda sus piernas en las caderas del Alfa y los brazos en el cuello del mismo.

-Puedes abrir los ojos, no verás nada que no tengas tú. -Le susurra JungKook sintiendo esa extraña conexión crecer entre ambos, habían creado un vínculo. Uno no profundo, pero de entendimiento entre ambos, un vínculo que comenzó en aquella biblioteca compartiendo pensamientos y creció hasta lo acontecido hace unos minutos.

-Oppa no, que vergüenza. -Susurra apoyando su barbilla en el hombro de piel desnuda y apretando más fuerte sus ojos. -Los abriré cuando sea seguro y esté en mi cama.

-Bien. -La risa de Jeon, enternecido por el cachorro Omega, retumbó desde su pecho hasta el del pequeño que cargaba obedeciendo su pedido y llevándolo en brazos hasta su cama en la casa de los Alfas Jeon. -Ya estás en tu cama, abre los ojos. -Jimin sintió ser dejado sobre el mullido colchón y las cálidas mantas.

-¿Llevas ropa? -Jeon respondió con un asentimiento en su voz, Park primero abrió un ojo entre sus dedos, después el otro y finalmente los dos destapando su rostro y viendo al Alfa frente a él atando la cinturilla de unos pantalones de chándal anchos, negros y largos. -¿Te vas a poner camiseta? -JungKook negó esta vez mientras retiraba su cabello azabache despeinado de su rostro, Jimin también sintió la necesidad de tocarlo. -¿Te quedas conmigo un ratito Oppa Kookie?

Sus ojos volvieron a conectar por incontable vez en la última hora; Jimin lo miraba con brillos en sus ojos, un puchero en sus carnosos y rosados labios y luciendo tan pequeño y frágil sentado en aquella grande cama que simplemente pudo asentir.