City Baby Wolf (Bebé lobo de ciudad*) (Kookmin) (TaeGi) (Omegaverse)

22 ~ Perdón

Jimin había convencido fácil al Alfa Kim al usar su mejor y mayor táctica, los pucheros pronunciados y aguar sus ojos con un batir ligero de pestañas.

Una hora más tarde él ya se encontraba en esa vieja habitación decorado con colores pasteles y dibujos infantiles jugando con cuatro niños de no más de cinco años.

Hyuna había estado vigilándolo un pequeño tiempo para verificar su eficacia, rápido decidió que ese pequeño Omega de ciudad era más que apto para ese trabajo y fue a comunicárselo a su Alfa y su consejo. JungKook se negó de nuevo, esta vez en voz alta, pero fue ignorado y mandado callar para organizar la reconstrucción de la panadería del pueblo.

Para la hora de la comida, más de las dos del medio día, los cachorros (incluido Jimin) esperaban en la habitación que servía de guardería con sus mochilas y abrigos puestos mientras cantaban una alegre canción infantil a coro.

Los padres, uno a uno, poco a poco, se llevaron a sus niños que muy enérgicos y contentos les hablaban de su nuevo maestro con cabello rosa que venía de la ciudad y hablaba bonito sobre sus dibujos y juegos infantiles. Todo aquello siendo presenciado por un JungKook de brazos cruzados a las afueras del salón. Cuando este mismo se quedó vacío Jimin suspiró parcialmente agotado y se giró hacia las ventanas dispuesto a abrirlas y dejar ventilar la sala, tras una de ellas Jeon serio y observador le dió un susto que lo obligó a gritar

-¡Oppa!

-Eres muy asustadizo Jimin. -Su semblante serio aunque por dentro quería reír de ver al cachorro asustado.

-Si apareces así sí. -Susurra terminando de abrir la ventana dejando paso así a qué el ágil Alfa entrara por esta de un salto. -¿Qué haces aquí? -Jeon ignoró su pregunta y vio, con las manos en sus bolsillos, como Jimin apagaba más luces y lo invitaba a salir por la puerta.

-¿Por qué has querido hacer esto? -Saliendo de nuevo a la calle, está vez a la parte delantera caminaron uno al lado del otro. - Cuidar de los niños. -Especifica.

-Son muchas razones. -Alega molesto por el repentino sol de primavera aproximándose.

-Tenemos tiempo de camino a casa. -Jeon seguía en la misma posición, las palmas de sus manos picaban por tocar al Omega.

-Me gustan los niños, tal vez porque soy como uno o porque se siente bien mimarlos y son muy lindos. -Comienza dando ligeros saltos en vez de pasos. -También pienso que debería ayudar todo lo posible mientras dure mi estadía aquí, es un modo de devolver el favor que tu manada me está ofreciendo. -Jimin pensó de nuevo en la misma idea que llevaba desde ayer en su cabeza, JungKook (con quién había conseguido una conexión cómoda) ¿Pensaba volver a actuar frío y distante para siempre como lo fue en sus inicios hace semanas? -Oppa, ¿estás enfadado conmigo? SooBin dice que eres así de amargado pero haces que mi pechito duela cuando no me hablas o me miras mal.

Jeon quiso golpearse a sí mismo y sin embargo solo pudo resoplar más frustrado que antes, esa idea que le había dejado caer a su mejor amigo era tan posiblemente cierta que alteraba todo su sistema. Su lobo estaba gritando en su pecho por hacerle daño al pelirrosa, el humano seguía sintiéndose indecente.

-No te miro mal cachorro, es solo que no puedo... -Sus palabras se detuvieron cuando escuchó el sollozo a su lado, Jimin había comenzado a llorar por su constante silencio. -Bebé, no, escúchame, soy un idiota ¿si? -Con esas palabras detuvo el paso de ambos por el bosque de altos pinos y sostuvo las mullidas y blandas mejillas del pequeño con delicadeza. - ¿Sabes lo que significa eso?

-Es una palabra mala para decir que alguien es tonto. -Susurró viendo los ojos oscuros del pelinegro forzado por la posición. -¿Por qué lo eres?

-Respóndeme a una pregunta con sinceridad y te prometo una solución a mi idiotez. -Jimin asintió todavía con el rostro acunado por las manos de Jeon y dejando de llorar tan claro, solo leves lágrimas de angustia caían de sus ojos claros. -¿Cómo te sientes cuando nos llevamos bien, cuando estamos juntos?

-Bien, es bonito porque parece que nada malo puede pasar aunque nosotros estemos discutiendo. -La rapidez de su respuesta le indico a JungKook que el chico había pensado ya antes en ello, una sonrisa ladeada le fue devuelta al pelirrosa. -Mi lobito está más despierto cuando estamos juntos como ahora.

-No volveré a alejarme, lo prometo. -Susurró acariciando las mejillas rosadas por la vergüenza de su confesión con sus pulgares.

-Han sido dos días muy feos Oppa.

-Ya, bebé, perdón.