City Baby Wolf (Bebé lobo de ciudad*) (Kookmin) (TaeGi) (Omegaverse)

70 ~ Dolor/angustia

PENÚLTIMO CAPÍTULO

Era bien entrada la noche en casa de los hermanos Jeon, tal vez eran las doce o la una, Jimin no lo sabía. Lo que sí sabía es que los únicos que habían podido pegar ojo era su madre SeHun y SooBin. Mientras Yeosang y YoonGi descansaban en el que en su día fue el cuarto del Omega del Alfa Kim; Jisoo y Jimin estaban con la colcha de su cama matrimonial envueltos y sentados en las escaleras del porche mirando hacia la espesura del bosque.

-Jiminnie. -Le llamó la pelirroja, este sirvió su nariz roja por el frío acurrucándose más hacia su amiga. -¿Crees que todo habrá salido bien? -El Omega dudó, no por no confiar en los fuertes y valientes hombres que había emprendido la cacería, sino porque recordaba esa mirada sin sentimientos y sangrienta en el hombre que quiso robarlo, esclavizarlo y matarlo.

-Van a volver, estaremos todos bien. -Susurró finalmente en respuesta, la contraria asintió antes de volver a romper el silencio de la noche adornado con el sonido de los grillos.

-Le dije a Jennie que cuando volviera podría marcarme. -Su amigo le sonrió feliz con la idea. -Quiero estar con ella para siempre y pienso que podría estar sufriendo o herida o peor en este momento y... -Finalmente su voz se rompió y estalló el llanto. Jimin tampoco se pudo contener, llevaba todo el día haciéndolo casa vez que sentía la angustia, el miedo o la adrenalina a través del lazo en Jeon. Lo que tanto le preocupaba era que hacía más de dos horas que ya no sentía nada más que amargura, esa amargura relacionada con el dolor. Pero al menos, sentía es ¿no?, al menos dolor.

-Noona, van a estar bien, tienen que estar bien y volver. -Dijo entre lágrimas incontrolables mientras ambos se abrazaban estrecho entre la colcha.

Fue un sonido largo, extenso y fuerte seguido de uno en grupo mucha más sonoro. El aullido espléndido, algo y voraz de un Alfa líder siendo rápido seguido en unísono por el de todos sus seguidores y miembros de su manada.

YoonGi y Yeosang salieron a trompicones de la cabaña, SooBin llegó más tarde y ciertamente desorientado seguido por SeHun; pero Jimin y Jisoo ya habían comenzado a correr hacia la espesura del bosque.

Jimin corría todo lo rápido que su cuerpo le podía permitir para seguir viendo y reconociendo los rostros de los protectores de la manada del bosque y la ciudad que comenzaban a cruzarse en su camino. Por el rabillo de su ojo, en un pequeño momento, pudo percibir a Jisoo y Jennie abrazarse.

Su nariz, buscando oxígeno, encontró ese peculiar aroma divino para su lobo. El anís se sentía cerca, por lo que su Oppa Kookie estaba cerca. Entre las sombras pudo percibir al Alfa Kim y a su padre, estos cargaban sobre sus hombros los brazos de JungKook por lo que estaba entre ambos andando hacia la villa.

El lobo Omega aulló en su pecho y Jimin lloró más fuerte dando un grito alegre cuando se lanzó a abrazar al amor de su vida rodeando su cuello con sus brazos y su cadera con sus piernas. Al instante sintió los brazos de Jeon rodear su espalda y pegarlo mucho más a él.

-Mi bebé. -Dijo JungKook sonando como una alabanza de paz para su ser mientras trataba de retener las lágrimas. Había visto y vivido cosas horribles en esas últimas horas y al fin estaba en casa con su pequeño caprichoso chicle de fresa.

-Kookie, estaba tan asustado. -Jeon rió bajito acariciando su espalda mientras besaba su cabello y mejilla mullida tratando de tranquilizarlo. Jimin se removió para dejarle acceso a su cuello, su marca, pero no contó con el quejido de dolor de su Alfa. -Oppa, estás herido.

Jimin se bajó del cuerpo de su pareja y lo examinó, su propio pantalón se había manchado de sangre de la que la pierda de JungKook brotaba. Sus ojitos volvieron a llorar acongojado y preocupado, el cuerpo del pelinegro tembló conteniendo su dolor y el peso de él mismo.

-Está bien hijo. -Habló su padre tratando de calmarlo. -Vamos a llevarlo para que el médico lo vea. -El pelirrosa asintió y se colocó bajo el brazo izquierdo de su pareja para ayudarlo a caminar, este se inclinó y besó sus labios levemente antes de encaminarse hacia el poblado. Jimin, al llegar al claro, vio a Yeosang junto a SeongHwa besándose y abrazados dejándose al fin llevar por lo que sentían y eran tras esas horas de angustia separados.

-¡Hyung! ¡Ayuda!