Jeon JungKook a sus escasos 17 años se convirtió en la mano derecha del Alfa que gobernaba su pequeña manada. Ese puesto le otorgó título, sobre-nombre, poder y admiración del pueblo, lástima que eso no lo fuera todo para el joven Alfa de ahora 23 a...
El siguiente capítulo es completo TaeGi, TaeHyung y YoonGi, si no es de tu grado o prefieres saltarlo estás en todo tu derecho. Gracias hermanis. Capítulo un pelín más largo 850 palabras
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Tras la salida repentina de la Omega pelirroja y su hermana menor le mirara angustiada, él solo puedo indicarle que la siguiera y tratara de arreglar las cosas. Que los Alfas, aunque fuertes y obstinados, debían perder su supuesto orgullo por sus parejas destinadas.
La peligrís había salido corriendo tras Jisoo y YoonGi había quedado embobado por la crudeza, fuerza, ímpetu y significado que habían adoptado esas palabras del Alfa en su cuerpo. Con la atenta mirada del rubio, Tae se dio por aludido y lo miró, recorriendo con sus ojos el ligero y fresco atuendo entallado que cubría al Omega.
Él ya lo había notado, era estúpido, ni si quiera podía percibir aroma a herida, putrefacción o sangre en el Omega; solo su envolvente aroma a frambuesa. Esa camisa semitrasparente blanca dejaba ya en claro que la herida del Omega se había curado. Miró entonces los ojos de YoonGi, pidiendo una explicación, una simples palabras, que el Omega se negó a darle esquivando su penetrante mirada.
Joder, sí que dolía, dolía como la mierda ser ignorado y negado por tu Omega. Al ser un Alfa dominante de una manada su lobo era más expresivo y estaba entrando en cólera, por lo que en un rápido movimiento se levantó de su silla y caminó al bosque con la intención de trasformarse, correr y desahogar las malas vibras. Lo contaba con que el producto de su enfado lo seguiría y llamaría demandando su atención.
-TaeHyung, por favor. -Pedía una vez ya estaban entre los altos pinos. -Perdón, déjame explicarme, sé que estoy siendo egoísta pero no lo entiendes... es complicado para mí. -Seguía hablando mientras adelantaba al Alfa que lo esquivaba y seguía su paso resto, rápido y furioso pretendiendo alejarse de él. -¡Alfa!
El grito resonó, a pesar del gentío y la música tras ellos, en el bosque. El cuerpo tenso de TaeHyung se relajó al instante y se detuvo abrupto.
-No hagas eso. -Susurra. -No juegues así con mis sentimientos YoonGi. -Con la mirada filosa y oscura gira tan solo su rostro hacia el Omega tras él. -Si no quieres que sea u Alfa y rehúsas de mí no puedes...no tienes derecho a llamarme así.
-Pero es que... -Conjetura tratando de hacer callar a su lobo sumiso, el que trata de mostrar su cuello y panza al Alfa frente a él. -Entiéndeme TaeHyung, soy un Omega marcado...
-Eso es una idiotez, ya te dije que... -Lo interrumpe girándose de lleno hacia él, YoonGi también lo interrumpe dejando mostrar así su agonía y preocupación a modo de gritos.
-¡Pero eres el Alfa! ¡El gran Alfa de la manada del bosque! -Sus brazos se levantan al aire. -¡¿Crees que yo me siento suficiente como para estar a tu lado?! -La fría mirada del Alfa cambia en un ligero pestañeo a una cálida y de comprensión, YoonGi sentía tanto miedo que nublaba su juicio. -¿Piensas que puedo dejar mi hogar, a Jimin, estar a tu sombra solo porque así deba ser? -Termina por susurrar al sentir el aroma a eucalipto opuesto más suave.
-La luna nunca se equivoca. -Declara en un tono bajo y grave.
-No estoy diciendo que la luna se haya equivocado, seremos compatibles y podríamos amarnos hasta que duela, pero... -El pequeño cuerpo pálido comienza a sacudirse en impotencia, la calidez del gran cuerpo opuesto lo rodear cuando se aproxima a él todavía sin tocarlo.
-No voy a rebajarte ni dejarte de lado. -Con cautela de no asustar de nuevo al Omega sujeta su rostro entre sus grandes manos, encaja tan perfecto que conmueve a ambos. -Es obvio que no puedo abandonar mi papel de Alfa, he luchado por conseguirlo, es mi deber para con la manada protegerla, pero tendrías tu lugar a mi lado. -Sus ojos destellaban con la conexión que compartían. -Podrías trabajar, tener tu propia vida ajena a ser mi Omega, y cuando llegáramos ambos a casa por la noche seriamos solo nosotros dos y nuestro lazo.
-¿En serio? -Pregunta titubeante, YoonGi sintiendo por primera vez la seguridad de ser protegido y comprendido. Valorado.
-¿Qué no estás entendiendo? -Cuestiona regalándose una sonrisa ladeada mientras se acerca un paso más al Omega, sus pechos se rozan. -Pretendo amarte bien, ser tu ancla a este mundo y que tú seas la mía. -Como muestra de cariño acaricia su nariz con la propia en un tierno beso esquimal.-Me gusta tu libertad, fuerza y carácter libre; si te quitara eso no serias tú. ¿Lo entiendes?
YoonGi asiente, no lo comprende del todo, no es lo que ha vivido, escuchado o visto; pero cree en TaeHyung. Cree que de verdad pretende darle su lugar y amarlo, así que se deja hacer conmovido por sus caricias en sus mejillas, palabras y aroma atrayente. Sus labios se rozan levemente, un encuentro escueto y semejante a la caricia de una pluma que hace cosquillas en sus vientres y da luz cálida a sus corazones.
Destellos de pertenecer tras años bagando rotos por el repentino aullido que YoonGi reconoce a la perfección retumbando entre los arboles que los arropan de la luz de la luna.
