FUGA

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//Advertencia, el siguiente capitulo contiene lemon, muuucho lemon, leer bajo tu propio criterio.//

Luego del beso, Charlie lo jaló de la muñeca, incitándole a seguirle ciegamente, entraron a la limosina y le pidió al Chofer que arrancara.

- ¿A dónde vamos cher? -

Pregunto el pelirrojo Al ver que la limosina se dirigía a una zona alta y alejada.

- ¿Tu qué crees?, vamos a cumplir con la tradición de la graduación ya sabes, de dormir con el chico que te gusta en la parta trasera del auto-

Dice Charlotte de manera coqueta, haciendo que Alastor nuevamente se ponga nervioso.

-Querida ¿Qué tal si mejor abrimos el vidrio que cubre el techo, nos acostamos juntos en el piso del auto y miramos el manto nocturno, digo es un muy bonito lugar como para desaprovecharla vista? –

La mirada de fastidio de Charlotte se intensifico al ver como Alastor rehuía de sus afectos.

-Mira cariño, no me puse esta ropa para venir hasta acá y solo ver las estrellas, podemos hacer ello luego de que me hagas tuya, digo así nos complacemos los dos. -

Respondió Charlotte colocándose sobre Alastor de manera que este quedase aprisionado entre el cuerpo de ella y el asiento del vehículo, el mismo estaba a punto de quitarla de encima y salir corriendo.

-Ch Ch Charlie no es correcto, el, el conductor puede observarnos-

La rubia resopló no entendía como una hombre sádico y carnívoro como él tuviese tanta pena mostrarse por un momento un poco pasional con ella.

-Al, eso no te importó en la biblioteca, ¿crees que soy tonta?, Alastor a mí me vale 30 hectáreas de rábanos, el que el enfermo del conductor nos observe, quiero sexo y lo quiero ahora, todo el maldito baile me estabas incitando y ahora huyes-

Alastor sabía que ella tenía razón, pero si le preocupaba la cara de depravado que comenzaba a hacer el conductor, no quería que en el internet circulara un video de ellos dos intimando.

-Querida, por lo menos déjame decirle al chofer que se vaya no quiero que nos vea-

Ambos escucharon la puerta del auto cerrarse, el tipo salió del auto para fumar un cigarrillo, era la oportunidad que Charlie esperaba, Alastor le pidió con la mirada a Charlie que cerrara la ventana del conductor y así lo hizo, por fin tendría a Alastor solo para ella, se abalanzó sobre él besándole de manera feroz como si se lo fuese a cenar solo con sus besos, nuevamente la poca cordura de Alastor lo abandonó, sin piedad alguna el vestido caro y bonito paso a hacer girones de tela sobre el suelo del auto, Charlie gruño con molestia el vestido le había costado casi una fortuna y valió madres para el pelirrojo.

-Oye, veo que no te importa el dinero que costó ¿cierto? -

Alastor solo sonrió y paso sus manos por la espalda de la joven.

-Querida no te entiendo ¿Quieres o no hacer esto? Porque digo ¿a quién le importa la prenda que se ha roto viendo esto? -

Dijo observando el conjunto de lencería que había decidido llevar debajo del vestido.

-Veo que los has elegido justo para mí, sabiendo que me encantan las prendas fáciles de desgarrar-

Dijo besando suavemente el cuello de la joven, rápidamente se habrían invertido los papeles, ahora la chica era la que había quedado aprisionada entre el cuerpo del mitad ciervo y el sillón, sus colmillos rozaban con suavidad el cuello de la joven, amaba la suavidad del tacto de aquella piel entre sus colmillos, el sabor dulce de la sangre de Charlotte así como la suavidad de aquella carne, un gemido entre el dolor y el placer escapaba de los labios de Charlotte, por fin el Radio Demon había enterrado sus colmillos sobre la carne de su cuello, el mismo lo habría hecho con el cuidado de no desgarrar la suave y delicada piel y carne de la joven con su lengua lamía la sangre con suma devoción, sus manos subían con suavidad sobre sus muslos casi memorizando la textura y la suavidad de estos, subiendo luego por la cintura de la dama, dejó el cuello para recorrer con sus labios y lengua el camino desde su cuello a sus senos, con fuerza, desgarro la frágil prenda que cubría su busto, Charlie se sentía en las nubes, lo adoraba, lo idolatraba, ver sus facciones, cada reacción de su rostro con cada acción que cometía contra su frágil cuerpo, en manera de venganza por la mordida, Charlotte comenzó a acariciar aquella sensibles orejitas de ciervo, no había hecho esto antes así que sentía curiosidad, al parecer eran 100 por ciento reales, una nueva reacción descubrió, al ver que la colita de Alastor se movía de una manera frenética, más al escuchar los leves gemidos que este buscaba contener.

-Oh, así que ese es tu punto sensible, ya sé cómo encender la Radio-

Dijo a manera de broma, ganándose una mirada de reproche de parte de Alastor, que estaba completamente centrado en los senos de la chica.

-Querida, la Radio se encendió desde que te dejaste morder-

Luego de esto siguió descendiendo a aquel vientre suave de la joven, al llegar a la ropa interior, la bajo con ayuda de sus dientes, clavando su intensa mirada en los ojos de Charlotte, que se ruborizaba ante aquella imponente mirada y se retorcía en medio de cada caricia del pelirrojo, el mismo separó más las piernas de Charlie comenzando a lamer y acariciar aquel pequeño sensible punto de placer puro de la rubia, mientras esta se arqueaba y levemente empujaba la cabeza del joven wendigo hacia su intimidad, haciendo todavía más intensas las acciones del mayor, pronto la lengua de Alastor fue reemplazada por la yema de unos de los dedos el demonio mitad ciervo, mientras los suspiros de la rubia resonaban con más intensidad, la lengua del pelirrojo se aventuró dentro de la joven, explorando aquella cavidad llena de calidez y humedad, las paredes des región, avisaban la pronta llegada del primer climax de la noche por parte de la rubia, cuando la misma culminó el pelirrojo, no perdió detalle de las reacciones de la joven en su llegada, se separó de las piernas de la joven, desatando el moño que traía en el cuello, el cual dejo caer sobre el suelo, luego fue acompañado del resto de su ropa, al estar nuevamente desnudo frente a ella, lo miro, mordiéndose levemente el labio inferior, causando un leve retroceso, algo que tenían que enfrentar cada vez que sucedía el afecto corporal era la gran vergüenza que Alastor sentía ante la mirada exploradora de Charlotte.

-n'ayez pas honte de votre corps chéri, que j'aimerai et chérirai chaque cicatrice qui est sur votre peau, je la mémoriserai comme si c'était une carte qui me mène à un grand trésor que vous avez caché-

//trad: no te avergüences de tu cuerpo cariño, que amaré y atesorare cada cicatriz que esté sobre tu piel, la memorizare como si fuese un mapa que me lleve a un gran tesoro que has escondido//

Se veía tan tierno ante los ojos de Charlie aquel sonrojo que predominaba en el rostro de su amado locutor, si como él había dicho, se encargó muy bien de enseñarle francés, pero jamás hubiese imaginado que lo usaría en una situación como esa, Charlotte se incorporó, besando lentamente los labios de Alastor, dejándose llevar ambos por fin a la unión de sus cuerpos, la joven se acomodó con Alastor sobre ella.

- ¿Estás segura de continuar con esto? -

Amaba que considerara pedirle permiso para realizar aquel acto, amaba todas esas facetas que solo a ella le mostraba, aquellas donde se mostraba vulnerable, respetuoso e incluso atento, siempre esperando hacerla sentir bien.

-Solo si tú también lo estas mi querido bambi-

Alastor hizo el puchero, realmente no le agradaba aquella película, ni el sobre nombre, se acomodó entre las piernas de la joven, luego de colocarse la protección, se introdujo con suavidad dentro de la intimidad de la fémina, haciendo que esta suspirara ante aquella intrusión.

-Te amo Charlotte-

Dijo entrelazando sus manos con las de la joven mirándola atentamente a los ojos.

-Yo también te amo Alastor-

Dijo para luego unir sus labios a los de Alastor, el mismo, daba pequeñas y juguetonas mordidas durante el beso mientras se movía de manera acompasada y lenta, asegurándose de que ambos disfrutaran el momento, pronto los besos y las mordidas tenían más ritmo y fuerza al mismo tiempo que los movimientos de la cintura del joven contra la de la rubia pronto los gemidos se volvieron más sonoros y las sensaciones se expresaban a flor de piel, el sudor y el calor producido entre la fricción entre ambos cuerpos empañaban los vidrios, hasta que por fin llego el punto del climax en simultaneo, lentamente Alastor salió con suavidad y luego la atrajo a su pecho, se quedaron unos segundos dormitando, luego Alastor se vistió recordando la ropa que estaba rota en el suelo, cubrió con su gabardina, el cuerpo desnudo de la rubia, rogándole a los dioses que mantuvieren su auto control por lo menos hasta llegar al apartamento de Charlotte donde seguirían con aquella "pequeña celebración".

-Al, gracias ha sido la mejor noche de mi vida, no pensé que bailaras conmigo-

Obviamente no se refería solo al baile.

-No podía dejarte con las ganas de bailar, además me tentaste, por cierto, yo no te estaba incitando, supongo que eso ya lo supusiste solita-

Charlotte se escondió avergonzada entre los brazos de su acompañante.

AMOR SONORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora