RAZONES

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La chica se encontraba llorando, abrazando sus piernas, no quería estar allí, quería que Alastor la defendiere, quería que él la rescatase como siempre lo había hecho, pero esta vez no se presentó, tal vez por el hecho de que pensó que ella había llegado al colegio, ambos se habían confiado, la puerta de aquel cuarto se abrió, anunciando a la chica que alguien había entrado al lugar.

-Hola, muñeca ¿Cuál es tu nombre? -

El tipo no sabía el nombre de tan hermosa chica, la misma no le volteaba a ver, su uniforme hecho girones se encontraba sobre el suelo junto con la que fue su ropa interior.

- ¿para qué quiere saberlo? después de todo solo me usará como un objeto-

El tipo la tomó fuertemente de las muñecas, haciéndola recostarse en la cama.

-sí, en efecto, tendré controlado a Alastor y al demonio Radio si estas tu conmigo-

Charlie no comprendía que sucedía con ese tipo extraño.

- ¿Qué le ha hecho Alastor tan grave para que quiera mantenerle de esta manera? -

El tipo miró Charlie detenidamente, para luego lamer su mejilla.

-Primero el haber nacido, segundo el haberse acostado con una blanca, sabes Alastor es mi bastardo, es mi hijo, por lo tanto, debo encargarme de que no tenga descendencia o en su efecto que muera, lo mismo el radio Demon, ese ya todos sabemos porque querida-

Charlie estaba demasiado confundida, ¿Por qué un padre trataría de aquella forma a su hijo?

-ahora que te veo bien, es una lástima que ya no pueda preñar a una chica, hubiese sido exquisito hacerlo contigo, digo hubiese sido genial que esperaras un bebé de un blanco como yo, digo para expiar tu pecado de acostarse con un mestizo y con un tipo extraño, pero podemos jugar, digo el tipo llamado Vox dijo que eras increíblemente adictiva-

Mientras tanto en el burdel, Alastor se acercaba muy amenazadoramente a Vox quien se mofaba de manera burlista.

-menuda joyita te tenías escondida, una delicia de chica, sabes creo que hasta tú tienes debilidad por una jovencita, era tan adictiva, no pude conformarme con una vez, debiste ver las lágrimas en sus ojos-

No pudo decir más cuando Alastor se abalanzó sobre vox, golpeándolo una y otra vez.

-vaya, supongo que así de fiera eres en la cama Radio zorra-

Dijo vox nalgueando a Alastor, algo que lo puso todavía más furioso.

-más fuerte muñeco, almenos si muero, moriré feliz de tenerte encima de mí, aunque me hubiese gustado más si ambos lo disfrutamos-

En ese entonces Alastor entendió que ese tipo lo estaba disfrutando, por lo que se alejó lo más rápido posible, sintiéndose sucio y asqueado.

-¿lo estas disfrutando cierto? Pues adivina ¿Qué? Yo no, antes de darte un golpe rápido y acabar con esta situación tan rara y asquerosa, necesito que me digas ¿Quién la tiene? –

Vox se rio era obvio que, aunque estuviese condenado a muerte no le daría la información así de fácil.

-no te daré información, a menos que esté dispuesto a darme placer o hacerme una felación, o me conformo con un beso francés, ¿Qué me dices? -

Dijo guiñándole el ojo, Alastor no quería hacer eso, pero con tal de sacar información.

-almenos te llevaras, el recuerdo a la tumba-

Dijo Alastor, obviamente no lo besaría, ¿para algo funcionaba sus poderes o no?, lo encerró en una de sus ilusiones, al parecer Vox lo disfrutaba, Alastor estaba al punto de vomitar, corto rápidamente la ilusión, para que vox le respondiera.

AMOR SONORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora