DESAPARICIÓN

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Obviamente como cualquier villano, criminal y ser obsesivo querría ver a su hijo suplicando por la vida de alguien a quien intentaba de proteger, secuestraría al hermoso manjar que cuidaban tanto su hijo como el pelirrojo, además que sería una clara advertencia para este, tendría Al más grande opresor de Nueva Orleans suplicante ante sus pies y también a su hijo.

-Roy llama a Vox, dile que quiero que me traiga algo y tal vez no sé negociar con él, este es el objetivo-

Dijo dándole aquella foto a sus "amigos"

-Indícale, no quiero que le haga daño, yo me encargare de eso cuando me la traigan-

Dijo sentándose mientras fumaba un habano, sentía su victoria asegurada, mientras la dulce dama se encontraba durmiendo entre los brazos del pelicastaño, la noche anterior también fue exhaustiva y llena de demasiada euforia al llegar al apartamento en el que Alastor vivía como el Radio Demon, en efecto era toda una mansión, en un lugar remoto y sin gente, pasaría allí todo el fin de semana, cosa que había surgido, la dama comenzaba a desperezarse, eran las 5am, por alguna extraña razón el sueño la abandonó.

-Al, despierta debemos ir a la ciudad, debo ir a clases-

El joven le tomó de las manos y beso sus nudillos con mucha dulzura.

-Me encantaría quedarme un día más contigo, se pasó demasiado rápido el fin de semana, pero almenos lo disfrutamos-

Dijo depositando besos en los hombros de la rubia, haciéndola reír a la misma todo le parecía un tonto sueño, ella estaba en brazos de su amor platónico, sin importar lo mal que se viere o sin importarle lo dañado que este estuviese, para Charlotte eran heridas que ella podría sanar y que él olvidaría después, luego del beso de buenos días, darse un rapidin mientras se bañaban, fueron a desayunar, Alastor se estaba encargando de darle un excelente desayuno a Charlie, quién disfrutaba de la vista al ver a Alastor, sin su gabardina, con las mangas recogidas hasta los codos, sus cabellos rojos recogidos en una graciosa coleta y obviamente sus ojos posados en el trasero bien formado de Alastor.

-Al, ¿es cierto que harías cualquier cosa por mí? –

Dijo con notoria curiosidad, Alastor la volteo a ver y sonrío de manera coqueta.

- ¿Qué no te lo he demostrado ya? Es obvio que haría cualquier cosa por ti-

Dijo terminando de preparar el desayuno y sirviéndolo.

-y ¿Por qué cuidas que continue estudiando?, digo a otros sus compradore...-

Alastor le besa en los labios antes de que termine de hablar, luego se separa viéndola a los ojos, derritiéndola bajo esa mirada intensa.

-Porque quiero que tengas las oportunidades que no tuve, además que en algún momento si yo llegase a faltar, puedas seguir acrecentando riqueza para que no te falte nada-

Pasado el desayuno Charlie optó porque Alastor la dejase en el apartamento que él le había obsequiado, ya que no quería que Alastor llegase tarde a su trabajo por su culpa, se alistó, tomó su bolso y salió con camino a su lugar de estudio, ese día se había recogido el cabello en una coleta alta, caminaba pensando en cocinarle algo delicioso a Alastor, se había comportado como un caballero con ella, era hora de darle una recompensa que realmente le gustase y algo que Alastor disfrutaba antes del sexo era la comida, de pronto sintió unos brazos rodearla, mientras peleaba por liberarse del agarre, hasta que cubrieron su boca con un pañuelo húmedo, haciéndola perder el conocimiento, solo un testigo hubo del secuestro, un testigo que ni el perpetrador esperaba.

Mientras tanto en el instituto, Vaggie y Crymini esperaban a Charlie.

-No ha llegado y no responde su teléfono, tengo miedo de que le haya ocurrido algo malo-

Dijo Vaggie esperando Charlotte respondiese su teléfono, mientras Crymini intentaba de investigar, Vaggie como último recurso llamó a Cherry Bomb, la cual estaba hablando con ángel sobre algunos implementos que podría utilizar para sus actos en la noche, por ello también lo acompañaba Velvet.

- ¿Qué sucede? -

La pelirroja lo observa con atención.

-La chica con la que estoy saliendo, me acababa de contactar, me dijo que su amiga "cabellos de algodón" no había llegado al colegio, ¿Qué si sabía algo? -

Velvet la mira conmocionada.

-Aún no hay que acudir al pánico, puede ser que se tomará el día libre, digo puede que este fornicando con Radio Demon, después de todo ya les dejó en claro que es su "chica especial"-

Dijo la pelirroja, mientras llamaba a Vaggie en un intento de calmarla, aún no se podía decir que estaba desaparecida.

Mientras en una región más alejada de ese lugar, la joven despertaba en una cama, la cabeza le daba vueltas, se puso de pie, solo para escuchar voces fuera de aquella puerta.

-Así que querías a la chica del Radio Demon, eso es un suicidio-

Ambos se carcajeaban, mientras Charlie examinaba su situación, mientras se preguntaba ¿Qué querían hacer con ella esos tipos?

-En efecto, pero imagina si cobro por una noche de sexo con ella, es carita inocente vende, no sé si quieras ponerlo a prueba-

Charlie Al escuchar aquello, decidió buscar una manera para escapar de allí, se volteo rápidamente hacia la ventana, buscando una llegar a la salida, aún se sentía mareada, para su mala suerte que los tipos ya habían abierto la puerta.

- ¿A dónde ibas pequeña? Trata bien a mi invitado-

Dijo aquel tipo, Charlotte comenzó a pelear para liberarse con oportunidades nulas.

Las horas pasaron, Alastor esperaba a que saliese de aquel lugar su hermosa chica, sin tener respuesta, las chicas salieron, observando a aquel tipo con al que Charlie había saludado la última vez.

-Sr, Charlie no llegó el día de hoy si es a quién busca, pensábamos que estaba con usted-

Alastor se alarmó ante esta acotación, observo a la eterna rival de Charlotte, quien veía a Alastor de arriba hacia abajo.

-No me digas que ya te cambio, era de esperarse, apuesto no le complaciste lo suficiente-

Alastor no le tomó importancia a lo que dijo, ya que iría a ver en el apartamento, tal vez solo se había sentido mal, el problema fue cuando este llego al lugar dándose cuenta, que ni la mochila, ni su uniforme estaban, solo quedaba una conclusión.

-Alguien la secuestro, no creo que mi padre haya sido tan estúpido como para retarme de esta manera-

El demonio de la radio llegó al burdel, para rebuscar un actuar sospechoso entre los idiotas que se encontraban allí, pero para su mala suerte aún no llegaba ninguno, Alastor comenzaba a ahogar su ansiedad en uno y otro vaso de whisky.

-Señor Radio d, ¿Qué paso con Charlie? -

Preguntó Velvet, Alastor se sorprendió Al ver verdadero temor en los ojos de aquella chica.

-No lo sé, le he estado buscando desde la tarde, no está en ninguna parte-

Velvet, tomó la mano de Alastor para que la siguiese ya que el primero en llegar era su cliente Vox, y la ida tan pronta del mismo cuando ella apenas salía con Angel, motivo por el cual lo acompaño, la hizo dudar de su cliente favorito, pero en la balanza, prefería a Charlie que a Vox.

-Buenas tarde-noches Velvet, panquecito-

Dijo el presentador de televisión.

- ¿Lo mismo de siempre mi Voxie? –

Vox le sonrió a Velvet la cual se encontraba de rodillas frente a él, lista para brindar atención a su cliente.

-Oh no cariño, hoy no, gasté mis energías en una hermosa rubia a la que le llevaba hartas ganas, de hecho, fue un gusto verla intentar escapar de entre mis manos, a estas alturas ya debe de odiar al Radio Demon-

Velvet lo miró con desaprobación, se levantó y le permitió el paso a Alastor.

-Pues me temó que se lo dirá en persona mi lord-

El sonido de interferencia sónica era más predominante en aquella habitación, el miserable no sabía lo que el demonio Radio ya tenía preparado para el más ante su última frase.

AMOR SONORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora