PROPIEDAD

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Ya había pasado la semana necesaria para preparar a Charlie, la misma estaba sumamente molesta, jurando que le patearía la entrepierna al miserable que la compró, aún no superaba el tener que "prepararse" para verle, quería desaparecer, quería ser lo suficientemente desagradable para que él desistiese de su compra.

-Imbécil-

Se dijo así misma intentando de pensar en cómo escapar de aquel día, como era de esperarse, su padre escoltó a su hija hasta el burdel, completamente en silencio, ninguno de los dos quería hablar, pronto llegaron Mimzy aún no llegaba ya que todavía era temprano.

-Señoritas, les dejo a mi pequeña hija, vístanla y prepárenla para el enfermo que va a comprarla, y tu querida, deberías sentirte afortunada, al menos no tendrás que trabajar en este establecimiento satisfaciendo hombres horribles, solo a un psicópata y tal vez solo sea una única vez, ya veremos si vives o si te abandona luego en este lugar, como Valentino lo ha hecho con Angel-

La chica vio cómo su detestable padre le dejaba en aquel recinto lleno de miradas curiosas hacia ella.

-Oww en efecto es muy joven-

Decía Velvet observando su rostro sin ningún maquillaje.

-Niña, ¿Pero ¿Qué haces aquí? -

Dijo Angel tomando a Charlie de los hombros.

-Radio Demon pidió ver la mercancía, solo que al parecer soy yo su mercancía-

Dijo cabizbaja.

-Oh querida al menos no terminaras desechada en los escombros de este burdel, a mí me compró Valentino cuando cumplí mis 15 años, fue mi primera vez, al principio yo me sentía enamorado de él, pero luego entendí su relación conmigo, solo era su desahogo de las noches, cuando se cansó de mi simplemente me dejo aquí generándole ganancia, no puedo huir de él ya que por desgracia me alcanzaría a donde fuese-

Dijo mostrándole una cicatriz no muy profunda.

-Tengo un chip de rastreo-

Ríe irónico, para luego suspirar con tristeza

-Aquí la mayoría somos muñecas de desecho, como las barbies que dejaron de gustarte porque les jalaste mucho el cabello y ahora están calvas o las que rayaste con un permanente y no pudiste eliminar las marcas, escuché la conversación entre tu comprador y Mimzy, quería que trabajaras en este feo lugar solo para sacarse el clavo contigo, como, ya sabes, tú le quitaste a Alastor-

Dijo observando las ojeras bajo los ojos de Charlie, evidenciando lo poco que durmió el día antes por propia incertidumbre.

-Chicas, lo primero es darle un baño con sales aromáticas, ese tipo es muy quisquilloso y no quiero quejas de él-

Dijo Angel por fin separándose de Charlotte.

-Mi nombre es real Anthony, pero me gusta más que me llamen por mi nombre artístico Angel Dust. –

Dijo arreglando observando con detalle el cabello de la rubia, maravillado por lo suave y brillante que este era, ahora el cabello de Charlie estaba un poco más largo, le llegaba un poco más debajo de los hombros y se ondeaba perfectamente, dándole un aire adorable a su rostro.

-Pareces un pequeño Ángel, ya veo el interés del Radio Demon sobre ti-

Angel y algunas de las empleadas del burdel ayudaron a desvestir a Charlie para proceder con el baño de la joven, cosa que sucedió demasiado rápido, en menos de un parpadeo, la chica ya se encontraba con una bata cubriendo su cuerpo, frente a una vanidosa, siendo peinada por Angel Dust.

-Por cierto, no me dijiste tu nombre-

Dijo el rubio observando a Charlie con suma atención.

-Mi nombre es Charlotte Morningstar. -

Respondió la joven observando como el rubio le hacía un peinado sencillo, pero que la hacía lucir bastante atractiva, un maquillaje recatado sin ser ostentoso, el olor dulce en su piel no era de su agrado, adoraba el olor a canela que Alastor impregnaba en su piel, suspiró pensando en que no volvería a verlo, la joven fue vestida con un hermoso vestido color palo rosa, bastante elegante, bastante decente que se apegaba levemente a sus curvas naturales, haciéndola ver maravillosamente hermosa.

-Listo, hasta yo estoy orgulloso de mi trabajo, no todo el tiempo logras crear una muñeca con un vestido sencillo y poco maquillaje. –

En el momento que la joven se veía al espejo llegaba Mimzy con una sonrisa burlista en sus labios.

-La elegancia no te queda querida, eso va más con personas de mi altura, después de todo tu padre hizo bien al venderte, al final ganaré yo ya que cuando Alastor sepa que ya no eres libre, dejará que yo le consuele ya que jamás podrás volver a verlo y tú por seguridad de la vida de él no volverás a verlo-

Sonreía más ampliamente ante lo último.

-Lamento decirte Mimzy que por más que te bese un príncipe, seguirás siendo un sapo, ¿sabes por qué?, pues bien, no estaré más con Al, no me acercaré a él por su seguridad, pero tu querida no podrías reemplazar mi lugar, si no te quiso antes de que me conociese ¿Qué te hace pensar que te querrá ahora que yo ya no esté? -

Dijo sumamente seria mientras cruzaba los brazos, se notaba como la rubia había heredado ciertos rasgos de su madre, cuando al fin llegó la noche, el Radio Demon se hizo presente en aquel local, quedándose sentado, expectante de las reacciones que su espectáculo traería esa misma noche, la joven se hizo presente frente a todos los espectadores de la zona VIP del burdel, la mirada hambrienta de Vox y Valentino sobre ella era evidente.

- ¿y bien? ¿complacido con tu mercancía Radio D? –

Su mirada color rubí brillaba con fuerte intensidad, era obvio que estaba complacido con la vista, no tocaron mucho de aquella belleza natural que la joven poseía, lo que no le gustaba esa fragancia dulce, lo mareaba.

-En efecto estimado manzanas, ella es un encanto-

La voz, esa voz, ella se había decidido a no levantar la mirada, no quería ver a su comprador a los ojos, pero al escuchar su voz, decidió levantar la vista, en sus ojos el terror y la sorpresa se hacían evidentes, Alastor, su Alastor era su comprador, el mismo lo sabía cuándo le contó que sería vendida, las lágrimas se hicieron presentes, así como el ceño de la joven comenzaba a fruncirse, se sentía atrapada, traicionada, no sabía ¿Cuál de los dos era peor si Al o su padre?, aprovecho la leve y acechante cercanía de Alastor hacia ella, dejándose llevar por la emoción levanto su mano, impactándola sobre la mejilla del pelirrojo, sorprendiéndolo en el momento, ella se dio la media vuelta marchándose hacia donde minutos antes estaba siendo preparada.

-Vaya, la chica tiene un fuerte carácter por lo que veo-

Lucifer temía que el demonio radio no quisiese terminar el trabajo después de la acción de su hija, ya que Carlos Phillip era quién más amena representaba para él.

-Bien, si me disculpan, debo ablandar la carne de mi cena. -

Dijo yendo tras de Charlotte, encontrándola llorando, como ya era costumbre.

- ¿Vienes a mofarte cierto?, lo sabías, sabías quién era mi comprador, era nada más y nada menos que tú, miserable escoria, te odio-

Alastor no se sorprendió por la reacción de la chica.

-Tengo mis razones para haberlo hecho Charlotte, solo que no los diré aquí, ni ahora, tienes derecho a saberlo, pero este no es el lugar indicado, prometo que cuando estemos solos te diré toda la verdad sobre este acontecimiento, por ahora puede pensar de mi como desee, no quiero pelear contigo querida-

Dijo acechándola nuevamente, levanto el mentón de la joven depositando un beso sobre aquellos labios.

-Debo terminar hoy mi trabajo para que podamos dialogar tranquilamente, à plus tard mon amour-

Dije dándole un fugaz beso en los labios, solo para marcharse de allí.

AMOR SONORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora