REMEMBRANZAS

513 60 41
                                    

Había llegado un nuevo día a Nueva Orleans, Mimzy había creído que por la gran "hazaña" de que padre e hijo se reencontraran había ganado muchos puntos con Alastor, lo que ella no sabía que sería todo lo contrario si Alastor se daba cuenta.

-Chicos creo que supliremos el día de hoy a Alastor, esta indispuesto-

Mencionaba el dueño de la estación de radio llamado Stolas, un tipo muy amanerado, pero bien adinerado, se sabía que le era infiel a su esposa con un joven llamado Blitz.

Mimzy pensó que era alguna romantizada y estúpida de sus ideas cuando era todo lo contrario, el suplente de Alastor sería un chico llamado Baxter, era muy nuevo, estaba colocado solo para esas situaciones, en las que uno de los principales locutores no se presentare, además como una amenaza constante de quien no cumpliese con su labor sería reemplazado por ese muchachillo.

-Oye Fiona, necesito hablar contigo-

La rubia de cabellos cortos resopló, le molestaba que ese miserable gato ebrio la llamase de esa manera.

- ¿Qué quieres hombre peludo? –

Dijo bastante molesta por el apodo, Husk la miró seriamente.

-Mimzy no quería hablar de esto aquí, pero no me dejas opción, vi que te despedías de los hombres que entraron en la casa de Alastor-

Mimzy sonrió mientras comenzó a pavonearse victoriosa, como si hubiese hecho una gran gracia.

-Sí, eran el padre de Alastor y algunos amigos de él, logré un bonito reencuentro ¿cierto? -

Husk la miró contrariado.

-Acabas de arriesgarte a perder lo único que tendrías de Alastor, su amistad querida, Alastor odia a su padre por cosas que no sabrás de mis labios, yo conocí a Alastor cuando él tenía una edad de 14 años, y me hice cargo de él como si fuese mi hijo, así que si me importa lo que le hagas a él ya que es el hijo que nunca tuve, ni tendré, así que cuida mucho lo que haces porque si sale dañado por la estupidez que tú has hecho me las vas a pagar muy caro, "Fiona"-

Dijo marchándose de allí, ahora Mimzy se comenzaba a dar cuenta de algunas cosas, como por ejemplo de que Husk era una amenaza segura para ella.

Mientras en el colegio Charlie terminaba sus clases, le había dicho a Alastor que lo vería en la tarde que ella saldría un rato con sus amigas, la misma lo había escuchado algo "ido", por lo que no pudo evitar preocuparse por él, sabía que, si algo andaba mal, el jamás se lo diría por no preocuparla, haciendo que ella anda en las nubes y distraída pensando en lo que ocurría con su amado castaño, ignorando en todo momento que era vigilada por el tirano padre de Alastor.

-La dama es una muñequita, un manjar para la vista, entiendo la elección de ese bastardo-

Dijo aquel hombre observando cada movimiento de la dama, dejándola de acechar al ver que no había señales de Alastor.

Cuando llegó a su apartamento, se topó con una grata cena preparada por su amadísimo ¿demonio?

-Al, ¿vaya que es esto exactamente? -

Dijo la rubia percatándose que la sonrisa de Al estaba Al vacilante.

-Oh querida solo quería oficializar esto que tenemos, supongo se le llama relación ¿cierto? -

La chica abrazó a su pelirrojo completamente feliz. Demonio, locutor, el que fuese la hacía muy feliz en ese mismo momento.

-Entonces ¿Quieres ser mi novio Al? -

Ambos rieron, Al fin esa chica le daba algo de paz y tranquilidad.

-Creo que es obvia la respuesta mi estimada-

Ahora Charlie hacía puchero.

-No me digas así, me hace sentir vieja-

Dijo de manera ladina, para luego besarle en los labios.

-Umm y pues, ¿comamos?, no tiene carne de humano o ¿sí? -

El pelirrojo sonrió Al escuchar la acotación.

-No cariño, pero te prometo que si te portas bien durante la cena tendrás ciervo para el postre-

Charlie lo detuvo unos segundos.

-Sí, pero espero que este ciervo no se emocione como la vez pasada, no sabía que explicación darle a mis amigas cuando me vieron toda llena de rasguños y mordidas-

Luego de ello pasar una cena muy amena para ambos, Charlie quedó muy satisfecha con aquella cosa rara que acababa de probar además de los raros panecillos dulces.

-Ufff ya me imagino lo afortunada que será tu esposa-

Dice Charlie llamando la atención de Alastor.

-Espero sea el bombón que tengo frente a mí, pero no comamos ansias-

Dijo por fin, para volverá poner pensativo, su distracción la notó Charlie prontamente.

-Al, dime ¿Qué sucede?, es decir ya somos pareja creo que podrías confiarme lo que está ocurriendo, algo que sé te está preocupando y consumiendo y no me digas que no porque desde la puerta noté tus ojeras, así que o me dices o no habrá snus nus-

Dijo Charlie cruzándose de brazos, haciendo a Alastor bajar las orejas.

-Bien, te digo, pero no por "eso", sino porque tienes razón, mira ya sabes de mi trágica infancia y pues al parecer aun con 30 años no he superado, bueno la cuestión es que ayer ese tipejo llegó a mi casa, me sentí extraño, quería matarlo ahí mismo, pero no podía ¿sabes?, alguien le contó sobre lo nuestro y pues con lo racista que es dice que no es correcto que estemos juntos ya sabes porque soy un mestizo y tú eres ¿blanca? -

Charlie parecía bastante sorprendió y obviamente se enojó por ese comentario.

- ¿Quien se cree ese tipo para decidir si es o no correcto?, bueno técnicamente tiene razón, pero es solo el hecho de la diferencia de edades y que no quita el hecho que soy una menor, pero no porque seas mestizo, además él tendría que envidiarme, tengo algo que el no-

Alastor la miró a los ojos con mucha curiosidad, había momentos en los que Alastor se comportaba como un niño y ese era uno de ellos.

-y ¿Qué es? -

La chica lo toma del rostro con ternura, y le deja pequeños besos en los labios, adorando ese pequeño detalle en él.

-Te tengo a ti, es decir alguien que me ama, me cuida y me quiere-

Ella amaba hacerlo sonreír y Alastor no podía negar que amaba esa sensación de tranquilidad y calidez que la chica le generaba.

-Sabes puedes ser un niño mimado cuando quieres ¿lo sabías? -

Dijo acariciando las orejitas de ciervo del pelirrojo, mientras estese dejaba hacer, el gran caníbal y asesino sin rastro de Nueva Orleans sería opacado ante la prensa, si supiesen que una chica de 16 años, sabía cómo domarlo y hacerlo parecer más a bambie que a un asesino.

-Solo si es quien quiero que me mime-

Respondió haciendo reír a Charlie, le sorprendía el cinismo con el que lo decía el pelirrojo.

-Bien querida debo irme, se me olvido que tengo otra cita pendiente-

Dijo reincorporándose y tomando su abrigo y antes de que se vaya, Charlie le toma de la mano.

-Quiero ir contigo Al ¿Puedo? -

Alastor quería decir que no pero cuando le hacía esa mirada era imposible rechazarla, su corazón cedió.

-Perfecto, bien irás conmigo, pero no quiero que te apartes de mí ¿ok? -

De un Chasquido Charlie tenía el cabello recogido en un moño y un elegante y recatado negro, con pequeños detalles en maya y bordes en color plata.

-Ok, no me despegaré de ti. -

Dijo mientras de un chasquido desaparecieron del apartamento de Charlie.

//Estoy feliz, me he puesto a escribir como loca, cada vez más cerca del fin//

AMOR SONORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora