PEQUEÑOS GRANDES CAMBIOS

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Ya se habían cumplido los tres meses de las vacaciones de verano, ahora Charlotte se preparaba para asistir a clase, su compañero de cuarto ese día se había levantado temprano, dejándole, el desayuno y el almuerzo listos para comenzar el día y llevar el medio día, la noche anterior, también había tenido un arrebato de pasión, luego de bailar en la sala, para su desventaja Alastor poseía su forma demoniaca, por ende era un poco más violento, el clavó las garras en los muslos y además que estaba llena de marcas de mordida, agradecía al que haya hecho que no las dejase en lugares visibles, desde su primera vez con él los encuentros eran muy frecuentes y Alastor había comenzado a utilizar protección desde la segunda noche con ella ya que quería evitar el embarazo en edades tempranas para Charlie, se dejó el cabello suelto, cubriría las mordidas en su cuello, además de las marcas de chupetones, ahora sería más difícil ocultar aquello que estaba pasando ahora en su vida, saludo a sus amigas con un abrazo, las había extrañado mucho durante las vacaciones, ahorita se estaban cambiando para iniciar la clase de deportes.

-Charlie, realmente me siento mal por todo lo que mi abuela te hizo pasar, al parecer conoció mejor al vecino y le dijo que ella solo era una acosadora, lo mismo que tú le dijiste-

Charlie estaba tan en las nubes recordando ese mes con Alastor y cuando se reprochó así mismo por no haberla tomado en ese mes, se quedó pensando en nada mientras cambiaba de camisa y Vaggie y Crymini le miraban alarmadas, las marcas de rasguños y mordidas en la espalda, cuello y hombros.

-Por todos los demonios, ¿Charlie que te paso? -

Dijo Vaggie, trayendo a Charlie devuelta a la realidad.

-Heeh... yo... fui atacada por un animal ¿salvaje? –

Crymini la observo sin creerle del todo, ya que los animales no dejan chupetones.

-Bien querida, por lo que veo también te atacaron o sanguijuelas o vampiros porque desde aquí te veo un mega chupetón en el cuello que no creo te lo haya hecho un animal-

El rostro completamente rojo de Charlie la delato, las escenas de los días anteriores golpearon en su mente.

-Bien, tengo algo así como un novio, es mayor de edad, no digan nada que no quiero problemas-

Ambas se asombraron, mientras Charlie intentaba hallar las palabras para hablar sobre esto.

-Y bueno desde hace un mes estamos ya saben, comenzamos a intimar, si antes que pregunten si usamos protección-

Ambas se quedaron sin ninguna palabra.

Mientras Alastor en su trabajo mantenía todo en orden su comida, su almuerzo y su tiempo, en momentos se perdía recordando la carita de Charlie durmiendo.

-Reconozco esa cara de idiota, estás enamorado, no eso ya lo sabía-

Dijo Husk sorprendiéndose Al hallar su propia respuesta

-No me digas que tú y la rubia ya están probando los papeles para escribirle a la cigüeña-

Alastor suspiró con fastidio, Husk era todo menos reservado.

-No lo digas en voz alta, y si para que alimentes tu curiosidad, si paso-

Husk parecía ¿conmovido?

-Miren mi niño ya creció, tuvo su primer encuentro "amoroso"-

Alastor golpeo su frente con su mano.

-Cállate, shhhhh-

Husk rio con todas sus fuerzas y volvió a decir en voz bajita.

-Al menos me alegra saber que no fue con Mimzy, por cierto, sé que no me debe interesarme, pero ¿estás utilizando protección? -

En ese momento por primera vez frente a los ojos de Husk Alastor se había ruborizado, hasta las orejas.

-Ssh, cállate no digas eso, es obvio que sí, ahora vete, tengo trabajo que hacer, vieja de patio-

Pasó la tarde, Alastor tenía que encubrir su doble vida lo suficientemente bien, llegó ante la dirección solo para hacer el papeleo.

-Veo que usted ahora será el tutor legal de Charlotte Morningstar-

El joven pelirrojo ensancho aquella sonrisa filosa, haciendo que la piel de la sra Rosie Noir se erizara del miedo.

-En efecto señorita, todo está en orden y de manera legal, el padre de la niña renuncio a su patria potestad junto a su madre, por lo que decidí dejarla bajo mi tutela. -

Rosie es parte de la mafia, conoce bien lo que se habla del Radio Demon, sabía también del trato de Lucifer y el radio d.

-Vaya me alegra saber que ella estará en buenas manos-

Dijo la dama ya que no quería que el caballero frente a ella se volviese su enemigo, pasaron las horas las clases estaban terminando, Charlie corrió hacia Alastor, este la abrazo con fuerza.

- ¿Me extrañaste mi hermosa dama? -

Dijo el pelirrojo observando a su queridísima rubia, la cual le sonreía de manera dulce, haciéndolo amar esa misma sonrisa.

-Sin duda esa sonrisa me vuelve loco Charlie. –

La joven se ruborizó Al escucharlo, luego le tomo de la mano, a vista y paciencia de todos los presentes incluso ante los ojos de Helsa.

-Papi me había dicho lo que había ocurrido, pero jamás me imagine fuese cierto-

Sus amigas querían seguirles, pero ante sus ojos y de un chasquido desaparecieron del lugar, ahora Alastor y Charlie estaban en el apartamento que Alastor compro para Charlie.

-Bueno mi linda princesa, debo dejarte, tengo muchas cosas que hacer hoy, además que he quedado en verme con Angel y Husk. -

El ceño de Charlie se frunció, no le gustaba que saliera, menos si no sabía con quién iba a estar, su mente divagaba en la escena de su amado locutor rodeado de bellas damas.

-Oh no te pongas celosa cariño, sabes que solo tengo ojos para ti-

Dijo rodeándola con sus brazos y depositándola un juguetón y fugaz beso en los labios.

-Prometo compensarlo, valdrá la pena-

Dijo tomándole de las manos, besando sus nudillos.

-Bien, supongo puedo invitar a mis amigas para pasar el rato, claro que con ellas no puedo pecar como lo hago contigo-

Dijo intentándolo hacerle ceder para que se quedase con ella.

-No mi vida, tengo que encubrir las huellas y disipar las sospechas, claro puedes invitarlas, este apartamento es tuyo, solo avísame cuando lo hagas para no venir a interrumpir-

Dijo para luego darle un beso en los labios y por fin desapareció del lugar para llevar a cabo su salida con sus amigos.

En otra zona de nueva Orleans

Un hombre caucásico de cabello canoso, rasgos cansados y una faz grotesca, su cabello peinado hacia atrás, el mismo estaba rodeado de 5 hombres de su misma edad, todos bien armados, todos incluso ese hombre estaban vestidos de traje.

-y ¿Bien señorita de que quería hablar conmigo que me ha citado en esta ciudad? -

Mimzy había hecho una investigación reciente sobre el parentesco de Alastor, hallando por fin al extraviado padre del mismo, el problema es que ella no tenía idea de los problemas que ese hombre había causado en Alastor, mucho menos el ¿Qué tanto lo había dañado?

-quería hablar de su hijo, me gustaría lo haga entrar en razón-

El hombre frente a ella se paralizo Al escucharla.

- ¿Por qué te interesa? -

Dijo observando aquella dama, ante sus ojos era muy hermosa, pero sabía muy bien como era su "hijo". -claro me hablas de Alastor, ¿Cómo ha estado él? Digo no lo he visto desde que marchó de casa-

Había algo extraño en el hablar de ese hombre, algo que Mimzy no podría notar o si quiera entender, según ese hombre frente a ella, estaba nuevamente cerca de su pequeño y débil cervatillo

AMOR SONORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora