Kyoka sabía que estaba mal. Sabía que tarde o temprano la locura y la obsesión se volverían una carga, pero no podía dejar que ese ojeroso de mierda alejara a su Pikachu de su lado.
▪ Del amor y cariño a un acoso y obsesión.
▫ Los personajes no me p...
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Las clases terminaron y me dirigí a mi cuarto. Momo me acompañó.
- Entonces...¿Todoroki y tú están saliendo o algo?
- Pu-pues...salir es algo bastante apresurado ¿No crees? Nisiquiera confesé mis sentimientos.
- ¿No? Creí que si. Todoroki se la pasa viéndote en los entrenamientos. Y aveces habla de ti en el almuerzo. Bah...eso me lo dijo Denki.
- ¿De-de verdad? Pues...me alegra eso - Vi como sus mejillas se tornaron a un color rojizo.
Que tierno. Me recuerda a Denki.
...
Ahora que lo pienso ¿Donde está?
- Bueno, ya llegamos a mi habitación. Gracias por acompañarme Momo - Saludó la pelimorada, mientras incertaba la llave en la cerradura de la puerta.
- De nada Kyoka. Por cierto, Ibara me invitó a charlar junto a Kendo y Mina ¿Vienes?
¿Con esa perra? Si, claro.
- Perdona pero estoy cansada. Tal vez otro día - O nunca.
Momo asintió y me saludó. Le devolví el saludo y entré a mi habitación, donde tiré mi mochila al piso y me senté en mi cama. Agarré una guitarra y empecé a practicar un poco.
La melodía me hizo recordar al festival.
Me hizo recordar a el. A Denki.
Tocando a mi lado, viéndome cantar. En ese momento supe que teníamos que estar juntos. Que queríamos estar juntos. Su mirada alegre y radiante me hizo tener mas confianza a mi misma. Sus palabras de apoyo me ayudó a avanzar y sus ojos me hacían sentir algo que nunca sentí en el pasado.
El es un ángel. Mi ángel.
Se suponía que teníamos que estar juntos. Y yo no era la única que pensaba eso.
Momo, Kirishima, Sero, Mina, hasta Bakugo pensaba que íbamos a ser pareja. Por eso, cuando Kaminari anunció su relación con ese ojeroso, mis amigas me miraron con pena.
"No te atrevas a decir nada en contra, nosotros tampoco lo veíamos venir" me dijo Bakugo cuando me vio molesta.
Sentí tanta decepción.
Denki...se supone que deberías estar conmigo.
Pero bueno. Tu pequeño amor hormonal se irá y volverás a mis brazos. Lo se.
O yo misma me encargaré de hacerte olvidarlo.
Kyoka siguió tocando, hasta que pensó en ir a ver a Denki. Se paró, se cambió a una ropa mas cómoda y salió de su cuarto, cerrando con llave a sus espaldas.
Caminó unos minutos hasta llegar a la habitación del rubio, estaban en el mismo piso después de todo.
Tocó la puerta, sin recibir respuesta.
Volvió a tocar. Nuevamente silencio.
¿Donde estás Denki? No me digas que estás con ese ojeroso de mierda...
Suspiró.
Será mejor irme antes de que...
Espera ¿Acaso tu puerta está...? ¡Acabo de recordar que siempre olvidas ponerle seguro a tu habitación!
Antes que nada, sacó su celular y le mandó un mensaje a Denki, preguntándole donde estaba. Recibió respuesta inmediatamente.
"Estoy con Hitoshi. Puede que tarde en ir a cenar"...ese ojeroso me las pagará.
Okey, dijo que tardará en ir a cenar y falta una hora para la cena.
¡Tengo tiempo!
Rápidamente entró a la habitación de Denki y sacó una llave diferente a la de su habitación.
Voy a cerrar con llaves por las dudas. Total, Denki es algo olvidadizo.
Menos mal que me hice una copia.
Cerró con llave y rápidamente cayó rendida a la cama donde dormía la persona que tanto amaba.
Mmh huele a el.
Es tan cálido y suave. Desearía que esto sea su pecho en vez de su cama. Estoy segura que se sentiría mejor
Lentamente, con una mano empezó a abrir las mantas, encontrándose con el colchón cubierto por una blanca sábana. Volvió a caer, esta vez, oliendo la almohada.
Estoy ansiosa por morder esta almohada cuando pierda mi virginidad contigo. Y te haré morder a ti la almohada también.
Te haré perder la virginidad de las dos maneras. Lo prometo.
De repente, empezó a sentir una leve excitación ante el aroma de la tela.
Denki...
Me pregunto como serían tus gemidos.
Se arrodilló y empezó a bajarse su calza.
Me alegra no haberme puesto ropa interior.
Bajó su mano derecha hasta su clítoris y empezó a frotarlo.
- A-ah~ Denki... - Gimió a lo bajo.
Mierda.
No puedo esperar a que me penetres de una vez por todas...
Luego de llegar al climax, volvió a tapar el colchón con las mantas, se subió el pantalón y se fue rápidamente de la habitación.
Se sentía satisfecha.
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