Kyoka sabía que estaba mal. Sabía que tarde o temprano la locura y la obsesión se volverían una carga, pero no podía dejar que ese ojeroso de mierda alejara a su Pikachu de su lado.
▪ Del amor y cariño a un acoso y obsesión.
▫ Los personajes no me p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sabado llegó y salimos junto a la madre de Bakugo, hacia la agencia de la mentora de Yaoyorozu.
La verdad, es bastante fastidioso ya que es algo lejos y ahora estamos viajando en auto.
— Me pregunto si aceptará ayudarnos — Comentó algo nerviosa Momo.
— Seguro que si. Denki es su hijo después de todo.. — Mencionó Kendo a su lado.
— Eso no importa.
— ¿Eh?
Todos se voltearon a ver a Shiozaki, quién tenía la mirada seria.
— Tienen que saber que Uwabami no es una buena persona. Ha hecho cosas horribles.
Vi como Momo frunció el ceño por los insultos que tiraba Ibara hacia aquella mujer.
— ¿Porqué dices eso?
— Porque es verdad.
— Pero ¿Porqué es una mala persona? ¿Que hizo?
— Pues primero que todo abandonó a Denki de una manera un tanto...no se como decirlo.
— Dilo de una vez — Se quejó Monoma revoleando los ojos.
— Ella es la razón por la que Denki tiene ataques de ansiedad..
— ¿Ataques de ansiedad?
Los presentes giraron su vista al asiento del conductor, donde se encontraba la señora Bakugo conduciendo.
— Tch, ya te lo dije bruja. Rayito no está bien — Dijo fastidiado su hijo, cruzando los brazos.
— ¡No me llames así mocoso! — Le exclamó, pero luego vio a los demás por el espejito — Cuando Katsuki me contó la situación, tampoco creí que era tan grave...Conozco a Kaminari, es un bueno chico. Una pena lo que le está pasando. Espero poder estar ayudando llevándolos a ese lugar...
— Lo hace señora Bakugo. Se lo agradecemos — Asintió agradecida Momo, mostrando una leve sonrisa — Sobre lo de antes...
Shiozaki lanzó un suspiro y se volteó a ver por la ventanilla.
— Será mejor que esperemos un poco para saberlo..
Crucé miradas con Yaoyorozu. Parecía estar preocupada.
Que fastidio...
— ¿Cuanto falta?
— Unos minutos nada mas — Le respondió la pelinegra mientras miraba su celular — Por cierto ¿Seguro que estás cómodo con Shiozaki arriba tuyo? Digo, no hace falta...
