Regresa a casa

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- No, no y ¡no! - gritó frustrado mientras observaba el cuerpo del chico frente a él.

- L-lo si- - un golpe interrumpió cualquier cosa que quisiera decir, llevándolo hasta el suelo, donde al levantar la vista, solo pudo encogerse y temblar de miedo. - A-amo - dijo sin levantarse, arrodillándose e implorando con su mirada.

Sin embargo, el hombre lo vio con más furia que antes, por lo que arrojándose a sus pies, sintió lagrimas recorrer sus mejillas.

- No soy tu amo, una basura como tu no tiene derecho a llamarme así - dijo, escupiendo al chico. Con un chasquido, los dos guardias junto a ellos, sujetaron con fuerza al menor, obligándole a levantarse y lo llevaron hasta su celda.

Mientras el hombre, vestido con un traje entallado de tres piezas, caminaba por el largo pasillo que le permitía salir de ahí. Al pasar por la puerta custodiada por uno de sus hombres, dijo con su voz neutra.

- No comerá en tres días, y solo se le servirá un vaso pequeño de agua al día - el guardia asintió haciendo una reverencia, antes de dar un paso para salir, se detuvo para continuar hablando. - Y preparen una nueva inyección, su cuerpo rechazó... las vitaminas -.

Dicho eso, salió y caminó hasta su auto. Se encontraba lo bastante alejado de la ciudad para que nadie pudiera encontrarle, llevaba varios años intentando lo mismo, recrear su perfecta creación. Suspiró frustrado, esos chicos eran unos ineptos, lo le servían como entretenimiento, pues ninguno se acercaba a él.

- Amo - se burló - esa escoria no le llega a los zapatos para intentar reemplazarle - dijo enojado, recordando que nadie podía llamarle así. 

Su chófer se mantuvo en silencio durante todo el trayecto, por lo que decidió tomar una siesta, se encontraba agotado, golpear a su nuevo juguete le dejaba exhausto. Si tan solo años atrás su bella marioneta no hubiera muerto, no tendría que recurrir a ese tipo de métodos.

Recordar su pequeño cuerpo inseguro y tembloroso con miedo a cometer algún error, sus ojos grandes y alertas de cualquier movimiento, desconfiando de todos, sus mejillas y nariz rojas junto su rostro empapado de lágrimas cuando cumplía su deber, sus bellos labios cereza, maltratados por morderlos para tratar de acallar cualquier cosa que le molestase. Todo él, le hacia suspirar de placer, haciéndole sentir enorgullecedor por haber hecho tan magnifica obra.

- Señor, hemos llegado - le dijo su chofér, despertandole de su tan maravilloso recuerdo. Si tan solo su socio no le hubiera traicionado, no hubiera tenido que escapar olvidando al pequeño dentro de ese lugar.

Una vez entró a su  hogar, se encaminó hasta su estudio, recibiendo ligeras reverencias de quienes le observaban llegar. Una vez llegó, se dirigió a su escritorio, prendiendo su computador y anotando en su registro el horrible suceso del día.

Quizá golpearlo hasta dejarle inconsciente hubiera sido mejor que solo haberle dejado sin comer, esa basura no entendía que cuando le daba una orden, debía cumplirla.

- Señor - dijo una voz captando su atención, notando a su mano derecha. - La falla fue vista hace unos meses en el aeropuerto de Seul -. 

El hombre dejo lo que estaba haciendo, levantándose de su asiento y acercándose a su mano derecha. 

- Eso no es posible, él esta muerto, era imposible que la destrucción del lugar haya dejado ser vivo alguno - dijo no dejándose engañar.

- Observe por favor - dijo con una reverencia, dándole una pequeña tableta donde se encontraba una serie de fotos tomadas de una cámara de seguridad en el aeropuerto.

Era él, no había duda, a pesar de verle como un adolescente, era él. Esos bellos labios cereza siendo mordidos mientras su vista viajaba levemente hacia todos lados, siendo precavido de cualquier movimiento, inseguro de su andar. 

- Vayan y busquen donde esta en este momento - le dijo a lo que su mano derecha salió directamente para dar a entender sus deseos. 

Se sentía en la gloria, su hermosa creación se encontraba con vida, a unos cuantos metros de él, no podía esperar más. Era tiempo de que Jungkookie regresara a casa.

 Era tiempo de que Jungkookie regresara a casa

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