Sinópsis
Existen personas que buscan tener habilidades que otros no puedan poseer, es decir, desean obtener poderes y lograr ser invencibles, para que otros lleguen a postrarse a sus pies... Dreams, Inc. Era el encargado de lograr dichos sueños, par...
- ¿Por qué no ha llegado?, ¿por qué no contesta su celular?, ¿por qué nadie sabe nada de él? - preguntó Eun a todos los reunidos en la enorme sala, llena de angustia.
- Tranquila, mi amor, Jungkook tal vez tuvo un contratiempo y se le acabó la batería, por eso no se ha comunicado - trato de calmar a su futura esposa.
Todo había estado bien durante todo el día. Jungkook había asistido a clases, como todas las mañanas entre semana, los chicos despertaron algo tarde, desayunaron, jugaron un rato, estudiaron unas cuantas horas y empezaron a entrenar. Pasaron unos minutos después de la hora en cuando Jungkook regresaba, sin embargo él no volvía.
El chófer había enfermado, por lo que Jungkook dijo que regresaría en autobús como en los últimos días se encontraba haciendo, por lo que sospecharon que el trafico era la razón de la desaparición del menor del hogar. La verdadera preocupación empezó cuando el cielo ya comenzaba a pintarse de rojos y naranjas, pero Jungkook no aparecía. Intentaron llamando a su celular, fallando cuando les contestaba el buzón de voz.
La sala se encontraba llena de un ambiente tenso, nadie podía pensar en otra cosa más que posibles accidentes donde el menor se encontraba de protagonista. Eun era la más afectada de todos, comenzó a tener un ataque de ansiedad, caminando de un lugar a otro, respondiendo ella misma el teléfono fijo, esperando que fuese su hijo, pero después de varias llamadas de personas quienes realmente no le importaban, se cansó y decidió dejar que Clara atendiera el teléfono, yendo a sentarse en uno de los sillones.
El sonido del teléfono volvió a llamar la atención de todos, sin embargo, cansados de falsas alarmas, prefirieron seguir sumidos en su melancolía. Cada uno de los chicos se encontraban preocupados por el menor, a su propia manera.
Yoongi se encontraba intentando no quedar dormido, Tae al igual que Eun, caminaba de un lugar a otro, Jimin se encontraba sumido en su propio mundo mientras recargaba sus brazos sobre sus rodillas, Nam mordía la pajilla de su bebida, mientras Jin intentaba controlar su ansia de querer morderse las uñas, y Hobi, procuraba mantener pensamientos positivos.
Todos siendo presa de como sus poderes podrían salir si no se tranquilizaban, siendo ignorados por Hwan, quien preocupado por todos, no podía pensar con tranquilidad.
- Residencia Kim, en este momento los señores del hogar no se encuentran disponibles, si gusta dejar un mensaje, con gusto les comunicaré que se comuniquen con usted - se escuchó decir a Clara, mirando algo preocupada el ambiente que se formaba en el hogar por la ausencia del pequeño con sonrisa de conejo.
Poniendo atención a cualquier cosa que le quisieran decir del otro lado de la linea, pudo escuchar la voz de Jungkook algo nerviosa, aunque se sintió aliviada y de alguna manera, feliz de poder oirle, tanto que no contuvo su voz.
- ¡Joven Jeon! - exclamó, demasiado fuerte para su gusto, llamando la atención de todos, quienes como su de contorsionistas se tratasen, miraron a su dirección, asustándole.
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- ¡¿Un auto te seguía?! - preguntó Yugyeom una vez el mayor terminó de explicarle porque estaba en su jardín.
- Creo que lleva tres días siguiéndome - dijo más para si mismo que para su amigo.
Tomando el vaso que le ofreció su querido amigo, si podría decirle así, trató de aclarar sus pensamientos. ¿Por qué le seguirían?, ¿en verdad le seguían o solo estaba siendo paranoico?, no, él estaba seguro que le seguían.
- Creo que deberías dormir aquí por hoy, o hasta que las cosas se calmen - dijo la voz tranquila del chico frente a él, sorprendiéndole por su idea. Cuando intentó negar, la puerta principal fue abierta por una mucama, permitiendo entrar a un hombre que Jungkook ya conocía.
- Señor Kim - dijo Jungkook levantándose del sillón donde se encontraban para hacer una leve reverencia.
- Jungkook, que alegría verte por aquí, espero que mi hijo se este comportando como un buen anfitrión - le dijo el señor Chungho en forma de saludo mientras le veía con una sonrisa.
- Papá, Jungkook necesita quedarse aquí - le dijo Yugyeom a su padre, haciendo que ambos, su padre y Jungkook, abriesen los ojos sorprendidos, aunque la expresión se volvió de preocupación por parte del hombre con traje.
- ¿Sucedió algo? - antes de poder negar con una sonrisa forzada, Yugyeom le comentó a su padre lo que Jungkook le había contado.
El señor Kim escuchó atentamente a su hijo, mientras Jungkook se lamentaba de haber abierto la boca en lugar de volver a su casa y decir que se había confundido. A pesar de eso, el hombre parecía sereno y pensativo, intentando buscar alguna otra solución. Aunque no le molestaba la presencia del de ojos expresivos, por lo que después de pensarlo un poco, tomó una decisión.
- Entiendo porque quieres que Jungkook se quede, pero, ¿ya han avisado que se encuentra en nuestra casa? - preguntó a lo que los dos jóvenes negaron.
Jungkook realmente no se había puesto a pensar en avisar que se encontraba en casa de un amigo, estaba más preocupado en huir y recuperarse que en pensar en sus padres. Sintiendo algo de vergüenza, se disculpó y sacó el teléfono de su mochila, solo para enterarse de que se encontraba sin batería.
Maldijo internamente, pero Yugyeom se dio cuenta de su desafortunada suerte y le ofreció llamar a su madre desde su teléfono, o que su padre se comunicase con Hwan para explicarle la situación. Jungkook opto por la primera de las opciones, llamaría para explicar se que se encontraba bien e iría a casa. Llamó al numero fijo de su hogar y esperó.
- Residencia Kim, en este momento los señores del hogar no se encuentran disponibles, si gusta dejar un mensaje, con gusto les comunicaré que se comuniquen con usted - respondió Clara, una de las mucamas, Jungkook reconocía su voz.
