Capítulo 24: Videojuegos

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-Bonito nombre. -Mascullé cuando terminó de decirme su nombre.

A decir verdad, estaba de buen ver, como diría Lauren. Tenía unos ojos hermosos, su cabello también se me hacia lindo, sus hombros, su boca, su espalda, sus manos... ¡Alto Camila!

"¿Pero qué te pasa? El frío si que te afectó".

-Gracias. Pero no me has dicho cual es el tuyo. -Contestó Matt.

-¡Oh, lo siento! Me llamo Camila, Camila Jonhson.

-Tu nombre es lindo. Como tú. -No pude evitar sonrojarme. Creo que era tanto mi sonrojo que sentía que me ardían las mejillas.

Gracias a todos los dioses y fuerzas naturales que era de noche, así no podía verme roja a más no poder

Entramos a la casa de Cameron y cuando pasamos cerca de donde estaban muchas personas, Matt me cubrió con su sudadera de manera que me tapaba tanto la cabeza como la mitad del cuerpo en cuanto a lo largo de esta, así no me reconocerían. O eso creo.

Llegamos a una de las habitaciones de la casa, y eso lo sé porque Matt me descubrió la cabeza de la sudadera que minutos atrás traía puesta.

-Hemos llegado. ¡Vaya que sí hay mucha gente! Bueno, bienvenida a mi habitación.

-¿Tú vives aquí?

-Casi. Mi familia vive en la ciudad de Nueva York. Cuando los papás de Cameron invitan a los míos a alguna cena nos quedamos aquí algunas semanas.

Matt me miraba fijamente a los ojos en el momento en que me explicaba.

Lamentablemente soy mala manteniendo la mirada fija en alguien, y gracias a eso, me pongo a temblar.

"Ahora no piernas".

-Entonces, ¿no te quedarás aquí mucho tiempo?

-Me temo que no. Pero mientras tanto, aprovecharé lo que sea posible el estar aquí. No vengo tan seguido. -Contestó nuevamente Matt haciendo una mueca.

-Y bien, ¿qué hacemos aquí? Digo, si se puede saber.

"Genial tema para tener con él Camila".

-Bueno, vi a Cameron en la fiesta, no sé qué estaba haciendo, pero creo que estaba ocupado así que te traje aquí. No te aburrirás aquí conmigo, ya se nos ocurrirá algo para hacer.

"Bien, si lo que está trantando de hacer es sonrojarme y decirme cosas lindas para yo caer en su juego, lo está ganando".

-Tal vez, ¿juegos de mesa? -Propusé.

-Eso es para abuelitos. ¿Sabes jugar videojuegos?

Nunca fui buena jugando ese tipo de juegos. No es que tenga algo en contra de los videojuegos, pero sencillamente no se me da.

Recuerdo que una vez, el hermano de Lauren me invitó a jugar junto con mi amiga a una plaza para que no estuvieramls de "Niñas sin qué hacer", así que fuimos, y como Greg Jauregui es adicto a los videojuegos, las cuatro horas de estar en la plaza, solo fueron de videojuegos, y videojuegos.

¡Ah! Y más videojuegos.

Y no olvidemos que también de videojuegos.

En fin, Lauren se enojó y nos puso a las dos a jugar uno. Éramos tan malas, que dos chicos se nos acercaron y de unos minutos a otros, los controles de la consola ya los tenían ellos.

En conclusión: Camila Jonhson no sabe jugar videojuegos.

-¿Me creerás si te digo que el único videojuego que sé jugar es "Pack-man" y "Mario Bros"?

-Típico de mujeres. -Musitó Matt sonriente.

-¿Disculpa? ¿Qué quieres decir con eso? -Hable ofendida.

-Son muy pocas las mujeres que saben jugar videojuegos, algunas lo hacen por moda u otras por quedar bien con los chicos, pero la mayoría de las mujeres no saben jugarlos bien.

-Vamos a jugar el mejor videojuego que tengas. Te enseñaré que no todas son igual.

Matt salió de la habitación en busca de lo que le dije: un videojuego.

¿Qué se cree este chico? ¿Que puede juzgarme a mí sólo por que no se jugar videojuegos tan bien como él? Claro que no.

Algunas podemos jugar tan bien como el y como los demás hombres, sólo es cuestión de desarrollar y practicar.

Después de un rato, Matt llegó con una consola de videojuegos dentro de una caja donde se podía leer "Play Station 4" y en la otra mano llevaba el videojuego "Halo Reach" .

-Esta será una gran batalla. -Dice Matt.

De un rato a otro pasé de estar segura de mí misma a estar nerviosa y querer salir corriendo de ahí.

No sin antes de robarme la consola. De que cuenta mucho dinero, eso sí.

¿Porqué le tuve que retar?

"Estás enferma Camila... ¡ENFERMA!"

Lo hecho, hecho está.

Y la apuesta/reta también lo está.

El niño de mi infancia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora