Una semana.
Una semana había pasado desde que salí improvisadamente con Matt. Y una semana llevaba mi celular sin dejar de sonar debido a que Cameron no dejaba de enviar mensajes ni llamadas, y éstas mismas no las contestaba.
Una parte de mí trataba de convencerme para volverle a hablar a Cameron. Pero en la otra parte de mí predominaba el orgullo y éste se encargaba de recordarme lo poco que me ha hecho Cameron que significaba mucho para mí.
Admito que lo extrañaba... y mucho, pero simplemente no sentía que él me perteneciera.
No en todos los sentidos, pero sí en el sentido de que él pueda quedarse en mi vida.
-¿Quieres que te ayude en algo? -Lauren se acercó a mi, sacándome de mis pensamientos.
-No, sólo a preparar las bebidas si quieres. -me dije refiriéndome a los smoothies y aguas frescas que vendía el restaurante de mi papá.
-De acuerdo. -Lauren se dirigió a la maquina donde las bebidas se preparaban.
Me encontraba en el restaurante de mi papá, viendo a lo lejos del mar... Me pregunto: ¿cuánto tardaré en nadar de aquí al otro lado del mundo?
No sé, a veces amanezco con dudas en mi cabeza, pero no importa.
La vida se encarga de poner las dudas, y la experiencia de resolverlas.
-Ahora ¿eres dueña de un restaurante?
-No es mio. Es de mi papá. -sonreí en dirección a Matt.
-Pues no ha de estar tan mal. Dame lo mejor que tengas. -Matt se acomodó en uno de los asientos de la barra.
-No sé si sea lo mejor, pero lo intentaré.
***
-¿Bromeas? Fue lo mejor que he comido en mi pequeña y joven vida.
-Lo dudo Matt. Debiste haber ido probablemente a Nando's, o a Olive Garden. A lo mucho KFC.
-No se compara con la tuya, y no bromeo. Pero si quieres te puedo llevarte a un restaurante y te darás cuenta de que ninguna comida se compara con la tuya. -propusó Matt.
Matt comió lo "mejor del puesto. Hamburguesa acompañado de una bebida de jamaica fresca.
¿Es posible que a alguien se le haga MARAVILLOSA una hamburguesa y una agua de jamaica solamente?
A Matt Espinosa sí.
-Bueno, pero ya será después.
-O quién sabe... -Pronunció Matt en un susurro y yo lo fumliné con la mirada.
La verdad es que estar con Matt me relajaba, me sacaba a Cameron del pensamiento. Me hacia sentir bien, así de fácil.
Matt y yo nos detuvimos una vez que mi casa estaba en frente de los dos.
Nuevamente, el señor Espinosa sugirió acompañarme a mí casa. Eran las ocho de la tarde, y desde las cinco de la tarde que llegó Matt, se estuvo conmigo.
Lindo, ¿no?
-Gracias por haberme acompañado. -Coloqué mi cabello hacia atrás, ya que el viento provocaba tenerlo en mi cara.
No saben cuanto detestaba esto.
Era algo así como estar hablando y de repente tienes comiendo cabello tuyo.
-Ya sabes que para mí no hay problema en lo absoluto.
-¿Porqué no pasas? Sirve que conoces a mí papá. A lo mejor y le caes bien.
-¿A lo mejor? ¿Qué pasa si no le caigo bien? -Matt retrocedió dos pasos atrás fingiendo temor.
-No pasa de que te hecha a escobazos o saca el arma que usa cuando va de caza -Matt abrió los ojos como platos-. Mentira. Ni siquiera se va de caza.
-Ya sabía. Ni bosques hay aquí. Pero descuida, yo también quisiera conocer a tu papá pero tengo una charla con mi mamá sobre algo. ¿Se puede otro día? -Preguntó.
-Claro, cuando gustes. -Dicho esto, Matt se despidió de mí a través de un beso en la mejilla y acto seguido, se fue en su carro.
Y me pregunto yo: ¿Qué pensará de Matt? Refiriéndome a mi papá.
Estaba a punto de abrir la puerta de mi casa, pero se empezó a escuchar una voz gritando mi nombre.
-¡Camila!
-Y, ¿ahora qué quiere Cameron?
ESTÁS LEYENDO
El niño de mi infancia
Fiksi PenggemarTras la muerte de su madre, Camila Cabello se ve obligada a vivir a lado de su padre y en durante la infancia de ella, se encontrará en el camino a quien fue su primer amigo: Cameron Dallas. Sin embargo, la familia Dallas perjudicó a la familia Cab...