Capítulo 23. pesadilla.

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"Nunca encontraras a alguien que te ame como yo".

"No vayas, solo esta vez".

"Abandona ese tono sueño, aquí estoy yo para ti".

"Nadie te tomará enserió si te sigues juntando con tipos como esos".

"Nunca encontraras a alguien mejor que yo".

"Nadie quiere a una mujer que esta rodeada de hombres, piensa eso antes de querer iniciar otra relación ".

Mi corazón latía a una velocidad sobre humana,  esto no podía estar pasando.
Abro los ojos sobresaltada,  el sudor corría por mi frente y simplemente no quería nada.

El camino a la escuela no fue mejor, la noche anterior llovió y una señora andaba barriendo el balcón. Para mi mala suerte yo iba pasando en ese momento, empapandome por completo.
Estaba demasiado lejos de mi casa en este momento.

—¿Estas bien?- pregunto kuroo en la puerta de la escuela y lo único que hizo fue quitarse el suéter del colegio para ponérmelo.

—Gracias. - susurro.
Simplemente mi día no había iniciado bien.
Y recordar la cara de ese hombre... no le alegraba.

Ese mismo día habíamos tenido examen sorpresa,  y según mis cálculos no me había ido tan bien como siempre.
En la hora del almuerzo... lo había olvidado.

—Kenma, ¿me acompañas a comprar algo?- no dijo nada.—Te compró algo.- se paro y comenzó a caminar.—Parece que hay demasiada gente.- dije abriéndome paso a empujones.

Pude ver a Kuroo sentado hablar con algunos de su curso parecia divertirse, si mal no me equivoco eran los chicos del club de ajedrez.

—¡PERO QUE TE PASA IDIOTA!- volteo hacia donde procede la voz y veo a Kuroo peleando con unos chicos mientras que protege a una chica y la cual protegia con demasiado fervor.
Todas las piezas del ajedrez estaba en el suelo y una golpeo mi zapato.
El Rey para ser exactos.
No entiendo que esta pasando para ser sinceros.
La femenina se escondia de tras de él y se aferraba a su uniforme a más no poder, justo como yo solia hacer.
Incluso lo escuchaba decir cosas que no entendía.

-¿tu sabes de que habla?- le murmure a Kenma, mientras que nos acercabamos poco a poco.

-Llevo intentando adivinar de que habla desde que lo conozco.

—¡YA DEJANOS EN PAZ, ESTAS LOCO SUPERALO!- gritaba la femenina aferrandose cada vez más a Kuroo, a lo que miro sorprendida toda la escena.
Kenma hace un ruidito haciendonos notar  y él la suelta rápidamente.

—No es lo que piensas.- simplemente tomo la mano de Kenma y  me  vuelvo a hacer camino para correr, para huir de ese lugar.

—¡_____!- escuchaba su voz detrás de nosotros. — Puedo explicarlo.

—¡NO QUIERO ESCUCHARTE!- grite dándome la vuelta molesta.
Esa situacion... se me hacia muy conocida.
Ya habia vivido esa situación, no queria saber más.
Simplemete... creo que no queria malos recuerdos en mi cabeza otra vez, o simplemete ya estaba arta de vivir esto una y otra vez.—¡TAMPOCO TE QUIERO VER ASI QUE LÁRGATE DE MI VISTA!

—_____....

—¡NADA DE _____!- Grite con los ojos húmedos.

—Deberías escucharlo.- murmuró Kenma,  pero se arrepintió cuando sintió mi mirada y como soltaba su mano.

—Simplemente no quiero saber nada.- hable mientras me marchaba del lugar.
Las personas me veian, las oía susurrar.
Al parecer la chica que no le gustaba llamar la atención lo hacía ahora, y eso era algo que me molestaba.
Desde que empecé a salir con Kuroo las chicas susurran apostando cuanto duraría con él, y los chicos me piden salir constantemente. Al principio me era difícil rechazarlos,  no sabia que decirles y según ellos no se habían dado cuenta que semejante belleza estuviera en esta escuela.
No era bella.
Era común.
Vivía una vida común y tenia amigos comunes.

La amiga de Kenma. (Kuroo y tu) |En edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora