La amiga de Kenma. (Kuroo y tu) |En edición.

Capítulo 19. cita.

—Voy al baño.- había dicho.
Pero cuando salí del baño me vi arrinconada en la pared y por una persona que conocía a la perfección.
Sus ojos oscuros me miraban y nuestras respiraciones chocaban,  había escondido su cara en mi cuello y comenzó a dejar un par de besos mojados en el,  los cuales después,  seguramente se convertirían en marcas.

—No me gusta que estés rodeada de chicos.- dijo causando un escalofrío en mi ser.

De mis cuerdas vocales salio una risa amarga.—Se supone que soy Manager de ustedes, no se de que me hablas.

—Sabes que no me refiero a eso.

—No tienes derecho.- susurro nerviosa, su acercamiento me ponía así.—No somos nada, solo compañeros.

—Tengamos una cita.- me pedía a gritos sus ojos.— Mañana.

...

Y aquí me encontraba yo, viendo el paisaje, sentada después de una terrible cita.
¿Cómo alguien que le gusta pasar desapercibida terminaba así?

—¿Estas molesta?- lo veo a la cara y hago una mueca al ver su labio roto.

—¿Cómo crees ?- digo con sarcasmo.

—Perdón. - dice viéndome tristemente.

—No te pongas así.- digo acercándome a él y apoyando mi cabeza en su hombro mientras veía el atardecer.
Intentaba recordar la cita.
Primero habíamos ido a ver la competencia de Natación,  en verdad quería ver los relevos de Haru, creo que estos dos podrían ser amigos ya que aman la misma comida.
Todo parecía ir bien,  kuroo se interesaba por el deporte y me hacía preguntas.
Después caminamos por el parque y compramos un helado, el helado de Kuroo se estaba derritiendo y mancho mi ropa ya que él es demasiado alto y distraído.
Luego intentamos ir por el museo y un niño se perdió.
Para mi mala suerte lo encontró Kuroo y el niño no dejaba de llorar, creo que le tenia miedo. Lo llevamos con los guardias de seguridad y le hicieron demasiadas preguntas a Kuroo.
Ni siquiera terminamos de ver todas las atracciones del museo porque Kuroo se tardó demasiado con los guardias de seguridad y yo ya estaba cansada de esperarlo.
Planeaba terminar la cita ahí,  pero el se ofreció a acompañarme.
Pero una biblioteca se puso en mi camino y decidí entrar ahí.
Al parecer cuando Kuroo esta nervioso es muy torpe, intento ayudarme a alcanzar unos libros que estaban demasiado alto y... al no darme cuenta que estaba detrás de mi me asuste, lo golpeé, perdio el equilibrio y se agarró de mi para luego terminar los dos en el suelo y con muchos libros alrededor.

—Aquí no es lugar para que anden haciendo sus cosas.- nos grito el señor encargado. —Miren que hicieron.

—Perdón. - dije antes de que nos botaran para siempre del lugar.— Te sangra el labio.- dije algo avergonzada mientras que buscaba papel en mi bolsa.

Y ahora estaba a su lado mientras que veía el atardecer.

— Gracias. - susurro.—Gracias por esforzarte.

—¡QUIERO OTRA CITA!- me grita tomándome de los hombros.
Simplemente estaba sin palabras,  este hombre ni se rendía.
Rio torpemente.
Si el fuera otra persona... seguramente no haría esto.

—Sorprendeme.- dije con las manos en su cara, acariciándole.
Y como si algo me estuviera controlando acorte la distancia entre nosotros,  besándolo.
Claramente él estaba sorprendido y reacciono demasiado tarde.
Creo que salir con un chico problemático como él no será todo color rosa.
Pero quería intentarlo.