Capítulo 1

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Qué día tan brillante.

En cualquier otro instante, odiaría los pequeños destellos de luz que atraviesan mi cortina, pero no me importa, porque al fin tengo una pijama cómoda, la suavidad de mi cobija cubriéndome, y hundir mi rostro en la almohada, que tiene un agradable olor tras haber estado fuera una semana. El mayor placer al volver de viaje, es dormir en tu propia cama. Levanto un poco la mirada, apartando algunos de mis cabellos, casi en seguida noto el desorden que he dejado esparcido en el suelo, intentando no hacer ruido después de llegar en la madrugada, porque Darrell fue muy amable al traerme hasta mi departamento, se veía tan feliz después de agradecerme por la experiencia que vivimos juntos.

¡En serio, fue tan bello verle despedirse de mí! El viaje a Alemania fue lo mejor que me ha pasado en la vida. Hundo aún más mi rostro en la almohada, esperando que no se note mi estúpido sonido de emoción, mi rostro arde por el intenso sonrojo, pero no puedo evitar sentir una cálida sensación esparciéndose por todo mi cuerpo, tal vez esa sea la razón de la sonrisa que no soy capaz de borrar. Lo amo, estoy tan enamorado de Darrell, y al mismo tiempo, estoy tan asustado de que sea así, porque yo... no tengo idea de cómo debería reaccionar.

No esperaba que fuera así, parecía obvio para todos, pero nunca para mí, es mi mejor amigo, y aunque él es todo lo que siempre he querido, yo... bueno, tengo demasiados pensamientos contradictorios, me hace increíblemente feliz saber que mi amor está con la persona indicada, pero me aterra saber que esa persona nunca tendrá los mismos sentimientos que yo.

Y solo saber eso, me hace temblar el labio inferior, por querer llorar. Oh, Dios, estoy enamorado de una persona que nunca me corresponderá. Suspiro, apartando la cobija, ni siquiera sé en qué momento me encuentro fuera de la cama, buscando algo de ropa en mi armario, solo sé que no quiero pensar en eso, ahora prefiero calmarme un poco.

Organizo los últimos botones de mi camisa, mi cabello, y tratando de no pisar todo aquello que está esparcido en el suelo termino por abrir la puerta de la habitación. Al levantar mi cabeza lo primero que noto es la mirada impresionada de ambas chicas, como si no esperaran verme aquí, a pesar de que la fecha de llegada no estaba tan definida desde el principio, pero debo admitir que lo que a mí me sorprende, es que han hecho de la sala del departamento una pequeña reunión de té, con la vajilla de porcelana que guardo en lo más profundo de mi cocina, el aroma de la dulce bebida esparciéndose en el lugar, y algunos ingredientes sobre la isla de la cocina, que han usado para hornear algunas galletas.

Muerdo mi labio inferior, intentando reprimir la sonrisa, Laura apenas puede sostener su taza de té, que tiembla entre sus manos, mientras Sophie no deja de morder una galleta con cubierta de vainilla.

—¿Es el desayuno?

—¡Cariño, he pensado toda la semana en ti!

Ni siquiera lo dudo, extiendo mis brazos ante su emocionada bienvenida, porque no hay algo más bello que su gran sonrisa, mientras corre hacia mí, y salta entre mis brazos. Es la primera vez que alguien se ve tan emocionado de verme regresar, se siente... lindo. Levanto la mirada, apartando algo de cabello rojizo, Sophie apenas me sonríe, ella parece más ensimismada en encontrar la próxima galleta que quiere comer.

—Te dije que había regresado, le puerta de su habitación estuvo abierta toda la semana — y, de la nada, yo la cerré.

Suspiro, dejando a Laura en el suelo, organiza un poco su vestido, y me sonríe.

—¿Puedo invitarte un poco de té? — sí, claro, porque aquí somos tan británicos.

—¿Es tan tarde? — por un segundo ambas me observan, como si no tuviese sentido lo que pregunto. Bueno, vengo del otro lado del mundo, estoy un poco perdido en esto de los husos horarios.

Los Secretos de una Estrella FugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora