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—¿Quien nos dijo que podríamos ganarle a Seonghwa?— Murmuró San.

—Mingi les dijo— Respondió el peliazul— Claramente dijo que Seonghwa cuando sabe que va a terminar humillado hace todo para ganar y bueno Yeosang apostó una estupidez.

—Si debí pensar mejor antes de aceptar— Sus amigos asintieron.

—Saben, me gusta venir a esta tienda pero en otras circunstancias— Comentó el menor.

—Tranquilo seguro solo serán trajes o cosas así ¿En qué pueden pensar ellos?

—¿Vibradores?— Murmuró el menor.

—No, no creo ¿Vamos por una nieve?— Dijo Yeosang señalando un puesto de helado.

—Vamos, pero sigo desconfiando de ésto, Sang a la próxima que Sannie se encargue— El rubio bufó.

—Genial me tiene más confianza...

—No es eso, pero es más probable que ganemos si tú pones el castigo...

—Tienen que admitir que ellos se hubiesen visto muy bonitos con pijamas de animales— Hongjoong asintio— Esto pasa cuando tú novio es más inteligente, me fallaron.

—Pues perdón por nunca haber jugado póker en mi existencia— Replicó el peliblanco.

—Hongjoong te explico todo, solo una escalera real era todo lo que necesitábamos... Pero bueno no fue tu culpa del todo Yunho le pasó una carta sin que nos diéramos cuenta— El menor miro al rubio.

—Kang Yeosang ¿Eres o te haces?¡Hicieron trampa!

—¡Oh! Entonces Seonghwa si hace todo para ganar— Jongho y San golpearon su rostro.

—Perdimos por que no nos avisaste que le estaban dando cartas a Seonghwa...

—Me confundí ¿Está bien? Se me olvidó que Hwa no era de mi equipo—  Los menores rodaron los ojos.

—Aqui estamos— Jongho y San se cruzaron de brazos.

—Hwa eres un tramposo— El mayor asintio.

—No me gusta perder, en fin vamos— Yeosang ladeo su cabeza.

—¿A dónde?— Seonghwa sonrio de lado— No agrada esto.

—Lo sé, vamos...

Los ocho caminaron hasta los baños, dónde Yunho reviso que no hubiera nadie.

—Toma— Le entregó la bolsa— Sabes que te amo— Beso la frente del rubio y lo metió a uno de los cubículos.

—¿Como te lo digo, arandanito? Estoy obligado a esto, pero sabes que yo no te haría algo así— También lo metió a uno de los cubículos.

—¡Gi!

—No me digas nada que te mato— El menor le arrebato la bolsa al pelirosa y se metió a un cubículo—¡Debí apostar!

—¡Cállate!— Gruñó San.

—¿Se supone que vamos a tener esta cosa todo el día?— Cuestionó Hongjoong.

—Lo lamento arandanito...

—Jung, te juro que tengo ganas de asesinarte con un rollo de papel.

—¿Eso es posible?— Cuestionó el pelinegro.

—Averigualo... Sang— El rubio le lanzó la bolsa— Bien.

—Si asesinas mi dignidad, Park desearas haberte quedado con Yoojung— El mayor alzo una ceja y saco un control de la bolsa.

⬭. ֶָ֪ 𝗣𝗮𝘀𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗨𝗻𝗶𝗱𝗼𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora