Mi Jefe El Sr. kim (TAEKOOK)

CAPÍTULO 3

[faltas de ortografía editadas]

A las siete y media llego a mi casa. Saludo a mi gato gigi que acude a recibirme acercándose muy despacio.

Una vez dejo mis cosas sobre el sofá color berenjena, me dirijo hacia la cocina, agarro unas gotas, abro la boca de gigi y le doy su medicación.
El pobre ni se inmuta.

Tras darle su ración de mimos, abro la nevera para tomarme una Coca-Cola.
Tengo un vicio con las Coca-Colas...

¡tremendo! Sin pensar en nada más, miro el Montón de ropa que tengo por planchar esperándome en la silla. Aunque esto de vivir solo y ser independiente tiene sus cosas buenas, seguro que si aún estuviera viviendo con mi padre, esa ropa ya estaría planchadita y colgada en el armario.
Tras acabarme la lata me voy directo a la ducha.

Antes pongo un CD de Guns'n'Roses. Me encanta este grupo. Y Axl, el cantante, con esos pelos y esa cara tan de Bad boy, ¡Me vuelve loco! Entro en el baño. Me quito la ropa mientras tarareo Sweet Child

She's got a smile that it seems to me,
Reminds me of childhood memories
Where everything was as fresh as the brigh blue sky.

¡Qué voz tiene ese hombre!
Instantes después, suspiro al sentir cómo cae el agua caliente por mi piel. Me hace sentir limpio. Pero, de repente, el señor kim y su manera de hablarme aparecen en mi mente y mis manos, resbaladizas por el jabón, bajan por mi cuerpo. Y comienzo a tocar mi entrepierna. ¡Oh, sí, kim!
Pensar en su boca, en cómo recorrió mis labios con su lengua me enciende.

Recordar sus ojos y todo él me pone a cien. ¡Calor de nuevo! Mis manos vuelan Sobre mí y una de ellas se para en mi pecho mientras la desgarradora voz Del cantante de Guns'n'Roses continúa su canción. Me toco el pezón derecho con el Pulgar y éste se hincha. ¡Más calor!

Cierro los ojos y pienso que es kim quien lo toca, quien lo endurece. No Lo conozco. No sé nada de él. Pero sí sé que su cercanía me pone como un horno.

Un jadeo sale de mi boca justo en el momento en que oigo sonar mi teléfono. Trato de ignorarlo. No quiero interrumpir este momento. Pero al sexto pitido abro los ojos, salgo De mi burbuja de placer, cojo la toalla y corro a mi habitación para tomarlo.

-¿Por qué has tardado tanto en contestar?

Es mi hermana. Como siempre tan oportuna y tan preguntona.

-Estaba en la ducha, irene. ¿Alguna objeción?
Su risita me hace reír a mí también.

-¿Cómo está gigi?
Me encojo de hombros y suspiro.

-Igual que ayer. Poco más puedo decir.

-kookie, tienes que estar preparado. Recuerda lo que dijo el veterinario.

-Lo sé, lo sé.

-¿Te ha llamado yugyeom? -me pregunta tras un breve silencio.

-No.

-¿Y lo vas a llamar tú a él?

-No.
Como mi hermana no se contenta con lo que respondo, insiste:

-jungkook, ese chico te conviene. Tiene un trabajo estable, es guapo, amable y...

-Pues líate tú con él.

-¡jungkook! -protesta mi hermana.

Yugyeom es el típico amigo de toda la vida. Ambos somos de Busan. Mi padre y Su padre viven en esa preciosa localidad y nos conocemos desde pequeños. En la Adolescencia comenzamos con pequeño juego de ser amigos con beneficios que continuamos en la madurez.