Las tripas hurtadas.

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María Angula es una leyenda ecuatoriana que relata la historia de una niña llamada María Angula que robó las tripas de un cadáver en un cementerio para preparar la cena pero nunca se espero que el alma del difunto cobraría venganza y le otorgara el peor destino a ella.

SesshInu:

Inuyasha= María Angula.

Sesshomaru: el difunto.

Inuyasha Taisho era un joven de tan solo catorce años muy alegre e intrépido pero muy problemático, le gustaba ocasionar problemas a las personas, jugarles bromas pesadas a los vecinos y contar chismes de todos los acontecimientos que ocurrían es su barrio, aunque no siempre era así, había días en los que él se mantenía calmado y relajado lo cual eran un alivio para todos los habitantes del barrio. 

Un día Inuyasha regresaba luego de dar un paseo con sus amigos y al llegar a su casa se encontró con su madre preparando el almuerzo, el albino de cabello teñido de negro en el largo saludó a su madre para luego sentarse en la mesa esperando a que ella sirviese la comida.

— ¿Te has lavado tus manos?

— Vamos mamá, no he tocado nada con tierra ni siquiera he jugado al fútbol hoy, no hace falta. — Se quejó el joven.

— Entonces no comerás el almuerzo hijo, no tocarás la comida con las manos sucias, así de simple, o te lavas o no hay almuerzo. — Amenazó la mujer.

Inuyasha accedió de mala gana y fue al baño a lavarse las manos, hasta procedió a mojarse su cabello largo bien cuidado, sí, le gustaba mantener su cabello sano a pesar de haberselo teñido, gracias a la tintura que se compró con algo de dinero ahorrado pudo pintarselo sin ningún problema, además sus amigos llevaban el cabello decolorado también y por lo tanto también quería hacerse dicho proceso en su cabello. Luego de haber salido del baño se dirigió a la cocina y se volvió a sentar en la mesa a la espera del almuerzo, mientras se colocaba sus audífonos para escuchar música y revisaba su celular, leía mensajes y anécdotas en sus redes sociales, estaba tan concentrado en ello que no escucho que su madre le estaba hablando.

Izayoi se acercó a su hijo y le quitó uno de sus audífonos haciendo que este volviera al mundo real, Inuyasha volteo hacia su mamá disculpándose con ella por no haberla oído antes.

— ¿Puedes ir a la tienda a comprar tripas? Las necesito para terminar de cocinar el almuerzo.

— Está bien mamá ¿Y de paso puedo comprarme algo en la tienda? 

— Para eso no te doy dinero ya que siempre lo gastas en porquerías.

— Ay entonces no voy.

— No hay almuerzo entonces.

— Cambié de opinión, iré a hacer le mandado.

Izayoi río ante el cambio de opinión repentino de su hijo, sabía a la perfección que esa era una de las debilidades del menor y le gustaba usarlas con tal de que su hijo no piense dos veces en hacerle favores a ella.

— Bien, ten. 

Su madre le dio el dinero para hacer el mandado con la advertencia de que si no lo traía iba a castigarlo con dos meses sin salir a pasear con sus amigos, Inuyasha la tranqulizó diciendole que iba a traerle las tripas de la carnicería tal y como lo había pedido. En el camino a la carnicería se encontró con dos de sus amigos, Koga y Miroku, quienes al igual que él tenían el cabello teñido en el largo solo que con diferente color, Koga se lo había pintado de verde y Miroku de púrpura.

— Hola lobo, y qué onda pervertido ¿Qué hacen por aquí?

— Íbamos de camino a la tienda de videojuegos a jugar a los nuevos juegos de arcade que acaban de poner. — Respondió Koga muy animado.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2020 ⏰

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